El espejo de la vida.
Allí los encontré,
reflejados en la tierra húmeda,
mojada por la lluvia de la noche.
Con sus contornos difuminados
en un cielo azul imaginado,
y aguardando que el sol secase
sus frías y frágiles ramas,
llenas de aire, llenas de luz.
Eso es lo que ví, un gran espejo.
El espejo de la vida.
(G.F.S).
Fotografía: Realizada el 9 de enero de 2016. Paseo de Echegaray y Caballero. Zaragoza.
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