El Parque del "Tío Jorge" de Zaragoza.
Hoy hablaremos de otro parque emblemático en la ciudad de Zaragoza, el Parque del “Tío Jorge”. Situado en la margen Izquierda del Ebro, en el típico barrio del Arrabal o del Rabal, ocupando el terreno en que se situaban las Balsas de Ebro Viejo. Es uno de los parques más grandes de Zaragoza, tras el Parque del Agua y el Parque Grande “José Antonio Labordeta”. Mide unos 151.538 m2, y desde hace años es el punto de reunión para celebrar la fiesta de la “Cincomarzada”, que conmemora la victoria de los zaragozanos frente al intento de las tropas carlistas de entrar en Zaragoza en 1838.
Aunque el proyecto del primer parque data del año 1908, no fue inaugurado hasta el 22 de junio de 1968 por el alcalde Cesáreo Alierta, siendo bendecido por el párroco de Nuestra Señora de Altabás Ignacio Bruna Peribáñez.
El parque tiene varias entradas: por la calle Valle de Broto, por la calle Fernando Gracia Gazulla y por la Avenida de los Pirineos. Esta es una de las de la calle Valle de Broto, enfrente de los Bomberos. Conduce directamente a la parte posterior de la plaza donde se sitúa el monumento al “Tío Jorge”.
Entrada por la calle Fernando Gracia Gazulla, desde la cual podemos ver la red de caminos secundarios de terrizo que se distribuyen por todo el parque, y el camino asfaltado que cruza el parque.
En la entrada de la calle Fernando Gracia Gazulla se puede ver la gran pajarera. En el año 2015 se decidió adaptar dos pajareras en este parque y en la vecina Arboleda de Macanaz, para albergar a colonias de murciélagos, ya que se ha llegado a la conclusión que son muy beneficiosos para el ecosistema (pues se alimentan de insectos y la zona al estar tan cercana al río está plagada de ellos).
Entrando por la calle Fernando Gracia Gazulla, enfrente de la plaza de Santo Domingo, podemos coger el llamado Paseo de los “Escopeteros del Rabal”, denominado así en recuerdo a los más de 2000 defensores del Rabal durante los Sitios de Zaragoza.
Junto a la biblioteca y en la Avenida central, nos vamos a encontrar una serie de esculturas realizadas por la escuela de Arte de Zaragoza. La pena es que al realizarse en tocón de platanero con el tiempo y alguna que otra gamberrada, las mayoría de las esculturas se han deteriorado y se encuentran en un penoso estado de conservación. La primera que podemos ver es esta desfigurada escultura conocida como “el abrazo”, obra de Pablo Valdevira, y realizada en el año 2001. Hoy en día casi no se reconocen a un hombre y a una mujer abrazados.
La siguiente que nos encontramos bajando por la avenida de “los Escopeteros”, a la izquierda, es la conocida como “Hombre del bosque”, realizada por Alicia Martínez García, en el año 2002.
En frente de la anterior podemos contemplar lo que queda de la llamada “AMÉ-HALLE-FUI-FUISTE-AYER”, escultura realizada por el escultor César López Hernández en el año 2001.
Os pongo una fotografía de la misma escultura de hace unos años para que veáis el estado tan lamentable en el que se encuentra hoy en día.
Fotografía: http://www.zaragoza.es/.
También en el lateral izquierdo de la avenida principal podemos contemplar la escultura “Sin Título”, obra realizada en 2002 por el escultor José María Llop Adrián. Esta está en mejor estado.
El parque del “Tío Jorge” es un precioso recinto en el que podemos encontrar gran variedad de flora y fauna. Dos sectores caben destacar en él: el monumento al Tío Jorge y el lago artificial.
En los plataneros de la avenida de los “Escopeteros”, se han instalado en sus copas gran cantidad de nidos de cotorra argentina. Este tipo de pájaros ha proliferado en los últimos años en el barrio del Rabal y está causando importantes molestias a los vecinos, al igual que las tórtolas turcas. En sucesivos años se ha llevado a cabo, según pudimos leer en la prensa, diversas actuaciones por parte del ayuntamiento para erradicar estas molestas plagas.
Fue en los años 80 cuando las cotorras argentinas se empezaron a ver por nuestra ciudad (en el primer lugar que se tuvo noticia de su existencia fue en el centro deportivo El Soto, situado en la ribera derecha del Ebro, en el barrio de la Almozara). En 1986 estas aves comenzaron a anidar en el parque del Tío Jorge. Desde el año 2006 se realizan censos anuales de cotorra argentina en la ciudad de Zaragoza, ya que se ha extendido por todo el municipio.
Esta gran avenida conduce hacia el monumento del personaje que va dedicado el parque: Jorge Ibor y Casamayor, el famoso héroe de los Sitios de Zaragoza (1808-1809), conocido como “El tío Jorge”.
Encontramos una zona circular con palmeras, proyecto de Adelardo de Frutos, en cuyo centro se ubica la escultura de nuestro héroe. Detrás de la cual se yergue un gran monolito de hierros que se elevan sobre un bloque de hormigón (según el autor, hace referencia al arte mudéjar aragonés y al oficio de Jorge: labrador).
En abril de 2015 los bomberos tuvieron que retirar parte de la estructura metálica del monolito por la cantidad de nidos de cotorras argentinas e incluso cigüeñas que se habían ubicado allí. A fecha de hoy el armazón aún no ha sido recolocado.
La escultura del héroe de los Sitios fue realizada por Ángel López Orensanz, realmente no se trata de un retrato, pues poco se parece al Tío Jorge que conocemos por antiguos dibujos de la época. Se le ha representado vestido de baturro y con un trabuco entre sus manos.
Esta escultura fue restaurada en el año 2007, por el escultor Frank Norton. El 14 de noviembre de 2010 tras una larga polémica se repuso en su pedestal.
En la zona del monumento al “Tío Jorge” se ubican palmeras, entre ellas la especie más numerosa es la variedad de Phoenix canariensis.
En el parque hay unas 50 variedades arbóreas. Podemos ver plataneros, cipreses, pinos, palmeras canariensis, formando un bonito contraste multicolor.
Otra vista de la zona cercana al monumento al "Tio Jorge".
Otro sector importante de este parque es la laguna artificial, inaugurada en los años 80 (agradezco a Juan Carlos Lahoz su dato, ya que en todos los estudios que he consultado la fechan en 1973), en la que a través de un puente se puede acceder a un pequeño islote central. Al fondo los edificios de la avenida Valle de Broto.
Zona de la laguna que da al lateral de la calle Valle de Broto. El fondo de la laguna se limpió en agosto de 2015, tras años reclamando su cuidado.
Detalle del puente que comunica con el islote. Al fondo la urbanización Kasan, los primeros bloques que se construyeron en el barrio del Actur.
Islote central de la laguna. En el cual se sitúan grandes pinos alepensis.
En la fotografía podemos ver lo que queda de la escultura que se ubicaba en el centro de la laguna, obra de Manuel López Garcia, de 1973: “Patos en vuelo”. Hoy en día en restauración (pensamos, ya que no se encuentra en su pedestal).
En esta fotografía de hace ya unos años vemos la escultura “Patos en Vuelo”, obra de Manuel López García, cuando aún no había sufrido las inclemencias del tiempo y ¡Cómo no! De la acción de algún desaprensivo.
Fotografía: Manuel López.
Vista de la laguna, al fondo la zona de la avenida de los Pirinéos, con la urbanización Kasán.
Vista de la laguna y como telón de fondo la urbanización Kasán. Fue en el año 1974 cuando en mitad de campos de cultivo, de la carretera nacional y de las vías del tren, se levantaron una serie de edificios a los que se les denominó “Kasán”. Todo el mundo pensaba que era una locura hacer una urbanización en esa localización. Muy pocos eran capaces de imaginar que 30 años después el polígono de “Actuación Urgente Rey Fernando” se convertiría en el segundo centro de Zaragoza.
Numerosas aves pueblan este parque: anades, autillos, gorriones, mirlos, petirrojos, tórtolas, urracas, cotorras argentinas, mosquiteros, etc. Ya hemos comentado que en los últimos años han anidado numerosas cotorras argentinas y tórtolas turcas, provocando algún que otro problema, ya que se han reproducido de manera incontrolada.
Otro rincón del parque.
El otoño es una estación también muy bonita para pasear por el parque, en donde podemos contemplar imágenes como ésta.
Los cipreses también son numerosos, junto a olivos y especies arbustivas que ofrecen una bonita imagen.
También podemos encontrar grandes praderas de césped; hay una superficie de 126.638 m2 sembrada.
En el año 2015 se ha procedido a replantar césped y algunas especies arbóreas. Poco a poco el parque está recobrando su antigua imagen, tras años reclamando su reforma por parte de las asociaciones vecinales.
También se han establecido zonas en donde se puede dejar a los perros sueltos en determinado horario y siguiendo la normativa general, no permitiéndose en la zona próxima al lago.
El parque del Tío Jorge es un lugar tranquilo donde disfrutar de un agradable paseo en contacto con la naturaleza y olvidar por un pequeño momento los problemas que nos envuelven.