La Venida de la Virgen a Zaragoza. Obra de Pablo Serrano.
“En el patio porticado de alguna casa a orillas del río, donde pasaban más desapercibidos al poder romano, los primeros cristianos se encuentran con la madre de Cristo que les anima a fundar una iglesia allí mismo"
En el Códice Moralia sive Expositio in Job (hoy en el archivo del Pilar) del año 1297, se plasma por primera vez la tradición oral de la Venida de la Virgen.
(Domingo Buesa Conde).
La fecha del 2 de enero del año 40 la aporta la venerable madre concepcionista María de Jesús de Ágreda, en su obra “Mística ciudad de Dios” (1670), en donde relata el hecho. Esta fecha fue aceptada, estableciéndose con el tiempo (1909) una misa conmemorativa en la madrugada (doce de la noche) del 2 de enero, a la cual se le denomina la “Misa de la Venida”.
Hoy vamos a hablar del relieve situado en el centro de la fachada principal de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, obra del insigne escultor aragonés Pablo Serrano. Relieve enmarcado por dos columnas de orden corintio y bajo un arco de medio punto.
El escultor Pablo Serrano Aguilar es considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX. Crivillenense de nacimiento, pero hombre universal. Tengo que deciros que tuve la gran suerte de conocerle personalmente, así como a su mujer la pintora Juana Francés, en el II Simposio Internacional de mudejarismo que se celebró en Teruel en el mes de noviembre del año 1981. Su humildad y amabilidad nos llegó a todos los que estuvimos en ese evento. Fue todo un honor que no he olvidado ni olvidaré nunca.
Fotografía del escultor: http://www.ayto-crivillen.es/pablo%20serrano/pablo-serrano.htm
En la década de los años 20 del siglo XX la basílica del Pilar presentaba un aspecto tan deplorable, que se vio la necesidad de consolidarla, nombrándose para ello una Junta de Obras, realizándose los trabajos entre 1929-1940. Una vez reforzada, en el año 1941, el arquitecto conservador de la basílica don Teodoro Ríos Balaguer propuso, al arzobispo don Rigoberto Doménech, al Cabildo, y a la Junta de Obras del templo, remodelar la fachada que daba a la plaza del Pilar. Conseguido el visto bueno de todas las partes se encargaron las esculturas, que en ella vemos, al aragonés Antonio Torres Clavero (siete son de él, la de San Vicente es de Félix Burriel). Esta remodelación duró hasta 1954 cuando se celebró el Año Nacional Mariano en la basílica. Antonio Torres también había sido contratado para realizar el gran relieve que se tenía pensado poner en el gran arco central de la fachada enfrente de la calle Alfonso. Torres realizó el boceto, pero finalmente no fue admitido (en la actualidad podemos contemplar el relieve de Torres Clavero en la capilla de las M. M. Angélicas de la Hospedería del Pilar cumpliendo la función de retablo).
En la fotografía del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, vemos el muro de la basílica antes de realizarse el relieve que hoy tratamos. En ese paño del muro se colocaba una gran imagen de la Virgen del Pilar y se realizaba la ofrenda de Flores, el 12 de octubre.
Durante unos años el arco central de la fachada estuvo vacío, tal y como vemos en la fotografía de la cabalgata de Reyes de los años 50-60 del siglo XX.
Fotografía: Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
En el año 1963 el alcalde de Zaragoza Luis Gómez Laguna encargó al arquitecto Teodoro Ríos el ornato del arco central de la fachada principal de la basílica de Nuestra Señora del Pilar. Pero hasta el año 1967 no será encargado al escultor Pablo Serrano el relieve de la “Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago y los Convertidos”, objeto de este trabajo.
El escultor tras varios estudios, decidió realizar la obra en caliza blanca de Caravaca (Murcia). El relieve está compuesto por 58 bloques de piedra caliza, esculpidos en los talleres de “Ludeña”. El 6 de marzo de 1969 el escultor presentó el relieve definitivo al arzobispo de Zaragoza don Pedro Cantero Cuadrado, el cual dio su visto bueno; siendo presentado al día siguiente a los medios de comunicación. Finalmente, el 14 de marzo de ese mismo año, el escultor lo entregó a la Junta de Obras del Pilar, para ser colocado en el lugar para el que fue diseñado.
En el retablo se observan dos zonas bien diferenciadas: la terrestre, con Santiago y los Convertidos; y la celestial con la Virgen del Pilar rodeada de ángeles; separadas ambas por la representación de las murallas de la ciudad de Zaragoza. Este esquema también lo podemos ver en el retablo del escultor Carlos Salas de la Santa Capilla, que ya presentamos en un anterior post; y como comentó don Federico Torralba en “El entierro del Conde de Orgaz”, obra de Doménikos Theotokópoulos (El Greco).
En la parte superior aparece la Virgen sobre su Pilar, rodeada de una gran corona. A su alrededor un coro de ángeles músicos, y estrellas.
Detalle de este coro celestial que rodea a la Virgen. A ambos lados dos ángeles, con sus alas desplegadas, sujetan el pilar donde está colocada la imagen de María, que lleva en sus brazos al Niño.
Detalle de la Virgen del Pilar, con su corona de rayos de sol y estrellas.
Bajo las murallas de la ciudad de Zaragoza (vemos las almenas en la parte superior), los Convertidos (muchos con rasgos indígenas, relación con la Hispanidad), dirigen sus miradas hacia la parte superior donde aparece la Virgen sobre el Pilar; a la izquierda y en el centro aparece un hombre con báculo, el apóstol Santiago.
Vemos gran expresividad en los rostros, y efectos de claroscuro en las figuras, dentro de un estilo neocubista. Son altorrelieves, llegando incluso a ser esculturas de bulto redondo.
Fue restaurado, junto a las esculturas superiores en piedra y el escudo central (estas realizadas por el escultor Antonio Torres Clavero), en el año 2007 por el arquitecto-conservador del Pilar, Teodoro Ríos Sola, hijo de Teodoro Ríos Usón (el cual había sucedido a su padre Ríos Balaguer en 1968 como conservador de la basílica del Pilar). En lo que se refiere al relieve de Serrano, el mismo arquitecto señalaba a la prensa que el relieve estaba muy deteriorado debido a las palomas, que en aquella época poblaban la plaza del Pilar.
Detalle de Santiago con el bastón, la calabaza y la concha de peregrino.
BIBLIOGRAFÍA:
-ANA ARA FERNÁNDEZ: “La decoración escultórica del Pilar en el siglo XX: la obra de Antonio Torres: http://www.unizar.es/artigrama/pdf/19/3varia/9.pdf
- ORDOÑEZ FERNÁNDEZ, Rafael “Pablo Serrano, vida y obra” Los libros del El Día (nº 34) Zaragoza, 1986
-ELVIRA GARCÍA ARNAL: “La escultura pública de Pablo Serrano en Aragón:
http://www.celandigital.com/25/images/pdfs/08_rev_andorra/dossier/escultura_publica_aragon_p_s.pdf
-Noticia sobre el deterioro del relieve de Serrano: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/escenarios/comienza-limpieza-relieve-pablo-serrano-pilar_353685.html
-ASUNCIÓN BLASCO MARTÍNEZ: “Nuevos datos sobre la advocación de Nuestra Señora del Pilar y su capilla (Zaragoza siglos XIV-XV):
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-NuevosDatosSobreLaAdvocacionDeNuestraSenoraDelPila-2875387.pdf