VILLA DE PEDRAZA (SEGOVIA) Preciosa villa medieval declarada Conjunto Monumental
Vista general de Pedraza.
Declarada conjunto monumental en 1951, es uno de los pueblos más bonitos de España. La villa situada en el piedemonte segoviano, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, se asienta sobre un promontorio, rodeado por los arroyos de San Miguel y Vadillo, que se unen, tras pasar una gran roca, formando el río Cega. A la izquierda el torreón de Hontanillas, en el centro la torre de la iglesia de san Juan Bautista, y a la derecha el castillo de la Villa.
Por los restos encontrados cerca del castillo, se sabe que ya estaba habitada en el siglo IV a.C., por población celtibérica. Posteriormente fue ocupada por los romanos quienes la llamaron Pretaria (existe una leyenda que dice que de ella pudo ser originario el emperador Trajano, pues en una historia general de España ordenada hacer por el rey Alfonso X el Sabio dice: "Trajano fue español é natural de una villa de Extremadura, que á nombre Pedraza"). Pero hay que esperar hasta la Edad Media para encontrar noticias escritas sobre Pedraza. En el documento conocido como "Votos de san Millán", privilegios que Fernán González otorgó al Monasterio de san Millán de la Cogolla en el año 934, en uno de los apartados aparece el nombre de "Petraza", lugar, entre otros, que debía de pagar anualmente al mencionado monasterio un arienzo (moneda antigua castellana), por casa casa de la Villa.
En el siglo VIII, poblaciones fortificadas como Pedraza constituían una primera línea de defensa contra las incursiones de los ejércitos musulmanes. Tras la conquista del territorio entre el siglo X y XI la villa se repobló; constituyéndose en cabeza de una "Comunidad de Villa y Tierra" (concejos comuneros independientes), que actualmente abarca 18 municipios y funciona como una institución administrativa de su patrimonio comunal.
En el año 1369, Pedraza perdió su condición de realengo y se convirtió en Señorío Jurisdiccional, mediante privilegio del rey Enrique II de Trastamara en favor de don Fernando Gómez de Albornoz, comendador de Montalbán, como premio por su ayuda en la guerra contra su hermano el rey don Pedro. Posteriormente, a finales del siglo XIV, Juan I donó la Villa a don García González de Herrera y Duque, primer Señor de Pedraza de la Sierra
Acueducto. Iglesia de san Miguel y Casa del Águila.
Cerca de la población podemos ver el acueducto, construido para llevar el agua desde el manantial "Madre del agua", hasta la "Fuente del Caño". En el barrio del Arrabal, donde se puede ver la antigua iglesia de san Miguel o ermita de Nuestra Señora de Carrascal, y la conocida como "Casa del Águila", Centro de Interpretación del Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama.
Torreón de las Hontanillas.
En el flanco suroriental del recinto amurallado podemos ver el torreón de las Hontanillas, donde existía un aljibe que tenía el pueblo en el siglo XV. En realidad se trata de una torre albarrana. El Ayuntamiento ha rehabilitado esa instalación, que hoy alberga un auditorio donde se organizan actos públicos.
En 1472, Doña Blanca de Herrera, hija única de Don García, se casó con don Bernardino Fernández de Velasco, III conde de Haro y I Duque de Frías, pasando la villa de Pedraza a manos de la familia Fernández de Velasco.
En el siglo XVI la villa era propiedad de don Íñigo Fernández de Velasco, bajo su mando comenzó, en la localidad, una época de gran esplendor, gracias al comercio lanar que convirtió a la villa en el centro de la actividad económica de toda la zona. Tan importante llegó a ser el comercio lanar que se formó La Mesta, que en un principio nació como una organización de pastores y pequeños ganaderos, llegando a convertirse en una poderosa institución en 1526, que creó una tupida red de cañadas para facilitar el tráfico de las ovejas merinas, llegando a controlar tres millones de cabezas. La lana castellana se hizo famosa en Europa, abasteciendo a talleres de Brujas y Florencia.
Este auge económico provocó que en Pedraza se afincaran ricos hombres, nobles y grandes ganaderos, los cuales construyeron sus casas señoriales en la localidad.
Torreón de la Cárcel.
En el siglo XVIII comenzó una paulatina decadencia que se irá acentuando hacia 1811 a causa de la crisis ganadera que asoló a la Meseta (la poderosa Mesta desapareció en 1836); y por la abolición del antiguo régimen feudal en las Cortes de Cádiz. A principios del siglo XX la villa sufrió un fuerte abandono, pero posteriormente se volvieron a ocupar las casas que habían quedado vacías, ya que fueron compradas a bajos precios, siendo restauradas, convirtiéndolas en segundas residencias. Este hecho motivó la rehabilitación casi total de la localidad, transformándola en una de las villas más turísticas de Segovia.
Gracias a esa rehabilitación el 30 de marzo de 1951 fue declarada Conjunto Monumental, consiguiendo también entre otros premios el de "Europa Nostra" en 1996. Por su belleza en ella se han rodado varias películas, entre ellas la "Aldea Maldita", realizada en 1929 por Florián Rey, y "Campanas a Medianoche", en 1965 dirigida por el gran Orson Welles; y últimamente algún capítulo de la serie Isabel y otras series diversas.
La Puerta de la Villa.
La Villa de Pedraza estuvo rodeada, desde el siglo XI, por una muralla. La única entrada a la villa actual se encuentra en el lado oriental (anteriormente había una pequeña puerta al lado del castillo, pero en el siglo XVII se tapió). Se construyó en el siglo VII, siendo más tarde rehabilitada, hacia 1501, por el entonces señor de Pedraza, don Iñigo Fernández de Velasco, conde de Haro, III Condestable de Castilla y II duque de Frías, camarero y copero mayor de Carlos I. En la clave de esta portada podemos ver su escudo de armas.
Es una puerta de dos portones de madera de álamo negro. Forma parte del torreón de vigilancia del edificio en el que se ubicaba la cárcel, siendo el carcelero, el encargado de cerrarla al anochecer para que la villa estuviera protegida, tarea que se realizó hasta el primer cuarto del siglo XX.
Escudo de los Fernández de Velasco.
Se trata de una puerta que abre en arco rebajado, decorado exteriormente con labores mudéjares de ladrillo rojo, que aparecieron en la rehabilitación de finales del siglo XX. En la clave podemos ver el escudo de los Fernández de Velasco.
Interior de la Puerta de entrada.
En el interior del arco de esta portada podemos ver la capillita "Del Cristo de la Puerta de la Villa"; que los Viernes Santos sale a la calle en procesión.
Parte interna de la portada de entrada a la Villa.
Una vez que traspasamos la puerta de entrada, entramos a una auténtica villa medieval, que se mantiene casi intacta desde el siglo XVI.
Escudos de los Fernández de Velasco y de Comunidad de Villa y Tierra.
En la parte interior de esta puerta de entrada a la villa podemos ver en la clave del arco, los escudos de los Fernández de Velasco y el de la Comunidad de Villa y Tierra, sobre ellas una inscripción que dice: "Esta obra se hizo a costa de Villa e Tierra". En el escudo de la Villa vemos la inscripción con el año 1577.
En la replaceta que se forma flanqueada la puerta, confluyen tres calles principales de la Villa, la central es la Calle Real, que conduce a la Plaza Mayor; la de la derecha, la Calzada que conduce a la iglesia de Santa María y al castillo; y la de la izquierda, la calle de las Cuestas, que nos conduce hasta la zona donde está el ábside de la iglesia de san Juan.
Entrada a la cárcel de la Villa.
Al entrar en la localidad lo primero que nos encontramos es una torre vigía, del siglo XIII, que se alza sobre la puerta de la villa. Es un edificio que, a mediados del siglo XVI, se habilitó como cárcel. Actualmente sigue siendo propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza. Se utilizó hasta 1890, quedando abandonado. A mediados del siglo XX lo rehabilitó la Fundación Villa de Pedraza, abriéndose al público el 1 de abril de 1994.
Antes de comenzar nuestro paseo por la villa subamos a este edificio, para conocer cómo era una cárcel medieval. En la fachada del edificio vemos el escudo de armas de la familia Fernández de Velasco, tallado en piedra.
Sala de la Chimenea.
En la planta principal encontramos una amplia sala con una chimenea, en donde habitaban el carcelero y los soldados que custodiaban la cárcel.
El carcelero, también era el encargado de abrir y cerrar la puerta que daba acceso a la Villa. El edificio contaba con varias salas destinadas a los presos.
Inscripciones en los muros de la sala de la chimenea.
El edificio contaba con dos pisos de mazmorras, en el superior se confinaban a los delincuentes menores.
Estancia destinada a los presos preventivos
Al anochecer los presos eran obligados a tumbarse en este banco de madera corrido, cubierto de pajas y se les ponían cepos en los tobillos y grilletes en los cuellos para quedar inmovilizados.
Retrete de la cárcel.
Para hacer sus necesidades los presos, bien lo realizaban a través de un agujero practicado en la pared, por donde los residuos caían en la parte exterior de la muralla, recogiéndolo para utilizarlo como abono; o bien a través de un agujero que existía en el mismo suelo de este primer nivel, cayendo la porquería al sótano, donde se encontraban los presos más peligrosos.
Celdas de madera.
Existían también dos celdas de madera para presos comunes, en las que apenas entraba luz, en ellas podían estar hasta unas quince personas, durante varios días.
Inscripciones dentro de las celdas de madera.
Entrada antigua al sótano.
El sótano, se reservaba a los que tenían penas más importantes, generalmente de sangre. A través de un agujero eran arrojados desde una altura de varios metros a este edículo. Muchos de ellos morían por las heridas que se hacían cuando caían al suelo, ya que si se rompían piernas u otros miembros del cuerpo, no eran atendidos y fenecían a los pocos días.
Sótano restaurado.
Pero no solo sufrían ese castigo terrible, sino que, como ya hemos comentado, los excrementos de los presos del nivel superior les caían encima. Cuando se restauró el edificio en el siglo XX se descubrió en el sótano una capa de excrementos de considerable altura, entre los que se hallaron restos humanos.
Parte superior del edificio, desde donde se pueden ver preciosas vistas de la Villa.
Fielato de Carnes.
Antes de encaminarnos hacia la calle Real, visitamos la calle Procuradores en donde se encuentra el antiguo fielato de carnes. Los fielatos eran oficinas que se situaban en la entrada de los lugares y se encargaban de pesar y cobrar los derechos de peaje de las mercancías que entraban en los pueblos. En la parte alta de la fachada vemos la inscripción: realizada con cal.
Calle Real.
Continuamos nuestro camino por la calle Real, eje de la villa, a través de ella podremos admirar los edificios más emblemáticos del lugar, y que nos conduce hasta la Plaza Mayor. Todas las calles de la villa están empedradas, manteniéndose la estética medieval a lo largo de los siglos.
Calle Real. Casa Pilatos y Casa Grande.
En la calle Real podemos encontrar numerosas casas solariegas, de las que sobresalen dos, construidas en los siglos XVI y XVII, separadas por la calle Cordovilla o del Cura, en la que, al fondo, podemos vislumbrar la torre de la iglesia de san Juan Bautista. La de la izquierda es la conocida como Casa de Pilatos; y la del centro, como "Casa Grande", cuyo tercer piso está realizado con el sistema de entramado de madera con ladrillo, típico de esta zona. En la clave del arco de la puerta de entrada podemos ver el escudo de la Comunidad de Villa y Tierra: dos leones rampantes sosteniendo un castillo.
Casa Pilatos.
En lo que respecta a la Casa de Pilatos, es un edificio que hace esquina con la calle Cordovilla. Este palacio era propiedad de la familia Ladrón de Guevara, y fue construido en el siglo XVI. Lo más interesante es su balcón esquinero. Uno de los miembros de esta familia fue regidor de la villa: Juan Ladrón de Guevara.
Detalle del balcón esquinero de la Casa de Pilatos.
La Plaza Mayor
La plaza de la Villa fue configurándose a través de los siglos. Es el centro neurálgico de la villa y una de las joyas de la arquitectura popular castellana. La mayor parte de la plaza presenta soportales que se añadieron en el siglo XVII. En ellos podemos ver restos seguramente pertenecientes al castillo.
Lado occidental de la Plaza.
En donde encontramos dos grandes caserones con sus blasones; en uno de ellos, la antigua farmacia.
Lado noroccidental de la Plaza Mayor.
Se trata de una plaza irregular, y a pesar de su forma anárquica es una de las más bellas de España. En ella se conservan las casonas de las familias más importantes que vivieron en la villa. Desde los balcones de sus casas podían contemplar los festejos populares, incluidos los taurinos, que aún hoy en día se celebran desde el 6 al 11 de septiembre.
Casas porticadas, lado septentrional de la Plaza Mayor.
Es una plaza de estilo castellano, con laterales porticados y dos alturas. En el segundo piso se abren balcones o solanas de madera, desde donde sus habitantes podían contemplar los festejos que se celebraban en la Villa, como ya hemos comentado. Son edificios construidos entre los siglos XVI y XVII.
Estas que se encuentran enfrente de la iglesia, en su origen, eran dos casas señoriales, con sus blasones, construidas en el siglo XVI, que posteriormente se convirtieron en viviendas.
Detalle de las Casas Porticadas del lado norte de la plaza.
Detalle de las columnas y capiteles de los soportales.
Los soportales se añadieron en el siglo XVII, tanto las columnas como los capiteles pudieran pertenecer al castillo, que en alguna remodelación fueran aprovechados para hacer los soportales.
Detalle de las puertas de cuarterones bajo los soportales.
En los muros también podemos ver restos de inscripciones realizadas con cal.
Algunas de estas portadas presentan en las claves de sus arcos dovelados, los escudos de la familia que las habitaba.
Otra vista de las Casas Porticadas del lado septentrional de la plaza.
Rincón bajo los soportales del lado septentrional.
Podemos observar el antiguo enlosado.
Casa del Marqués de la Floresta.
En el lado occidental de la plaza, haciendo esquina con la calle Real, encontramos la Casa del Marqués de la Floresta. Edificio construido en el siglo XVI.
En el lado occidental de la plaza podemos ver, como ya hemos comentado, la casa del marqués de la Floresta, la antigua taberna y el ayuntamiento de la villa.
Entre la casona del Marqués de la Floresta y el ayuntamiento está la antigua taberna, que podemos visitar.
Rincón del lado occidental de la plaza, al fondo la antigua taberna.
Lado suroeste de la plaza, en donde podemos ver el ayuntamiento, la casa de Villa y Tierra y la iglesia parroquial.
Ayuntamiento de Pedraza.
El ayuntamiento se articula con una galería de triple arcada con arcos rebajados en sus dos plantas.
Sobre el edificio podemos ver un viejo reloj. Se tienen noticias de que ya en 1774 un relojero se encargaba de su cuidado, cobrando un salario anual de 120 reales.
Arco del ayuntamiento.
En la parte inferior derecha el arco se abre a una lonja interior por la que se accede a la calle Cuestas, calle que corre paralela a la Plaza Mayor, como luego veremos.
Casa de Villa y Tierra.
El edificio que hace ángulo con el ayuntamiento, y está al lado de la torre de la iglesia, pertenece a la Comunidad de Villa y Tierra. En el dintel de la portada de entrada y flanqueando el escudo de la institución, podemos leer: "Hiçose a costa de / Villa y Tierra / Ano / 1627" . Tanto éste como el ayuntamiento están conectados, compartiendo zaguán y escalera.
En la parte derecha de la fachada del edificio encontramos un pasadizo que nos conduce a la plaza del Ábside, en donde podemos contemplar el ábside románico de la iglesia de san Juan.
El Balcón Verde.
Entre la Casa de Villa y Tierra y la iglesia de san Juan, existe un curioso edificio que solo consta de un balcón, al que solo se puede acceder por el exterior. Es el conocido como "Balcón Verde". En el muro podemos leer la inscripción que mandó tallar don Antonio Pérez de la Torre y Zúñiga, ya que este noble caballero vivía en la calle Real y no tenía balcón para poder ver los festejos en primera fila, se le concedió tener en propiedad este balcón. La inscripción dice así: "ESTE SYTYO T BALCON ES DE D. JVAN PEREZ DE LA /TORRE Y ZVÑYGA DE ESTE ORDEN".
Iglesia de san Juan Bautista.
En el lado sur de la plaza se sitúa la iglesia de san Juan Bautista. Es la única iglesia que se conserva abierta al público de las siete que existían en la villa. Aunque en origen románico, tal y como podemos por su esbelta torre, fue remozado en época barroca. En su interior podemos ver retablos barrocos, una pila bautismal románica y el órgano realizado por el organero palentino José Otorel.
Plaza del ábside.
El pasadizo que hemos comentado nos conduce a la plaza del ábside, en la que podemos ver el ábside románico y la torre de la iglesia de san Juan. La torre románica, con doble arquería, es visible desde cualquier punto de la villa.
A la derecha, enfrente del ábside, y a través de otra puerta abierta, se accede al espacio que al hablar del ayuntamiento hemos comentado como lonja. Está en la parte inferior del ayuntamiento y pone en contacto la plaza Mayor con la calle Cuestas.
Lonja o "Las Carnicerías".
Se trata de un espacio cerrado con rejas, conocido como las Carnicerías, que pudo servir como Lonja y que hoy sirve de museo abierto, en donde se pueden contemplar restos arqueológicos encontrados en la Villa.
Entrada a la lonja o "Las Carnicerías" por la calle Cuestas.
Arco que comunica el espacio anterior con la calle Cuestas. Al fondo la plaza Mayor; y a la izquierda se vislumbra la portada que comunica con la plaza del ábside.
Plaza del Ganado.
En frente de la plaza del ábside podemos pasear por la plaza del Ganado, una zona llena de encanto.
Antiguas Escuelas.
En el lateral de la iglesia de san Juan, en la plaza de la Olma, nos encontramos esta casona con los escudos de la familia Perex. Fue donada por el conde de San Rafael para abrir en ellas las Escuelas, que aún seguían funcionando en el siglo XIX.
Calle Mayor.
Desde la calle de la Olma nos encaminamos hacia la calle Mayor, que nos conduce directamente hacia el castillo, dejando atrás la torre de la iglesia de san Juan.
Calle Mayor.
Seguimos por la calle Mayor viendo poco a poco más cerca el magnífico castillo.
Castillo de Pedraza.
El castillo se ubica al norte de la muralla, sobre un promontorio rocoso, en el que se conoce que existió un castro prerromano. Se comenzó a construir en el siglo XIII, seguramente sobre los restos de una alcazaba musulmana, aunque no se conserva ningún resto. Su situación le hace inexpugnable, solo podía ser atacado por el frente, salvando la única entrada a la Villa y un profundo foso, a los pies del castillo.
Exterior del castillo.
En el siglo XV fue remodelado por don Pedro Fernández de Velasco. Pero el tiempo lo fue arruinando poco a poco. En 1529 en él estuvieron cuatro años recluidos don Francisco y don Enrique, hijos del rey de Francia Francisco I. El monarca fue hecho prisionero en la batalla de Pavía el 25 de febrero de 1525. El rey francés firmó el Tratado de Madrid comprometiéndose a cumplir lo firmado, y para asegurarlo dejó a sus hijos en prenda en este castillo. El condestable Fernández de Velasco y su hermano, el marqués de Berlanga; don Juan de Tovar, marqués de Berlanga, cuidaron de la seguridad de los niños.
Puerta de Entrada del castillo.
Patio interior del castillo.
En 1925 el castillo fue adquirido por el pintor Ignacio Zuloaga, rehabilitando la torre del homenaje como vivienda y estudio.
Patio interior del castillo.
En el año 2011, María Rosa Suárez Zuloaga, nieta del pintor, heredera del castillo de Pedraza, rehabilitó una torre del castillo para ubicar en ella un museo dedicado a la obra de su abuelo y a la colección de arte, que había adquirido a lo largo de su vida.
Rincón del castillo.
Puerta de entrada a la iglesia de santa María.
En las inmediaciones de castillo, en la calle Calzada, encontramos los restos de lo que fue la iglesia románica de santa María (que también fue adquirida por el pintor Zuloaga).
Era una iglesia importante en la villa, ya que en ella celebraban todos los actos religiosos los duques de Frías, e incluso en 1762 asistió a misa el rey Carlos IV, el edificio está muy deteriorado.
Torre de la iglesia de santa María.
Del templo de Santa María destaca su alta torre que se erige sobre el ábside de la nave meridional. En ella se abren ventanas de medio punto abocinadas, sobre las que vemos ventanas geminadas.
Ábside de la iglesia de santa María.
También se conserva el ábside románico de la nave septentrional, en la que se abre una ventana de medio punto, con columnillas con capiteles decorados con motivos vegetales.
Calle Calzada.
Bajando por la calle Calzada seguimos encontrando a nuestro paso casas solariegas y casi al lado de la calle Procuradores encontramos el edificio de la antigua iglesia de Santo Domingo, hoy sede de la Fundación Villa de Pedraza.
Antigua iglesia de Santo Domingo.
La primitiva iglesia fue románica, quedán en pie el muro meridional, el hastial occidental y la base de la torre. Con el esplendor de la Villa, se remodeló la iglesia en el siglo XVI, desmochándose la torre. Con la Desamortización de 1853 se abandonó, siendo adquirida en 1998 por la Fundación Villa de Pedraza rehabilitándola.
Antigua ermita de san Pedro.
Por último hablaremos de la ermita de san Pedro, situada a extramuros de la Villa, en la zona más meridional de la localidad, en el aparcamiento conocido como de "La Florida". Esta ermita documentalmente aparece en el año 1247.
Fue vendida por el obispado a doña Margarita Cabestany, quien la restauró para vivienda. En el año 2006 estaba a la venta, hoy vuelve a estar ocupada. La portada principal se abre en la zona occidental, pero está totalmente remodelada para utilizarla como vivienda.
Ábside de la antigua ermita de san Pedro.
Es una edificación de una única nave, actualmente dividida en dos pisos para adaptarla a vivienda, con cabecera semicircular, en cuyo único ábside se abren dos saeteras y en su parte central una ventana, con restos de decoración románica. Arco de medio punto decorado con bolas.
Noche de las Velas. Casa de Pilatos y Casa Grande, en la calle Real.
La Fundación Villa de Pedraza (constituida en el año 1993), junto con el Ayuntamiento, organizan los dos primeros sábados de julio el célebre “Concierto de las Velas” o “Noche de las Velas“. En esos días, desde el atardecer hasta la madrugada, se alumbra todo el pueblo con más de 35.000 velas, realizándose conciertos y actividades culturales. Fotografía wikipedia (Carlos Delgado).
Hasta aquí el paseo por esta preciosa Villa, que no os podéis perder. Espero qué os haya gustado.
Hasta el próximo vuelo.
BIBLIOGRAFÍA:
-FRANCO SILVA, Alfonso: Pedra de la Sierra. El proceso de formación de unas ordenanzas de Villa y Tierra en los ss. XIV y XV.: file:///C:/Users/Lupe/Downloads/Dialnet-PedrazaDeLaSierra-58246.pdf
-Fundación Villa de Pedraza: https://pedraza.net/
-PASCUAL, Carlos; y GRACIA ABRIL, Paco: Pedraza de la Sierra, Boadilla del Monte (Madrid), Ed. Mediterráneo-Meral ediciones, S.L., 2010.
-ARNANZ RUIZ, C. Pedraza. Edición del autor. marzo de 1976. 3.ª edición. 1976.
-COBOS GUERRA y CASTRO FERNÁNDEZ, Fernando y José Javier de. Castillos y Fortalezas, Castilla y León. Edilesa. León. 1998.