top of page

El Parque Bruil. Zaragoza.


Situado próximo al casco viejo de la ciudad, hoy en día tiene una superficie de 33.420 metros cuadrados. Cuenta con grandes superficies de césped y árboles de gran tamaño. Limita al norte con el andador Alberto Albericio Conchán, al oeste con la calle Asalto, al este con el río Huerva y Mariano Alvira Lasierra, y al sur con los jardines Mancomunidad de Aragón.


En la fotografía la entrada por la calle Asalto, en la que vemos un pino carrasco.


El parque se extiende en los terrenos que en un principio habían pertenecido al convento de Agustinos Observantes (hoy Centro de Historia de Zaragoza), situado en la calle Asalto (edificios al fondo de la fotografía).


En la fotografía, a la derecha uno de los arbustos curiosos del parque: un pitósporo o azahar de la China.


En la entrada de la calle Asalto también nos encontramos un precioso Prunus Pisardi o ciruelo decorativo, al cual le están saliendo ya las flores.


Con la Desamortización de Mendizabal de 1835 los terrenos fueron puestos en venta y adquiridos por el matrimonio formado por D. Zacarías Iñigo y Dña. Maria Saldaña que a su vez, poco después, los vendieron a D. Juan Faustino Bruil Olliarburu, de origen francés, importante banquero y político zaragozano, partidario de Espartero, que llegaría a ser ministro de Hacienda en 1854. En el lugar construyó una torre o casa de campo magnífica, de casi 4 ha.


El señor Bruil plantó diversas especies vegetales desconocidas en la Zaragoza de esa época; trayendo de Angers (Francia) jardineros especializados como Alfredo Carrière y Lorenzo Recaud.


Uno de los árboles que aún se conservan en el parque es esta magnífica encina, catalogada como árbol singular de Zaragoza.

También construyó estanques con peces de colores, parterres. En el parque existía una fauna variada: cisnes, pavos reales, faisanes, algún gamo y corzo, e incluso algún mono se veía saltando de árbol en árbol. En el jardín se situaba la casa de Bruil, nº 60 de la calle del Asalto, una magnífica residencia, en cuyo jardín había hasta una montaña rusa de unos 25 metros de alta. Todo ello desgraciadamente desaparecido. Incluso los domingos (estamos hablando del año 1884), se ofrecían conciertos y otros espectáculos. Los más famosos eran las actuaciones de acrobacia, realizadas por una "Compañía de acróbatas zaragozanos que realizaban en cada actuación tres ejercicios gimnásticos".


La finca estaba regada por la acequia de la Romareda Baja, que partía del Camino de los Cubos (actual Doctor Cerrada) y llegaba hasta la desembocadura del Huerva.


En la fotografía un bello ejemplar de Aligustre del Japón.


Años más tarde, en 1868, la finca la adquirió el notario Francisco de Cavia Fernández (padre del periodista Mariano de Cavia) y su esposa Anselma Lac y Gracia, por un precio de 70.000 escudos.

Finalmente la finca pasó en 1878 a ser propiedad del escritor Sebastián Monserrat y Bondía en pública subasta por la cantidad de 87.100 pesetas. Donando la finca en 1917 a su hijo el ingeniero José María Monserrat Pano.


Durante un periodo de tiempo en este parque jugó el Zaragoza FC., en un campo de tierra, inaugurado el 19 de octubre de 1924 hasta que se trasladó en 1932 a Torrero, ya convertido en el Iberia.


En la zona deportiva encontramos algunos ejemplares de palmito elevados.

Posteriormente fue canódromo e incluso parque de automóviles.


Fotografía: Gerardo Sancho. A.H.P.Z.

Será en el año 1959 cuando el ayuntamiento, siendo alcalde Luis Gómez Laguna, tras una serie de procesos jurídicos, expropió esa parcela situada en lo que hoy es calle Asalto y la ribera del Huerva, para construir un parque público. El parque ocupa una superficie de 38.950 m2, llegando hasta la tapia que corre al lado de la ribera del río Huerva. En el lado de la calle Asalto se cogió una parte del parque para ensanchar la calle.


En la fotografía vemos el camino de los olmos, al fondo el muro que separa el parque de la ribera del río Huerva.

El Parque Bruil fue inaugurado el 17 de julio de 1965 al público. Disponiendo de zonas de esparcimiento para juegos y un kiosko-bar.


Fotografía de Gerardo Sancho Ramo. A.H.P.Z.


El día de la inauguración, 17 de julio de 1965, autoridades. En el centro, el más bajito, el alcalde Luis Gómez Laguna.


Fotografía de Gerardo Sancho Ramo. A.H.P.Z.

Hoy se conservan unas 51 especies, como el granado, el bonetero, la cordilina, la secuoya, el pitosforo, el mundillo, encinas, acacias, tejos, el espino de fuego, el latonero, dos antiguos almeces, moreras, ciruelos, plataneros, olmos, palmitos, aligustres, etc.


En la zona del andador de Alberto Albericio Conchán podemos encontrar dos antiguos y preciosos almeces, cercanos al parque del Huerva.

Uno de los almeces está catalogado como árbol singular en Zaragoza, podéis verlo en la fotografía. Prometo poner fotografías en verano, para poder compararlos cubiertos de hojas.

El parque ha perdido unos 533 árboles en 30 años. La asociación Ansar (asociación naturalista de Aragón) ha dado la voz de alarma sobre el problema que existe en el parque, quizás debido a las obras realizadas, o por la edad de los árboles, o por el hongo armilaria mellea, o por el sistema de riego…, el parque está perdiendo su vegetación. Ya en el año 2014 se cayó una acacia de tres espinas catalogada como árbol singular, con el consiguiente peligro. Hacía tiempo que se había dado la voz de alarma sobre el estado del árbol, pero las cosas de “palacio van despacio”. El Cierzo hizo el trabajo gratis, como casi siempre. Por fortuna no hubo desgracias de ningún tipo.


En la fotografía, a la derecha la zona de la calle Asalto; a la izquierda la zona que da a la calle Mariano Alvira Lasierra. En la fotografía se ve claramente la ausencia de vegetación en alguna zona.

En ese lado (Mariano Alvira Lasierra), encontramos los restos del molino de Juan Martín de Goicoechea, empresario navarro que vivía en Zaragoza. El cual mandó construir un molino de aceite al maestro de obras Agustín Sanz y al cantero Antonio Rives. El molino, en 1785, estaba formado con seis prensas, cuatro para oliva y dos para orujo; y tres bodegas.

Fue importante este molino, ya que durante los Sitios de 1808-1809 por parte del ejército francés, la ciudad sufrió un aislamiento, y este molino fue muy importante para el abastecimiento de la ciudad, por cuya posesión se luchó encarnecidamente.


Fotografía tomada del siguiente enlace: www.oleoturismia.com.

Detalle de la prensa y las dos muelas que se conservan.

Otro detalle de la almazara de Goicoechea.


Rodeando los restos del molino encontramos palmitos elevados, palmito enano, adelfas y granados.

Detalle de las muelas del molino de Goiocoechea.

También encontramos desperdigadas cerca del molino, cuatro piedras circulares y dos rulos que serían parte del moledero. Detalle de los rulos.


Entre las especies arbóreas vemos jabonero de la India, ruya, adelfa…

Detalle de las piedras circulares pertenecientes al moledero de la almazara de Goicoechea.

En la fotografía vemos un gran tejo ubicado en la zona donde encontramos los restos del molino de Goicoechea.

En 1984 el parque había sufrido el paso del tiempo y se vio la necesidad de reformarlo, siendo concejal de Medio Ambiente Mariano Berges Andrés. En ese año elaboró un estudio la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, y se contabilizó que había 79 variedades de árboles diferentes en el parque Bruil.


En la zona de juegos vemos ejemplares de alamo boleana, de aligustres del Japón y Robinias.

También en el año 1984 se inauguró una piscina, hoy desaparecida, que se situaba en donde actualmente se colocaron los juegos para niños.


Fotografía: de Todocolección. He utilizado esta fotografía para mostrar cómo era la piscina en la época y el parque en sí. Si hubiera algún problema rogaría me lo comunicaran y la eliminaría.

Tras un primer recuento llevado a cabo en el año 2014, en este año, había un 75% menos de árboles y la variedad de especies era "incomparablemente menor". Por ese motivo en ese año se plantaron once árboles nuevos: tres Plátanos de Sombra, tres Ciruelos Prunus, un acer y un fresno, un roble y dos moreras.


En la fotografía la entrada al parque por la zona de Mariano Alvira Lasierra, donde podemos ver un precioso almez.

Estructura de piedras imitando una muralla, obra del ingeniero de montes, paisajista, pintor y escultor Rafael Barnola Usano, en colaboración con Mariano Berges y Ángel Ibáñez. Fue colocado en la reforma del año 1984. Se trata de trece bloques de piedra dispuestos como si del resto de una muralla se tratara. Las piedras que se colocaron son los restos del antiguo molino que existía en el lugar.


Desde que fue inaugurado el parque en el año 1965, el parque Bruil albergaba un pequeño “zoo”, en la parte más inmediata a la calle Mariano Alvira Lasierra. Entre los animales que se podían ver: dos leones, varios monos (Rafael. Chita), pavos reales, dos zorros (Betty y Diz), y una pareja de osos: “Juan y Nicolasa”. También había un jabalí, que creció tanto que en 1969 tuvieron que sacrificarlo, y según consta en la prensa su carne fue a parar a la Casa Amparo, quedando la cabeza en poder del hombre que lo abatió.


Sus condiciones eran penosas, poco a poco fueron muriendo los animales de este pequeño zoológico "terrorífico": uno de los leones murió de raquitismo y el otro envenenado. En el año 1979 los vecinos y ADPCA (Asociación Para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales), clamaban por la puesta en libertad de los pobres animales. El oso también falleció, y finalmente solo quedaba la pobre osa Nicolasa, a la que dejaron tuerta de una perdigonada, y daba pena verla.


A finales del año 1984 se intentó trasladarla al balneario de Panticosa, pero no fue posible. Finalmente la aceptaron en el parque Rioleón Safari, en El Vendrell (Tarragona), gracias a la gestión del veterinario Alberto Cortés. (doy las gracias por su ayuda a Luis Rabanaque).



Fotografía: Daniel Pérez: dp-foto.blogspot.com


Lugar donde se situaban las jaulas del antiguo zoológico, hoy en día pista de patinaje.

Otro rincón del parque una escalinata, decorada con evónimos, que comunica la parte de la calle Asalto con la más cercana a la ribera del Huerva. Cerca de esta escalinata se ubicaba la antigua piscina y el anterior campo de fútbol. A la derecha las casas colindantes con el edificio Trovador.


Paseo de los álamos boreanas que comunica con la ribera del Huerva. Al fondo se vislumbra el muro de separación de las dos zonas.

La antigua muralla que dividía el terreno del parque de la ribera o senda del Huerva. A la izquierda podemos ver el parque Bruil, a la derecha la rivera o senda del río Huerva.


Fuente del Parque del Huerva. Al fondo la zona del Parque Bruil.

Cupresal del Parque del Huerva.

Rivera del Huerva, a la derecha, al fondo, se ve el muro que separa el paseo del Huerva del parque Bruil.


Vídeo del molino de Goiocoechea


Hasta aquí el paseo por este parque tan querido por los más pequeños de la casa, ya que en él se realizan todos los festejos en fiestas para los niños. Esa andanza comenzó en 1988 cuando el ayuntamiento contrató a la compañía PAI, para crear un espacio nuevo en la ciudad, un parque infantil para las fiestas del Pilar.



BIBLIOGRAFÍA:


- Paseos urbanos de Zaragoza, el Parque Bruil:

http://web.archive.org/web/20101215062800/http://dpz.es/turismo/multimedia/no_editados_patronato/rutas/viajar-aragon/02-05viajararagon1.pdf


-OLGA CONDE CAMPOS: ¿Conoces el Parque Bruil? Zaragoza, Ayuntamiento Delegación Municipal de Medio Ambiente, 1984.


-Sobre el Molino (Ferrer Sequera, Julio. «Los Goicoechea y su interés por la tierra y el agua en el Aragón del siglo XVIII» (1989), recogido en el boletín nº. 12 (11/2001) de la Asociación Cultural «Los Sitios de Zaragoza»).


-ADELL CASTÁN, J. A.; y GARCÍA RODRÍGUEZ, C: "Deportes y juegos tradicionales", en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón, Domingo, 15 de diciembre de 1996.

Artículos recomendados
bottom of page