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El Café de Levante. Zaragoza.

Nos sentamos en la terraza del café de Levante y con parsimonia y lentitud nos tomamos una leche merengada desbordada de canela…


(Tarde estival. José Antonio Labordeta).



De vez en cuando suelo pasarme por el Café Levante, un lugar entrañable y familiar, en donde puedo saludar a mi amiga Pepa, compañera de fatigas gimnásticas hace ya unos tiempos. Hacía días que no había visitado el lugar y la otra tarde entré con la idea de fotografiar su interior. Allí estaba Jaime, al cual quiero agradecer su amabilidad al permitirme hacer fotografías y “tertuliar” un rato conmigo.


El Café Levante tiene una curiosa historia. Fue en 1895, cuando don Agustín Charles abrió una tienda de alimentación llamada “Charles” en las afueras de Zaragoza, en la carretera a Valencia. Alquiló unos bajos adosados a la antigua Puerta del Carmen, en aquella época situada en el Paseo de la Ronda nº 4 o Paseo de La Lealtad.


En la fotografía de Coyne del A.H.P.Z., vemos la zona en el año 1885 cuando aún o se había abierto el Café de Levante, a la derecha de la Puerta del Carmen; a la izquierda el convento del Carmen.



En esos tiempos la zona se situaba a las afueras de la ciudad, se le podía considerar casi como un local de carretera, al cual acudían mercaderes, estudiantes y viajeros. En la trastienda, don Agustín, se reunía con sus amigos a tomar café y “echar una charrada”. De estas tertulias de amigos surgió la idea de abrir un café. Lo llamaron Café Levante por su situación en la carretera de Valencia.


En la fotografía de Coyne del A.H.P.Z. vemos la misma fotografía, pero ya se puede observar el Café de Levante abierto.


La entrada al negocio alimentario se realizaba por la calle “Soberanía Nacional”, hoy en día avenida de César Augusto, mientras el café abría al Paseo de la Ronda nº 4, o paseo de La Lealtad, actual Paseo de Pamplona, decorado dentro de un estilo modernista.


Muchos utilizaban la picaresca y entraban y salían por el Café Levante para ahorrarse el impuesto de entrada a la ciudad o fielato, y así no pasar por debajo de la Puerta del Carmen, en la que estaban los consumeros o cobradores del impuesto.


En la fotografía de Coyne del A.H.P.Z, vemos la parte posterior de la Puerta del Carmen, a la izquierda se encontraba la entrada a la tienda Charles.



El negocio se hizo famoso, ya que sus horchatas, la leche merengada insuperable; y a él acudía gente de todo tipo. Pero la idea de aislar el monumento tan emblemático en la ciudad como era la Puerta del Carmen, llevaba varios años rondando por los despachos. Será en 1927 cuando el ayuntamiento llevó a cabo el proyecto comprando y derribando los edificios que rodeaban al monumento.


Fotografía: Coyne. A.H.P.Z.

La Puerta del Carmen quedó totalmente aislada, como la podemos ver en la actualidad. Con el tiempo la veremos rodeada de los nuevos edificios que se construyeron al urbanizar la zona del antiguo paseo de la Lealtad.

Don Agustín, que estaba de alquiler, tuvo que buscar otro lugar para establecer su próspero negocio, y lo encontró un poco más abajo, hacia la actual Plaza de Basilio Paraíso, en el nº 9 del Paseo de Pamplona. Alquiló el local del edificio y reabrió de nuevo el negocio en 1927. En aquella época el Paseo de Pamplona era un boulevard, y el fundador había conseguido licencia para abrir veladores en el mismo paseo peatonal. Las terrazas del Levante eran famosísimas, incluso por la noche, que también estaban abiertas.


La fotografía la realicé a una de las fotografías que se pueden ver en el mismo Café Levante.

En 1930 Don Agustín falleció, heredando el negocio su hija y su yerno: Rosario Charles y Félix Blázquez García. Poco a poco el Café se fue convirtiendo en lugar de encuentro de los intelectuales de Zaragoza, no olvidemos que la Facultad de Medicina y Ciencias está muy cerca. Famosos fueron sus torneos de ajedrez, sus helados, horchatas, leches merengadas, y granizados.

La fotografía la realicé a una de las fotografías que se pueden ver en el mismo Café Levante.

Una de las fotografías donde se ve la terraza del Café de Levante en el Paseo de Pamplona.


Fotografía: http://www.cafedelevante.es/es/historia/calle-almagro

Pero la maldita especulación llamó a la puerta del Café Levante; y en el año 1976 el edificio donde se ubicaba nuestro Café, propiedad de la señora viuda de Cepa, fue vendido; El café Levante tuvo que volver a cambiar de ubicación.

Un año más tarde, en 1977, se instaló en la calle Almagro nº 4, en un local comprado con la indemnización recibida por marcharse del anterior local. Félix Blázquez falleció en 1972, con lo que el negocio recayó en manos de su hijo Carlos y su mujer Pilar Peñafiel, los cuales llevan adelante el emblemático Café. El relevo parece que ya está preparado en manos de Oscar Blázquez y Sonia Iranzo, la cuarta generación. Es una verdadera alegría que se mantenga en pie y que siga con ese ambiente tan particular que tiene “Nuestro querido Café Levante”.


El nuevo establecimiento ha mantenido su esencia modernista, emulando al local primitivo.

Detalle de la vidriera donde podemos ver la inscripción “Café Levante / 1895”.

Detalle de uno de los motivos decorativos de la vidriera emplomada, decorada con elementos vegetales llenos de colorido.

Puerta de entrada al Café Levante.

Vista de la puerta de entrada desde el interior.

El Café tiene un estilo muy peculiar, ya que conservó parte del mobiliario del antiguo café. En él vemos que las antiguas mesas de mármol, las vidrieras emplomadas de colores, y los bancos tapizados son su seña de identidad.


Sus preciosas vidrieras fueron realizadas por Cristacolor, perteneciente a la familia Navarro. La historia de esta saga de vidrieros se inicia en 1939 por Don Leopoldo Navarro Oros, siendo seguida por su hijo Antonio Navarro; y actualmente por el nieto, también llamado Antonio, actuales propietarios del taller Vidrieras De Arte Cristacolor.


Los colores utilizados son el naranja, el verde y el azul sobre todo.

Detalle de la parte superior de la vidriera central.

Sus paredes se cubren de pinturas y antiguas fotografías que rememoran su historia. A la derecha José Antonio Labordeta, asiduo a este café; y en el centro una pintura del antiguo local situado en la Puerta del Carmen.

El Café Levante sigue con su fondo intelectual, a él siguen acudiendo personajes del mundo de las letras, de la música, del arte, etc. Cada año, han venido realizando un calendario para regalar a sus buenos clientes, primero con fotografías antiguas. Pero desde el año 2010, eligen a un artista diferente para realizar el almanaque, ya lo han hecho altruistamente Jorge Gay, José Luis Cano, Javier Peñafiel, Javier Joven y en el año 2015 el encargado fue el pintor zaragozano Paco Rallo, conmemorando también los 120 años de vida de este Café.


Para este año 2016 se convocó un concurso fotográfico para elegir la imagen que irá en el próximo calendario, resultando ganador: Raúl Muñoz Ramos. También se realizó un concurso de pintura resultando ganador José María Romero Bellido.


Vista de un rincón del salón principal.

Vista del mostrador y la sala del fondo.


Nos despedimos de este precioso Café, pero no será por mucho tiempo, pues a pesar de estar a régimen perpetuo, no tardaré mucho en volver y comerme una rica torrija. Torrija de esas que te dejan sin palabras.



BIBLIOGRAFÍA:


-HERMINIO LAFOZ RABAZA: “La vida o el Café de Levante”, Zaragoza, 1996


-Página del Café de Levante: http://www.cafedelevante.es/es/historia/calle-almagro


- VV.AA.: “Zaragoza a principios del siglo XX: el modernismo”, Zaragoza, Librería General, 1977.


-JAVIER MARTÍNEZ MOLINA: “Nuevas aportaciones al estudio de la puerta del Carmen de Zaragoza (1787-1795)“, Zaragoza, Revista Artigrama, nº 24, 2009.


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