top of page

UNA SIMPLE LLAMADA. HISTORIAS DE MI JARDÍN ENCANTADO.

“El frío se hacía sentir", otro invierno que pasar; se le hacía tan cuesta arriba. Sólo pensar los fríos días que estaban en camino se le helaba la sonrisa, hasta su jardín encantado estaba perdiendo la alegría que tenía, las flores se iban marchitando, los árboles perdían sus hojas.


Los duendes, hadas y geniecillos invernarían como todos los años, y no sería hasta la primavera que volvieran a aparecer en su vida, les echaba tanto de menos, eran tan alegres y simpáticos. Esa misma tarde, había conversado con Glok, un duende de cierta edad, muy inteligente y caviloso, el cual, mirando al cielo le dijo: “Pronto será la marcha, el cielo lo anuncia, esas nubes nos señalan el camino”. Ella no entendía el porqué de ese trasiego anual, hasta las cigüeñas se quedaban ya en el pueblo; pero él le contestó, que ellos sin flores no podían vivir, y que emigraban en busca del aroma de las flores. Ella comentó que llevaba varios días notando el cambio de estación, que su ánimo no estaba en el mejor momento, y que su marcha sería dolorosa; sus estrellas estaban tan lejos, y las echaba tanto de menos.


Se despidieron con gran tristeza, pero con la esperanza de volver a encontrarse en la próxima primavera. Lentamente entró en la fría casa, pero de repente una simple llamada encendió el hogar. Una estrella lejana, lejana, regresaba por unos días a su pequeño universo, y las flores volvieron a brotar.


Artículos recomendados
bottom of page