VIVA LA VIDA

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos... Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... ...antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos. (Charlie Chaplin).

Ella pensaba y reflexionaba sobre el sentido de la vida; ya desde muy niña, en casa, en el colegio, en definitiva en “el pequeño mundo” en que se movía le enseñaron que el sentido de existir, era el de formarse, encontrar un buen trabajo, crear una familia, criar adecuadamente a sus hijos, atender a sus padres cuando lo necesitasen, y esperar a que le tocase a ella ser cuidada por los suyos. Era la cadena de la vida.

Pero no, en el fondo eso no era lo que ella hubiera deseado. Estaba satisfecha con su elección, ya que si no hubiera tomado esa opción ELLOS no estarían ahí. Pero a pesar de todo, tenía la absoluta certeza de que cada uno tenía que encontrar el sentido individual que quería dar a su vida. Muchas veces envidiaba a esos jóvenes que habían roto con la norma establecida a lo largo de tantos y tantos años; y exploraban el dar otro significado a la vida, a su vida.

Muchos aprovechaban al máximo su travesía por este mundo, y se embarcaban en una aventura fascinante, una aventura para buscar ese sentido positivo que todos tratamos de alcanzar, de una manera o de otra. Naturalmente en esa empresa se encontraban dolor y amargura, porque la vida era eso también, pero no por ello dejaba de ser una aventura fascinante, llena de oportunidades, de vivencias, de emociones, que ella apenas pudo conocer.

Su sentido de la vida estaba ya escrito, vivía por y para su elección, ELLOS eran su fuerza, su pasado, presente y futuro. Anhelaba que ELLOS encontraran ese sentido que les llenara, y aprobaran con matrícula de honor esa asignatura que se llamaba vida. Y mientras ella, con su jardinero fiel, seguiría su pálpito vital.

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