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LA FERVENZA DO ÉZARO. COSTA DA MORTE (Galicia).

En el verano de 2015 realicé un viaje recordatorio de mis andanzas juveniles por estas maravillosas tierras gallegas, ese día visité Finisterre, Corcubión, Cee.., y camino de Muros, donde íba a pernoctar, paré para conocer la Cascada de Ézaro (La Coruña), de la cual tanto me habían hablado, sinceramente mereció la pena.


La Fervenza o cascada de Ézaro es uno de los lugares más mágicos y bellos de Galicia, un rincón de la Costa da Morte que nadie debe perderse. La zona es maravillosa, a escasa distancia se encuentra el precioso pueblo pesquero de Ézaro, junto al legendario Monte Pindo.


Aparqué el coche cerca de lo que hoy es el Museo de Electricidad do Ézaro, y caminando por un sendero de fácil acceso subí hasta el mirador, desde el cual se puede contemplar la cascada en toda su inmensidad. Es abrumante la belleza, el sonido de ese río Xallas que bajando por el granito pulido del monte Pindo cae directamente al océano.


El Xallas es uno de los siete ríos de Europa que desemboca en forma de cascada directamente en el océano, ya que en las tierras de los hermosos fiordos y en Escocia existen algún que otro regato que también lo hace. Incluso en las Islas Feroe tenemos un caso similar. Pero todos ellos, pequeños y ocasionales regatos. Podemos afirmar que, el Xallas, es el río de más caudal que así lo hacía en un pasado.con una altura de 40 metros y un pozo de más de 16 m de profundidad.


Actualmente, y debido a la central hidroeléctrica que se sitúa aguas arriba, el caudal de agua está regulado por una polémica presa artificial, pero tuve suerte y pude ver la Fervenza caer con toda la fuerza de la naturaleza. Un espectáculo inolvidable.


Sendero que conduce a la Fervenza do Ézaro, nos encontramos riachuelos cayendo por la ladera del monte. La naturaleza nos envuelve.


La Fervenza do Ëzaro, el río Xallas uniendo sus aguas con el océano que entra en la tierra, como si de una ría se tratara.

Las aguas se funden con rocas y peñascos; y junto a la vegetación circundante forman un paisaje precioso

El río se bifurca en varias cascadas y cae entre las rocas y la vegetación.

La belleza de la cascada de Ézaro al golpear las fuertes rocas y paredes rojizas del mágico Monte Pindo.


La naturaleza en todo su esplendor.


Cascada espumeante entre las rocas.


Las aguas dulces y saladas, sin prisa, van a encontrarse con el gran océano en la ensenada de Ézaro.


El agua se remansa pasando por las robustas piedras del Monte Pindo.

Durante el recorrido se ve la piedra granítica del monte, cuya tonalidad varía según la incidencia de la luz sobre ella.

El paisaje se abre, el océano busca su salida hacia la Ensenada de Ézaro, donde se unirá con la inmensidad del Atlántico. Grandes rocas contemplan el suave paso de las aguas en su viaje hacia el gran océano.

A la derecha, se observa, al fondo, el Museo de Electricidad do Ézaro.

El río Xallas ya convertido en mar baña el Monte Pindo, se le llama Pindo, porque dicen que se asemeja al Monte Pindo de Grecia.


Este monte es conocido también como el Olimpo celta, según la tradición sus piedras fueron esculpidas por los antiguos celtas, pues creían que era la morada de los dioses. Es un monte lleno de leyendas de hadas, monstruos, de ritos mágicos, conocido desde muy antiguo.

Vista desde el mirador de Ézaro, a la izquierda el Monte Pindo; a la derecha el brazo de mar que se adentra en la tierra para encontrarse con las aguas dulces del río Xallas, en cuyo extremo se vislumbra el Museo de la Electricidad de Ézaro, museo que se puede visitar; en el centro la playa y el pueblecito de Ézaro, que da paso a la llamada Ensenada de Ézaro, lugar donde en épocas lejanas los corsarios varaban sus naves. Al norte, a lo lejos, majestuoso, el cabo de Finisterre.


Fotografía: _Wiki_

Por último os pongo un vídeo que hice en este paradisiaco lugar. Una delicia de paisaje, olores, colores y sonido. En definitiva un viaje inolvidable.

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