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Colegiata de Santa María La Mayor. Alquézar (Huesca). Una joya a descubrir.

  • Foto del escritor: Guadalupe Ferrández Sancho
    Guadalupe Ferrández Sancho
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Vista de Alquézar
Vista de Alquézar

Alquézar es una preciosa villa, perteneciente a la comarca del Somontano de Barbastro, situada al mismo pie de la Sierra de Guara y entre los profundos barrancos erosionados por las aguas del río Vero. Localizada en el último tramo del cañón del mencionado río, en un entorno paisajístico impresionante, al pie de las sierras de Balcez y Olsón, Alquézar es el punto de partida de multitud de excursiones y actividades. Uno de los Pueblos más bonitos de España.


Desde el mirador "Sonrisa del Viento", podemos contemplar una preciosa vista de esta bella localidad oscense.


Vista de Alquézar
Vista de Alquézar

En lo alto de una gran roca se alza el castillo-colegiata de santa María La Mayor, y a sus pies el laberíntico caserío medieval, declarado conjunto histórico artístico en 1982.


El topónimo árabe "Alquézar" (al-Qasr) significa fortaleza, y hace clara alusión a su origen militar. Alquezar fue una de las principales fortalezas de la Barbitania, protegiendo el acceso a Barbastro.


Según los cronistas musulmanes, perteneció primero a los Banu Jalaf, siendo construido sobre la peña un primer castillo a comienzos del siglo IX, por Jalaf Ibn Rasid ibn Asad; posteriormente fue conquistada en el 893 por Ismail ibn Muza, de los Banu Qasi de Zaragoza; y tomada más tarde por al-Tawil. En 938, Abd al-Rahman III nombró a su hijo Yahia gobernador de Barbastro y Alquézar.


Vista de Alquézar
Vista de Alquézar

Tras ser conquistada en el año 1607 por el rey Sancho Ramírez (1063-1094), hijo de Ramiro I, se repoblaron las tierras situadas en las faldas del castillo. El rey favoreció la repoblación del lugar, ofreciendo interesantes privilegios a los que se establecieran allí, y concediéndole la categoría de villa.


Con Sancho Ramírez pasó a ser fortaleza cristiana, denominándose "Castrum Alqueçaris". Fue norma seguida por este rey el dotar a los castillos conquistados (Loarre, Montearagón, Alquézar), con guarniciones militares asistidas por comunidades de canónigos agustinianos. La fundación canónica de Alquézar fue confiada al abad Sancho entre 1071-1074, siendo sustituido por el abad Galindo, momento en el que se comenzaron las obras de las dependencias canonicales y de la iglesia, la cual fue consagrada en 1099, bajo la advocación de santa María.


Vista de Alquézar
Vista de Alquézar

Entre los siglos XII y XIII la localidad vivió una época de esplendor, quedando pronto el recinto amurallado pequeño, extendiéndose el caserío por la falda de la montaña y a la sombra del castillo, mirando hacia el sur para protegerse del rigor del clima. La villa recibió numerosos privilegios, entre ellos el acoger un mercado semanal, que benefició su desarrollo.


Cuando aún se disputaba la adscripción de Alquézar al obispado Roda-Barbastro o al de Huesca, Ramón Berenguer IV, sucesor de Ramiro II, decidió adjudicarla con todos sus bienes al obispado de Tortosa, tras la conquista de esta plaza en 1148; pasando en 1242 definitivamente a depender de la sede de Huesca.


A mediados del siglo XIV, a consecuencia de la peste negra, la población disminuyó, pero en el siglo XV ya había recuperado su población, siendo a partir del siglo XVI cuando la localidad eclosionó, construyéndose numerosas casonas, y siendo renovado el trazado urbano medieval. Es el momento en el que se gestó el modelo de la casa tradicional del Somontano. Las casas se funden con el paisaje, construidas con los materiales de la tierra: piedra, ladrillo y tapial. También es el momento en el que la primitiva colegiata románica quedó obsoleta, siendo reconstruida entre los siglos XVI y XVII, siguiendo estilos tardogóticos y clasicistas.


Restos de la muralla y torres
Restos de la muralla y torres

No se conservan restos apreciables del castillo de Jalaf ibn Rasid, de principios del siglo IX, ya que tras la conquista fue totalmente remodelado, siendo construida la primitiva abadía dentro del recinto amurallado de origen árabe. De la primitiva construcción cristiana aún se conservan los restos de una torre defensiva, algún fragmento de la iglesia románica, una torre albarrana de planta cuadrangular, y los restos de la muralla.


Se accede al recinto de la fortaleza a través de una fuerte rampa defendida por la torre albarrana, de planta cuadrada, posiblemente se trata de la construida por el abad Banzo de Fanlo en 1067.


Plaza Cruz de Buil
Plaza Cruz de Buil

Al final de la calle de la iglesia se llega a esta plaza, situada a los pies del antiguo castillo y la colegiata. Por esta plaza se encuentra el único punto de acceso a la colegiata, ya que el resto está rodeado por las verticales paredes de roca calcárea.


Subida a la colegiata
Subida a la colegiata

Se accede al conjunto fortificado por una puerta dovelada en arco de medio punto con un escudo en la clave, salvando el desnivel una rampa escalonada, en zig-zag, siendo defendido por una doble muralla y dos torreones.


Fachada de la colegiata
Fachada de la colegiata

Subiendo por la rampa se llega a una puerta que se abre al llamado "palacio", es una estrecha portada en arco apuntado, sobre el que podemos ver un relieve gótico del siglo XV (copia del original) en el que se representan las figuras de santa Nunilo, y santa Alodia, dos jóvenes mozárabes que fueron juzgadas por Jalaf ibn Rasid (según cuenta la tradición en este lugar fueron encerradas ambas santas antes de su martirio).


Sobre el relieve se abre una ventana geminada de piedra. La fachada termina con la galería de arquillos por la que se accede al museo existente en el último piso.


Detalle del relieve
Detalle del relieve

Las dos muchachas, naturales de la localidad de Adahuesca, pertenecían a una familia musulmana pero fueron educadas en el cristianismo por su madre. Al quedar huérfanas, su tío, interesado en hacerse con la fortuna familiar, las denunció y fueron encarceladas en el castillo de Alquézar. Ambas se negaron a renegar de su fe, así que fueron enviadas a Huesca y decapitadas ante la iglesia de San Pedro el Viejo.


Plaza de la colegiata
Plaza de la colegiata

En el último tramo de la rampa nos encontramos con una plazuela, la plaza de armas, en la que se ubica un crucero, y la portada de entrada a la colegiata, en el muro sudoriental del edificio, que comunica directamente con el claustro.


La actual colegiata se compone de dos espacios claramente diferenciados: la iglesia tardogótica que sustituyó a la primitiva construcción románica; y el claustro, que se amplió con la construcción de un segundo piso (galería de arquillos de la fotografía), en el que se ha abierto un pequeño museo.


Claustro visto desde la galería sur
Claustro visto desde la galería sur

El claustro, situado en el lado sur de la iglesia, tiene planta trapezoidal irregular, adaptándose al terreno disponible.


A izquierda y derecha de la fotografía vemos la remodelación del siglo XIV, al fondo, la galería románica.


Claustro visto desde la crujía norte
Claustro visto desde la crujía norte

Las alas sur, este y oeste fueron construidas en 1313, a expensas de un legado otorgado por el obispo Azlor, tanto sus columnas pareadas como sus capiteles lisos, manifiestan un incipiente estilo gótico.


Galería norte del claustro
Galería norte del claustro

Ya hemos comentado que es la única zona románica conservada en el claustro. Los arcos carecen de clave, y los capiteles son historiados, realizados en la primera mitad del siglo XII, con temas bíblicos, que no siguen una secuencia cronológica.


Parte septentrional del claustro
Parte septentrional del claustro

Esta parte septentrional se articulaba en origen, con dos parejas de arcos de medio punto sobre tres pares de columnas separadas entre sí por un machón central, aunque en tiempos posteriores, el deseo de un personaje importante de ser enterrado en este claustro obligó a replantear la arquería, desplazando una de sus columnas para colocar su sepulcro, dando como resultado una arquería desigual.


Al fondo, la capilla de san Antonio Abad.


Detalle del sepulcro y capiteles de la zona norte del claustro, por la parte exterior
Detalle del sepulcro y capiteles de la zona norte del claustro, por la parte exterior

Galería norte
Galería norte

En la galería norte podemos contemplar seis capiteles dobles, historiados por tres frentes los que van adosados a los pilares, y por cuatro los dos capiteles exentos.


Detalle de la galería norte
Detalle de la galería norte

Las historias representadas en los capiteles de la galería septentrional, son de algo más de medio relieve, y son escenas del Génesis, excepto dos de ellas. Están colocados sin ningún tipo de cronología.


Sacrificio de Isaac
Sacrificio de Isaac

En el capitel vemos dos escenas superpuestas, en la parte superior el momento en el que el ángel enviado por Dios detiene la mano de Abraham, que iba a sacrificar a su hijo Isaac. En la parte inferior, un criado está asando un ternero. En uno de los laterales del capitel se puede ver a Sara preparando comida; y en el otro lado, tres personajes vestidos de peregrinos.


Consagración canónica de la colegiata
Consagración canónica de la colegiata

Están representados diez personajes, entre los que se encuentra san Ramón, obispo de Barbastro, con su báculo y ropas ceremoniales, en actitud de bendecir; un clérigo portador del agua bendita; san Pedro con las llaves; cuatro apóstoles que llevan libros; otro personaje que lleva un rolde; y dos hombres que arrastran a un demonio atado por el cuello a una soga. Se cree que quisieron representar la consagración de la colegiata del año 1099.


Creación de Adán
Creación de Adán

Es el más capitel más famoso, adosado al machón central. En él se representa la escena de la Creación de Adán. En cada uno de los extremos del capitel dos ángeles, que se acoplan perfectamente a la estructura del capitel, sostienen una mandorla en la que aparece la imagen de Dios que sostiene el cuerpo de Adán en posición horizontal, formando una cruz con la figura de Dios Padre, al que se le ha representado con tres cabezas (símbolo de la Santísima Trinidad). Representa el momento en el que Dios con su dedo índice toca el oído izquierdo de Adán infundiéndole el alma.


Hay que destacar la forma de representar la Santísima Trinidad, caso único en el románico, conservando aún restos de su policromía original.


Diluvio Universal y Arca de Noe
Diluvio Universal y Arca de Noe

Al otro lado del machón central, la primera de las cestas recrea la escena del Diluvio Universal y del Arca de Noe, representado el capitel como si fuera un gran barco de tres niveles en el que se acomodan las parejas de cuadrúpedos, de aves, y la propia familia de Noe en el centro individualizada mediante arquillos de medio punto.


Capitel de Adán y Eva, Caín y Abel
Capitel de Adán y Eva, Caín y Abel

Se muestra a Adán y Eva flanqueando el árbol del Bien y del Mal, mientras una serpiente que se enrosca en el árbol, se dirige a Eva. En el mismo capitel se representa a Caín y a Abel, éste con sus ovejas (colocadas verticalmente).


Capitel de san Juan Bautista
Capitel de san Juan Bautista

El último capitel conservado representa el Banquete de Herodes y la Muerte de san Juan Bautista. En el que vemos a los comensales sentados frontalmente en una mesa, bajo la que se ha representado a Salomé, como una contorsionista, bailando la danza de los siete velos.


Crujía este
Crujía este

El resto de las crujías fueron reconstruidas en el siglo XIV respetando la estética románica, con arcos de medio punto sobre columnas dobles, con estilizados capiteles lisos con cimacios ornamentales; que apoyan en un podio corrido.


Crujía occidental
Crujía occidental

La crujía occidental sigue la misma estructura que la oriental. En ella se abren dos capillas profusamente decoradas con yeserías.


Capilla de san Fabián y san Esteban
Capilla de san Fabián y san Esteban

"La capilla abre en arco de medio punto remarcado a modo de alfiz sobre el que reposan las vigas de la techumbre montadas sobre zapatas con tres grandes espacios rectangulares entre las mismas. Toda la embocadura, incluidos estos espacios superiores, se decoran con motivos mudéjares combinados con renacentistas. Esta composición está flanqueada por dos largas y estrechas pilastras ornamentadas con motivos de candelieri, carentes de capitel y que rematan en una moldura resaltada" (Tolosana).


Capilla de san Antonio Abad
Capilla de san Antonio Abad

"La segunda de las capillas, bajo la advocación de San Antonio Abad, abre en portada de estilo gótico con arco escarzano decorando sus enjutas y el interior del arco con tracería gótica".


Pinturas del claustro
Pinturas del claustro

Entre los siglos XV y XVI tres muros del claustro fueron decorados con pinturas al fresco con escenas del Nuevo Testamento. Algunas tienen el aspecto de ser más populares y fueron repintadas entre los siglos XVI y XIX. Las más interesantes son las denominadas de "Época de la Gracia" que contempla desde la Anunciación hasta el Juicio Final.


Pinturas crujía este
Pinturas crujía este

Las pinturas se disponen en dos hileras compartimentadas. La inferior es más antigua y representa la infancia de Cristo; la superior, la Pasión.


En la fotografía, en la parte inferior, la Anunciación, y el Nacimiento; en la parte superior, la Última Cena, y la Oración en el Huerto.


Pinturas crujía este
Pinturas crujía este

Siguiendo con el ciclo de pinturas de "Época de la Gracia": en la fotografía, en la parte inferior: la Epifanía, y la Presentación en el templo; y en la parte superior, el beso de Judas, y Pilatos lavándose las manos.


Pinturas crujía oriental
Pinturas crujía oriental

Siguiendo el muro oriental, en la parte inferior podemos ver la Huida a Egipto; y en la parte superior, Jesús Camino del Calvario.


Crujía sur, al fondo muro oriental
Crujía sur, al fondo muro oriental

La crujía sur sigue la estructura de la galería este y oeste, pero es más corta, abriéndose únicamente tres arcos de medio punto. En el lado opuesto se abren vanos por los que podemos contemplar un precioso paisaje.


Al fondo, en el muro este, podemos contemplar el magnífico fresco de la Crucifixión.


La crucifixión.
La crucifixión.

Escena situada en la crujía oriental, flanqueada por las figuras de san Pedro y san Pablo.


Pinturas crujía sur
Pinturas crujía sur

A continuación, en la crujía sur, se relata la vida gloriosa de Jesús: en la parte superior: la duda de santo Tomás, Cristo en el seno de Abraham; la Magdalena y las tres Marías ante el sepulcro vacío. En la parte inferior: la Ascensión, la venida del Espíritu Santo y Jesús en la Gloria. Desgraciadamente, las pinturas están muy deterioradas.


Crujía sur. Muro Occidental
Crujía sur. Muro Occidental

Al fondo, en el muro occidental, se pintó la venida de la Virgen del Pilar, pinturas que no corresponden al estilo gótico, ni al ciclo "Época de la Gracia". Las pinturas del muro occidental se pueden datar del siglo XVIII, y de tono más popular.


Muro occidental. Detalle de la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago y a los Convertidos
Muro occidental. Detalle de la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago y a los Convertidos
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Representación de la muerte. Muro occidental


Muro septentrional
Muro septentrional

Al lado de la puerta que da acceso a la iglesia se representaron a san Juan Bautista, a san Miguel matando al demonio, y a santa Lucía, pinturas del siglo XVIII.


Muro septentrional
Muro septentrional

A la derecha de la portada que da paso a la iglesia se pintó un bautismo de Cristo, en el siglo XVIII.


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Muro septentrional del claustro


Se representa la Asunción y coronación de la Virgen María, también son pinturas realizadas en el siglo XVIII.


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Muro septentrional


San Francisco de Asís recibe los estigmas. A la derecha la Santísima Trinidad, acompañados, en las esquinas, por los símbolos de los Evangelista. Siglo XVIII.


Muro septentrional
Muro septentrional

Representación de dos santos religiosos, a la izquierda santo Domingo de Guzmán, quien aparece vestido con el hábito blanco de la Orden de los dominicos y con un manto negro con capucha. A sus pies aparece un perro con una antorcha en la boca, que hace alusión al sueño que tuvo su madre, Juana de Aza, que soñó con un niño acompañado por un perro que llevaba en la boca una antorcha encendida, premonición de la predicación que su hijo realizaría. Santo Domingo fue fundador de la Orden de Predicadores.


A la derecha, santa Rita de Casia, monja agustina, con sus atributos, la cruz y la calavera.


Puerta de acceso a la iglesia
Puerta de acceso a la iglesia

La puerta de acceso a la iglesia es de estilo gótico, con doble arco conopial, truncado el inferior y ojival el superior. En el tímpano la Virgen con el Niño entre ángeles músicos.


Las obras de restauración integral en 2006 que se llevaron a cabo en la colegiata de Alquézar, han sacado a la luz un fresco medieval en el que están representados Santa Catalina y San Pablo. Las pinturas estaban ocultas bajo una capa de cal que, tras ser retirada por los restauradores, dejó a la vista un fresco en buen estado de conservación. El fresco que se ha encontrado está situado en la parte interior de la pared donde está la puerta de acceso a la iglesia.


Iglesia prioral
Iglesia prioral

La iglesia primitiva se derribó a excepción del muro meridional, que aún se conserva. El actual templo es de la primera mitad del siglo XVI (1525-1532), obra del arquitecto Juan de Segura, que por aquella época estaba dirigiendo las obras de la catedral de Barbastro. La obra se ajustó en 25.000 sueldos jaqueses, siendo consagrada el 23 de abril de 1556 por el obispo de Huesca, don Pedro de Agustín: "El día 23 de abril de 1556 el obispo de Huesca, Pedro Agustín, procedió a la consagración "de la iglesia y del altar de la colegiata de Santa María Virgen Madre de Dios de la villa de Alquézar" y mandó que la fiesta de consagración del templo se celebrara en "el día y fiesta de san Jorge".


Es iglesia de una sola nave de tres tramos, coro de racioneros al oeste y ábside poligonal de cinco lados. Entre los contrafuertes se ubican capillas, más profundas las del lado norte. La nave está cubierta con bóveda estrellada.


Pies de la iglesia
Pies de la iglesia

El resto de la iglesia cuenta con decoración de época barroca. A los pies de la nave nos encontramos una interesante reja que delimita el coro, en cuya parte superior se sitúa el magnífico órgano del siglo XVII, uno de los más valiosos de Aragón.


Retablo Mayor
Retablo Mayor

Durante el siglo XVII, por iniciativa de los Lecina, familia de infanzones que se remonta al siglo XV, se le añadieron algunas capillas (entre ellas las de santo Cristo en 1638); y el retablo mayor, de madera dorada y policromada, realizado en estilo de transición del renacimiento al barroco.


El retablo está dedicado a la Asunción de la Virgen María. En él se repasan diferentes escenas de la vida de la Virgen y, como es propio de los retablos de la época, incluye un óculo que hacía las funciones de sagrario.


Probablemente es obra del taller zaragozano de Juan de Moreto. Desde luego, guardan muchas similitudes con las obras de Damián Forment y sus discípulos; los mejores escultores de ese momento en el Reino de Aragón.


Muro meridional
Muro meridional

En el que se abren dos capillas, una de san Juan Bautista (1631), y la otra bajo la advocación santa Bárbara.


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Santa Catalina y san Pablo


Al lado de la puerta de entrada se vislumbra los restos de pintura mural que se descubrieron en la restauración de 2006, con santa Catalina y san Pablo, como ya hemos comentado anteriormente.


Muro septentrional
Muro septentrional

En este lado se abren dos de las capillas más interesantes, la de san Nicóstrato, y la del santo Cristo. Son más profundas que las del muro meridional.


Capilla de san Nicostrato
Capilla de san Nicostrato

La capilla fue realizada en 1638. En ella se guarda el relicario del santo (el cráneo), patrón de Alquézar. El retablo es de 1640, presentando un sagrario muy bello.


A finales del siglo XVI la colegiata se enriqueció con reliquias traídas de Alemania por el racionero Bartolomé Lecina, capellán del duque de Terranova, embajador de Felipe II. Entre ellas, el cráneo de san Nicostrato mártir. En las historias de los mártires, se menciona a un alto funcionario romano que junto a su esposa Zoé, se convirtió al cristianismo y fueron martirizados durante la persecución de los cristianos bajo el emperador Diocleciano.


Capilla del santo Cristo
Capilla del santo Cristo

A través de la capilla del Rosario accedemos a la capilla de los Lecina o del Santo Cristo, mandada construir por la familia Lecina en 1615. Decorada con yeserías de tradición mudéjar. En ella se guarda la talla del Cristo llamado de Lecina, de estilo románico-gótico, finales del siglo XII, principios del XIII, realizado en madera de pino, que anteriormente se veneraba en el claustro. Es un Cristo de cuatro clavos, con los pies separados como los románicos, pero inclina su cabeza y mantiene el rostro sereno, elementos de expresividad que son propios del gótico.


Claustro superior
Claustro superior

A principios del siglo XVII, el claustro fue recrecido con un segundo piso de ladrillo, abierto al jardín con una galería típica aragonesa de arcos de medio punto.


Galería del claustro superior
Galería del claustro superior

En este piso se ha instalado un pequeño museo que guarda piezas medievales, renacentistas y barrocas.


Retablo de santa Ana
Retablo de santa Ana

Entre las obras que se conservan en el museo de la colegiata destaca el retablo de santa Ana, atribuido al denominado Maestro de Arguís.


Retablo de santa Quiteria
Retablo de santa Quiteria

También podemos contemplar el retablo de santa Quiteria, santa de gran devoción en Huesca, patrona de los locos y sanadora de los males de rabia. Es una magnífica tabla de finales del siglo XV obra del pintor Juan de la Abadía, el Viejo. Como es propio de su iconografía aparece representada con la palma del martirio junto a un hombre rabioso (ver en la bibliografía el post del Viaje de la Libélula sobre este retablo).



Hasta aquí nuestro vuelo por la colegiata de santa María de Alquézar, situada en un punto de partida ideal para adentrarse en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, uno de los principales refugios de flora y fauna de Europa.



Espero que os haya gustado, hasta el próximo vuelo.




BIBLIOGRAFÍA:












- LÓPEZ APARICIO, MAITE; JUSTE ARRUGA, NIEVES y GÓMEZ SAMITIER, DAVID. Guía de Alquézar, Guías turísticas Prames 18, Zaragoza, 2004.



- DURÁN GUDIOL, A.: Historia de Alquézar: https://core.ac.uk/download/pdf/48040003.pdf


-LACARRA DUCAY, Marí Carmen: Pinturas góticas en la Colegiata de Santa María de Alquezar (Huesca).


-ESTEBAN LORENTE, J.E.: La colegiata de Alquézar. Zaragoza, Vestigium, 2007.

 
 
 

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