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El Tubo V. Calle Estébanes.


Una de las calles más importantes del Tubo zaragozano fue y en estos momentos lo es la calle de Estébanes. Denominada así, porque en la zona de la Plaza de Sas (antigua plaza del Carbón) se ubicaba en ella el palacio de los Estébanes, un edificio del siglo XVI perteneciente a una familia de gran posición en aquella época. Esta casa se quemó en 1558 como consecuencia del incendio de la casa colindante, perteneciente a Sebastián Herbás, el cual estaba enfrentado con la ciudad de Zaragoza por razones políticas.

Fotografía en la que vemos la Plaza Sas y el inicio de la calle Estébanes. En la casa de la derecha situada en el inicio de la calle Estébanaes, vemos el antiguo edificio que existía antes de realizar la reforma del sector. En ella el Hostal España, los helados Miguel, a su lado el lugar donde se estableció a principios de los años 50 del siglo XX el primer establecimiento de perfumerías Chiro; y en la esquina con Blasón Aragonés una oficina de Renfe.


En el lateral derecho de la plaza de Sas, esquina con la calle Blasón Aragonés la oficina de información y turismo; y hacia la calle Alfonso, por el mismo lateral derecho, el cartel de la tienda de alimentación “La Española”; y la joyería Jesús que hace esquina con la calle Alfonso.


Al fondo vemos haciendo esquina con la calle Estébanes la antigua carnicería Baile.


Fotografía de Gerardo Sancho. A. H. P.Z.

En este primer tramo de la calle, a la derecha se abre el Pasaje de los Giles (ver El Tubo II Calle Cuatro de Agosto), en cuyas esquinas se ubicaba la horchatería y tienda de alfombras Miguel; y en la esquina izquierda de la Plaza Sas, con Estébanes, donde hoy se abre la óptica Moreira, se ubicaba la Granja Quilez y donde también estuvo abierta la carnicería Baile.

Al lado de la horchatería Miguel se abría la Portada que daba acceso al Pasaje de los Giles (ya visto en el Tubo II Calle Cuatro de Agosto), en cuyo lado derecho estaba la tapicería Borque, aún abierta en los años 90 del siglo XX. Seguidamente encontrábamos el portal que daba acceso al célebre Hotel España, y donde se ubicó la sede de la U.G.T. hasta 1936, justo al lado abría el típico bar de camareras “Bar Jardín”.

Solares donde podíamos encontrar la tienda de niños, cochecitos, cunas, etc., llamada “Puericultura Selección” (aún la podemos encontrar en la Plaza de Sas). En los años 80 del siglo XX ocupaba todo el local (por cierto ahí fue dónde compré todo el “ajuar de mamá primeriza”, la cuna, el cochecito “Arrue”, el parque, etc.

Vista del tramo de la calle Estébanes, desde la plaza de Sas hasta la bifurcación de la calle Libertad, al fondo.

Vista de la calle Estebanes desde la bifurcación de la calle Libertad. A la izquierda Vinos Nicolás; y a la derecha Triana, y el Balcón del Tubo.

En este tramo se abría el bar “El Sanatorio” o también conocido como “El Americano”, al cual se accedía por medio de unas escaleras (hoy también); con el tiempo lo cogieron y lo cambiaron de nombre y de decoración, pasando a llamarse “Triana”, que con el título se dice todo (actualmente podéis observar que sigue con el mismo nombre).

En la esquina de la calle Estébanes nº 7 con la de Libertad abría la tienda de muebles Larez), casa que fue reformada por su propietario el arquitecto Luis de la Figuera en el año 1921. Hoy en día en ella se abre el bar conocido con el nombre “El Balcón del Tubo”. Las tapas buenísimas, doy fe de ello.

En esta esquina con la calle Libertad, se abría una antigua tienda de artículos de géneros de punto. En esta parte la calle Estébanes se estrecha y en este tramo es donde encontrábamos y encontramos locales importantes, tales como la bodega Almau, de la que hablaremos posteriormente.

En la esquina derecha con la calle Libertad se abre Casa Doña Casta (ya comentada en el anterior post del Tubo, dedicado a la calle Cuatro de Agosto), famosa por sus croquetas caseras, en su parte inferior podemos ver su antigua bodega. Un bar famoso por sus tapas, “el Hormiguero azul”, pero también por las hormigas que cubren sus muros.


Edificio nº 8 de la calle Estébanes, donde hoy abre el bar el "Hormiguero azul", un local muy curioso, especialista en productos del mar.

Detalle de las hormigas que cubren toda la fachada del edificio. Estas hormigas son una creación del original artista José Azul.

En el lado izquierdo, a la altura del nº 9 de la actualmente típica calle de tapeo(digo actualmente porque hace unos años en ella bares sólo estaban las bodegas Almau, y la churrería colindante, los restantes locales eran tiendas de venta al público). Podíamos comprar, unas buenas zapatillas de andar por casa en la zapatería Masoner, enfrente de bodegas Almau, y en la misma esquina de lo que hoy es Vinos Moneva o la Casa de las Migas abría sus puertas un limpiabotas, casi también enfrente de bodegas Almau.

En el nº 10 de Estébanes se abría en sus bajos, a la derecha ,la herboristería de doña Julia Mingote Tabuenca, prima del humorista Mingote, en cuyo cartel se podía leer: “ Pompadour, té y manzanilla” ; y al lado las famosas Bodegas Almau, Abiertas desde el año 1870 por Dionisio Almau, oriundo de Borja o de Ainzón, ya no recuerdo el lugar, pero al final casi salimos familia, pues ambos provenimos de la misma zona.


A los Almau se le debe mucho en el Tubo, junto con Juan Leria han luchado por el mantenimiento de este pintoresco lugar en la historia de nuestra ciudad. Mi conversación con Miguel Almau; y con su hijo el joven y alegre Miguel Ángel fue todo un descubrimiento. En un principio era sólo bodega de venta de vino, pero hará unos treinta años se transformó también en bar. Hoy en día llevan el negocio la cuarta generación; y no cesan de impulsar la vida de este nuevo Tubo. Un diez para ellos.


En ese mismo número diez que les he dado a esta estupenda familia se abre la casa de las bodegas Almau. Está totalmente restaurada, y la puerta de entrada es preciosa.

En la siguiente puerta se abre el local de "Bodegas Almau" al que a tantos nos gusta visitar. Las bodegas Almau provienen del bodeguero Juan Vitallé, el cual en el año 1870 tenía bodegas en la calle de Santa Cruz y Estébanes. A finales del siglo XIX entró a trabajar en las bodegas Dionisio Almau, bisabuelo de los actuales propietarios. Este fue el inicio de este negocio familiar, hoy en manos de la cuarta generación: Noé y Miguel Ángel Almau.


En el año 2007 próxima la Expo de Zaragoza, se reformó el local, llevado a cabo por la empresa Horizonte 2007 y el arquitecto Lorente. Ornamentando su exterior con esta preciosa decoración con azulejos de color verde, en recuerdo del color de la antigua puerta del local.


En la fachada personajes famosos como Bumbury, realizado por el famoso ilustrador zaragozano Luis Grañena de Local Estudio.

En este panel está representado el rapero del barrio de la Jota (Zaragoza) Kase O (Javier Ibarra Ramos), realizado por Luis Grañena de Local Estudio.

Aquí vemos al cantante zaragozano Borja Laudo, ahora llamado Bigott, por Luis Grañena de Local Estudio.


En éste último vemos al grupo Amaral, también realizado por Luis Grañena de Local Estudio.

En su interior todo el sabor de la vieja bodega, con preciosas estanterías de madera, llenas de toda clase de bebidas, a parte de su antigua bodega en la planta baja.

Además del buen vino; lo típico de bodegas Almau son sus anchoas, preparadas de las formas más inverosímiles que te puedas imaginar: “con queso y chocolate”, “dulce de anchoa”, “con aguacate, menta y almendra (La Reina); en fin, todo; y qué decir de las croquetas (el día de San José me comí una de calamar en su tinta que aún me dura el sabor a mar).

En el año 2006 las Bodegas Almau abrieron terraza enfrente, en los nº 11 y 12 de la calle Estébanes, donde se ubicaba la gran tienda de encurtidos de Bienvenido Egea (que posteriormente se pasaría al patio de una casa de enfrente).


Hasta el año 2006 estos solares estaban vacíos y llenos de suciedad. En ese año y en previsión de la futura Expo, la familia Almau se puso manos a la obra (llevan luchando por la permanencia del Tubo en el lugar que le corresponde durante muchos años), tuvieron la genial idea de abrir esta terraza, en donde es una delicia tomarte un buen vino (tienes para elegir) con su “tapa de compañía”.


Siguiendo hacia la iglesia de San Gil, encontramos edificios aún abandonados y necesitados de una buena mano que les devuelve el esplendor que tenían hace años. Al lado de la bodega Almau, se abría la famosa churrería, la de churros que me habré tomado en su estrecho local.


En el nº 14 una vieja casona del siglo XIX, en cuya entrada, con un pasillo largo y estrecho, se ubicaba una relojería y en la parte interior el guarnicionero Luis Berdún.

De lo que era el nº 16 de la calle sólo quedan las tapias que colocaron cuando derribaron los edificios. Éstas fueron pintadas por el artista Danjer (Javier Sánchez), en el año 2010 en el 5º Festival Asalto. Este artista realizó varios murales en esta calle.


Aquí se ubicaba la casa de los barones de Torrefiel, en cuyo patio estaba ubicada la librería de lance de Allué (trasladada en 1968 a la calle Cortes de Aragón). Estoy segura que a esta casa fui en varias ocasiones cuando yo era muy pequeña, pues mi padre era amigo de la familia de los Armijo que vivían en ella. Recuerdo una casa muy grande y oscura. En fin, para una niña pequeña como yo, era una verdadera aventura el ir a esa casona, eso sí, gente muy amable y cariñosa.

Los muros de los solares están decorados con alegres graffitis debidos a Danjer, pintor, tatuador e ilustrador. Este artista lleva desde los años 90 del siglo XX realizando graffitis por la ciudad, sus obras son muy coloristas, con personajes muy cercanos al comic. Las figuras tienen cuerpos mucho más pequeños que sus grandes cabezas.


Otro detalle de los grafitis de Danger. Detras de las tapias encontramos el Patio del Plata, otro lugar donde tomarse una copa por la noche.

En este tramo se abría una tienda de venta de géneros de cuero, cinturones, artesanía. Y también la frutería Forces que desde 1931 hasta 1950 se ubicaba en esta zona, hasta que se trasladó a la cercana calle Ossaú (ver Tubo III. Cinegío-Ossaú).

Otro detalle de la terraza de Casa Buisán, situada en el lado izquierdo de la calle. Esos solares deshabitados han sido devueltos a la vida, abriendo estas terrazas “de todo tiempo”, ya que están abiertas en invierno… y en verano, por lo del fumeteo; y me imagino que también por lo del cambio climático, porque un invierno como éste, no lo recuerda nadie.


Al fondo la magnífica torre mudéjar de la iglesia de San Gil.


Otra vista de las terrazas del restaurante Casa Buisán, un lugar ideal para tomar una copa.


En la esquina de la calle Estébanes con la calle Ossaú, se encontraban las famosas mantequerías Buisán, una de las mejores tiendas de ultramarinos de Zaragoza. Fue fundada en 1880.

Enfrente del edificio de Casa Buisán se abre ahora la terraza o Patio del Plata, otro lugar donde poder ir a pasar un buen rato en la noche zaragozana.

Esquina de Ossaú con la famosa tienda la Cachimba de oro, siguiendo hacia Don Jaime había un bar llamado Maxim, que luego sería una óptica. Seguido venía el cine Latino, la de recuerdos que tenemos de este cine. Era propiedad de la familia Rived, fue inaugurado en el año 1954 y cerró en 1979. Posteriormente se abriría un bingo, hasta hoy que aún lo es. En el cine Latino destacaba su pintura en el techo "Apolo y las musas del Parnaso", obra de Luis Berdejo. A continuación la farmacia Rived, de Miguel Ucelay Rived y la perfumería Rived, que más tarde sería el bar Latino.

Vista del antiguo cine Latino, hoy bingo, en el nº 27 de la calle Estébanes. En ese mismo tramo abría la pastelería de Angelines, propiedad de Doña Rosario Villacampa, anteriormente en la calle de San Pablo. Años más tarde se traspasó. Hacia la derecha la antigua farmacia Rived, hoy farmacia Félix Gaspar, en el nº 31

Ya en el tramo final, casi llegando a la calle Don Jaime I, a la derecha la iglesia de San Gil, con construcciones adosadas que fueron derribadas cuando se reformó la iglesia, en ellos se abría una tienda de juguetes, la pastelería-panadería de Apolinar Vicente, especialistas en merengues. Al lado también la administración nº 5 del Rosario.


Fotografía de Juan Laurent. A.H.P.Z.

Vista actual de la calle Estébanes, en donde vemos que todas las tiendas que se situaban en el lado derecho (bajando hacia Don Jaime; en la fotografía lado izquierdo) desaparecieron con la reforma de la iglesia.

Iglesia de San Gil, de la cual se tienen noticias desde el siglo XII. Es iglesia mudéjar del siglo XIV, con reformas barrocas en los siglos XVII y XVIII.


A finales de los años 60 del siglo XX los bajos que ocupaban los establecimientos Rived, compuestos por tres tiendas: farmacia (en la fachada a Estébanes); la perfumería (haciendo esquina con Estébanes y la calle Don Jaime); y la tienda de fotografía y material clínico (en la fachada a la calle don Jaime I, nº 17), se dividieron. En el año 1959 Joaquín Rived Reynes reformó la perfumería, sustituyendo en los muros de la fachada los antiguos azulejos del año 1918, por placas de mármol, según proyecto del arquitecto Marcelo Carqué.

Este edificio con entrada por la calle Don Jaime I nº 17, era propiedad en el año 1918 de Eloy Chóliz, en ese año éste realizó una reforma llevada a cabo por el arquitecto Teodoro Ríos Balaguer. La decoración fue espectacular con cerámicas de rica policromía.


En la esquina un gran escudo heráldico de la familia flanqueado por dos leones rampantes. La planta baja también estaba decorada con relieves cerámicos, pero desgraciadamente se perdió en la reforma realizada en 1959, como ya hemos comentado anteriormente.



BIBLIOGRAFÍA:


-ANA MARÍA GARCÍA TERREL: “El Tubo y su entorno”, Zaragoza, ed. Delegación del Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, 1982.


--ISABEL YESTE NAVARRO: “Del Tubo a “Puerta Cinegia” en Zaragoza. Evolución urbanística del sector en época contemporánea”, Zaragoza, Artigrama, nº20, 2005, pp. 433-455. http://www.unizar.es/artigrama/pdf/20/3varia/13.pdf


-Estudios históricos-artísticos casas de la calle Libertad. www. Zaragoza.es


- URDAÑEZ, BORRAS Y FATAS: Lo que el Tubo ya ha perdido y lo que aún puede perder: http://www.unizar.es/artigrama/pdf/10/4patrimonio/8.pdf


-MIGUEL LIZANA; Y ANTONIO TAUSIET: “El Tubo. Memoria de un abandono”. Barcelona, Ed. March, 2007.


-JULIÁN RUÍZ MARÍN: “Memoria de las calles de Zaragoza”, vol. II, Zaragoza, Librería General, 1997.


-Tengo que nombrar el excelente blog de Rafael Castillejo, que me ha servido por medio de sus fotografías antiguas de Zaragoza para descifrar la localización de bares y locales que ya no recordaba: http://www.rafaelcastillejo.com/zaratubo.html;


- Proyecto GAZA, de Antonio Tausiet y José María Ballestín, también imprescindible para conocer la Zaragoza antigua: http://adioszaragoza.blogspot.com.es/


-Medallas Basilio Paraíso. Empresas distinguidas en el año 2006. Bodegas Almau:

http://www.basilioparaiso.com/acciones-y-servicios/premios-y-medallas-basilio-paraiso/medallas-basilio-paraiso-a-empresas-centenarias/convocatoria-2006/empresas-distinguidas/


-Noticias sobre los Graffitis:

http://misviajesporahi.es/2014/02/ruta-del-arte-urbano-de-zaragoza.html; zaragozaguia.com; naturalezaurbanadoros.com. Y https://streetartgalleryzaragoza.wordpress.com/2013/11/17/danjer-2/


-Artículo sobre el artista José Azul:

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/zoo-jose-azul_580123.html


-Doy las gracias a Juan Leria, dueño del bar Texas, a la familia Almau, de “Bodegas Almau”, y a Aurelio Miguel por su ayuda y sus recuerdos; gracias a todos ellos he podido ubicar piezas de un puzle que tenía algo revuelto.

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