La Samaritana. Plaza del Justicia. Zaragoza.
"Vino una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dice : Dame de beber" (Juan 4:1-42)
En el siglo XIX se vio la necesidad de construir en Zaragoza fuentes para el consumo de agua para la población, puesto que aún no existía el agua corriente (hasta 1877 no se tuvo en Zaragoza). La primera fuente fue la de la Princesa o de Neptuno (1833 y 1845), hoy en día ubicada en la plaza de Neptuno en el Parque Grande José Antonio Labordeta. Posteriormente se construyeron a partir de 1862 las conocidas como fuentes de vecindad, las cuales se situaban en zonas donde los vecinos podían ir a coger agua, como la plaza de la Magdalena, la Plaza del Pilar, y la plaza de La Seo.
En la fotografía del Archivo Coyne (A.H.P.Z), vemos la antigua fuente de la Samaritana en su primer emplazamiento la plaza de La Seo. Podemos ver cómo era el pilón primitivo, de forma octogonal.
De las antiguas fuentes del centro de la ciudad, una de las que se conserva hoy en día es la Fuente de la Samaritana, realizada en 1866, siendo colocada en la Plaza de La Seo. Pronto se convirtió en el punto de reunión del barrio de La Seo y del Pilar, ya que en aquella época al no haber agua corriente, los vecinos acudían a la fuente a coger agua.
En el año 1962 se realizaron obras en la plaza de La Seo, trasladándose la fuente al parque Bruil donde permaneció varios años. Posteriormente, se volvió a desmontar, emplazándose en el lugar donde hoy la podemos contemplar: en la plaza del Justicia, dando la espalda a la iglesia de Santa Isabel de Portugal.
Sobre un pilón de cemento (anteriormente era de hierro) se levanta un pedestal en el que se alza la figura en bronce de una joven vestida con una túnica, portando dos vasijas de las cuales mana agua. Una de ellas la lleva sobre su hombro derecho; y la otra apoyada en su cadera izquierda, sujetándola con su mano.
Esta escultura fue realizada en 1866, se desconoce su autor, pero si se sabe que fue la primera pieza fundida en hierro realizada en los talleres Averly, siguiendo modelos procedentes de Francia.
Antonio Averly, procedente de Lyon, había establecido en Zaragoza su fundición hacia 1855 (en la calle San Miguel); y utilizaba en su trabajo modelos del repertorio ornamental francés, como este de la Fuente de la Samaritana.
Desde mi modesta posición quiero lanzar un ¡Salvemos Averly! No permitamos lo que durante tantos años pasó en nuestra ciudad, la desaparición de nuestro gran patrimonio artístico. Averly no puede ser borrado del mapa de un plumazo como ha pasado con tantos edificios y obras de arte aragonesas.
Es una interpretación neoclasica de la figura de la samaritana; representada más como una ninfa derramando agua de dos vasijas, que como un personaje bíblico.
Detalle de la Samaritana. Vemos que se peina con una simple raya en medio y el cabello se parte en dos aladares gruesos, mientras que el moño trasero semicircular baja hasta la base del cráneo.Su frente se adorna con una cinta.
Viste una leve túnica que recuerda las vestimentas clásicas grecorromanas. En realidad es un peplo, especie de túnica que se sujetaba en los hombros con broches, ajustándose en la cintura con un cinturón.
Detalle del peinado por la parte posterior de la escultura.
Detalle del peplo y los broches que lo sujetan.
Realmente es una preciosa escultura.
BIBLIOGRAFÍA:
-ISABEL YESTE: “Las antiguas fuentes de Zaragoza”:
http://www.fabz.org/system/uploads/0000/0989/lc8341.pdf
-GUILLERMO FATAS, (coord.) Guía histórico-artística de Zaragoza, Zaragoza, Ayuntamiento (Servicio de acción cultural), 2008.
-Averly:
http://www.cazarabet.com/15M/astral53.pdf