EDIFICIO DE CORREOS Y TELÉGRAFOS DE ZARAGOZA.
En la primera mitad del siglo XX en España se inicia un estilo arquitectónico historicista inspirado en el mudéjar. Los arquitectos van a realizar edificios en los que mezclan el uso del ladrillo siguiendo el estilo mudéjar, con elementos renacentistas, barrocos, etc. Es una época en la que vamos a encontrar edificios muy variados, neomudéjares, eclecticistas, clásicos, etc.
El edificio que nos ocupa es un extraordinario ejemplo de neomudéjar, heredero de la arquitectura mudéjar medieval, aunque sin olvidar modelos del renacimiento, del barroco, etc. En realidad estamos ante una arquitectura ecléctica, donde todo elemento decorativo cabe.
En el año 1926 el arquitecto madrileño Antonio Rubio Marín fue contratado para realizar la sede central de Correos y telégrafos, en el Paseo de la Independencia nº 33. El solar, junto con el nº 35 ocupado posteriormente por la telefónica, era anteriormente se había situado el famoso Teatro Pignatelli, derribado en el año 1915.
En la fotografía, a la derecha del edificio de Correos, podemos ver el edificio de la telefónica, obra de Ignacio de Cárdenas Pastor y de José María Arrillaga de La Vega, realizado en el mismo año de 1926. Podemos comparar los diferentes estilos con que se trabajaba en esos momentos en Zaragoza. El edificio de la telefónica está dentro de un estilo vanguardista; mientras que el edificio de Correos, ya lo hemos comentado, está dentro de la tendencia historicista y ecléctica que también se daba en el momento.
Aunque el arquitecto madrileño no plasmó en este edificio un modelo regionalista al uso, como vemos en otros arquitectos aragoneses del momento, sino que utilizó un historicismo algo forzado (como dice Martínez Verón), una amalgama de estilos que dan como resultado este edificio de gran impacto visual.
Se levantó sobre los porches del Paseo. Es un edificio de planta cuadrada, con fachada a tres calles, la principal al Paseo de la Independencia; la lateral a la Plaza de Santa Engracia; y la posterior a la calle de Tomás Castellano.
La fachada lateral a la Plaza de Santa Engracia es mucho más sobria y homogénea. Tiene cuatro niveles de estructura horizontal. Rematando el último piso con una galería de arcos de medio punto sobre la que descansa el soberbio alero.
Es de destacar la torre de la esquina con la calle Castellano, decorada con elementos mudéjares, con arcos entrecruzados y azulejería; y rematando con tres vanos en arco de medio punto en las fachadas principales; y con dos vanos en las laterales.
La fachada posterior a la calle Tomás Castellano, apenas sin decoración, si exceptuamos la galería superior en cuyas enjutas podemos observar una decoración de esquinas al tresbolillo.
La parte central de la fachada principal del edificio está dividida en tres cuerpos ligeramente resaltados, culminando con un gran alero de madera, imitando los aleros aragoneses del siglo XVI.
El primer piso presenta una balconada con vanos adintelados y en el centro la inscripción “CORREOS Y TELEGRAFOS”; sobre éste, el segundo piso, en el cual se abren tres arcos de medio punto.
En el segundo piso, como ya hemos comentado, se abren tres arcos de medio punto, los laterales con sus enjutas con decoración de esquinas al tresbolillo, dentro de un estilo mudéjar. En la parte central se abre otro arco de medio punto remarcado con una moldura barroquizante. En cuya parte central vemos, a la izquierda y sobre fondo rojo el símbolo de correos; y a la derecha, y sobre fondo azul, el símbolo de telégrafos. En las enjutas de la moldura, a la izquierda el año 1889, fecha en la que en España se creó el Cuerpo de Empleados de Correos; y a la derecha la fecha de 1885, fecha de la Exposición Aragonesa en Zaragoza, ubicada en la cercana plaza de Aragón (entonces Glorieta de Pignatelli).
La decoración de tradición mudéjar es evidente. El tercer cuerpo está enmarcado por un alfiz musulmán, cortado por el escudo de Aragón timbrado, dentro del cual vemos arcos mixtilíneos entrecruzados, en cuyo fondo está decorado con un alicatado de cerámica en tonos verdes y blancos. También encontramos las típicas estrellas de ocho puntas y los platos de cerámica, tan comunes en las decoraciones del mudéjar turolense.
Uno de los laterales de la fachada principal del Paseo de la Independencia, siguiendo las características de la decoración mudéjar turolense, ya comentada anteriormente. Vemos los paños con arcos mixtilíneos entrecruzados sobre columnillas de cerámica vidriada.
Chaflán que da al Paseo de la Independencia y a la Plaza de Santa Engracia. En cuya parte superior vemos el escudo de Zaragoza.
Cuántos besos y abrazos
habrán sido devorados
por las fauces de los leones de Correos.
El tiempo también devora
y las cartas de amor
han dejado paso a las facturas
y la publicidad...
( por Carlos Condón:
http://zaragozacool.blogspot.com.es/2008/02/buzonesdecorreos.html)
Parte izquierda de la fachada, bajo los soportales, del Paseo de la Independencia. En ella se encuentran los célebres leones. Estas cabezas de león son los buzones para que los clientes de correos echen sus cartas.
Puerta de entrada al edificio de Correos.
Detalle en la parte superior derecha de la puerta de entrada, cabeza de un monje, decorado en verde y blanco.
A la izquierda del arco de entrada una cabeza de mujer velada.
Nada más entrar en el interior del edificio encontramos una gran escalinata ascendente y a ambos lados de ella dos espacios descendentes que comunican con otras dependencias de la oficina de correos. La parte central se cubre con un alfarje, y las laterales con sendos lucernarios.
El alfarje está sustentado por dobles columnas que descansan en grandes basamentos de piedra. Al fondo la puerta de entrada al edificio.
Toda la parte superior del vestíbulo está decorada con una sucesión de arcos mixtilíneos entrecruzados que imitan el mudéjar aragonés, como ya hemos visto en la parte exterior. Vemos decoración con estrellas de ocho puntas, platos cerámicos, siempre siguiendo el estilo del mudéjar turolense.
Vemos el gran alfarje sustentado por las columnas y pilastras. Al fondo la entrada al patio central donde se sitúan la oficina de atención al cliente.
El alfarje de la escalera de subida es de madera tallado. El papo de las vigas está decorado con medallones vegetales y geométricos.
Parte izquierda del vestíbulo (mirando hacia la salida), con decoración de arcos entrelazados mixtilíneos.
Detalle de los arcos entrelazados y la decoración con estrellas de ocho puntas y platos de cerámica, al estilo del mudéjar turolense.
Parte derecha del vestíbulo. Con el mismo tipo de decoración.
Alero de madera de la parte derecha del vestíbulo. Este alero recuerda al del salón del trono del Palacio de la Aljafería (aunque en este caso el cuadrado central no está decorado).
Lucernario de la parte izquierda, en cuyo centro aparece el símbolo de correos.
Detalle del lucernario con el símbolo de correos timbrado.
El patio interior asemeja a los patios de los palacios aragoneses del renacimiento y del barroco. Estamos ante un patio claustral de estilo ecléctico. Es de planta cuadrangular; y en cada tramo está separado por pilastras de orden gigante (influencia barroca); y en cada uno de los tramos se abren tres arquerías compuestas, a su vez, de tres arcos. Tiene dos pisos, en el inferior vanos adintelados donde se encuentran los mostradores de atención a los clientes. En la parte superior la galería de arquillos peraltados.
Galería superior de arquillos peraltados con el intradós decorado con hojas de acanto y en los cimacios cabezas de leones con las fauces abiertas.
Galería superior y alero sobre el que apoya el gran lucernario.
Esquina del patio interior, con las pilastras de orden gigante de estilo barroquizante.
Detalle de la unión del alero.
La vidriería artística tuvo gran auge en España a finales del siglo XIX y principios del XX, y estuvo muy relacionada con la arquitectura. En el lucernario del patio central del edificio de Correos encontramos un precioso ejemplo de este arte decorativo. Fue ejecutado por “S.A. JH. MAVME JEAN. Hos. MADRID”, tal y como lo pone en la misma vidriera. La familia Maumejean fundada en 1860 por Jules Pierre Maumejean; fue y es una de las grandes empresas en la realización de vidrieras.
El lucernario central del patio, fue restaurado en el año 2012 (533 vidrieras restauradas) por “Vidrieras de arte Cristacolor”, herederos del vidriero artístico don Leopoldo Navarro.
El lucernario representa en su parte central el escudo de Aragón; y en sus esquinas los diferentes cuarteles del mencionado escudo.
Escudo central del lucernario, realizado por la empresa zaragozana “La Veneciana”, empresa fundada por Basilio Paraíso en Zaragoza en el año 1876. En este escudo central vemos la firma de “LA VENECIANA s.a. Zaragoza”. En el año 1925 la Veneciana se transformó en sociedad anónima, cuyos máximos accionistas era la familia Paraíso, aunque con el paso del tiempo, en 1935, la sede central se trasladó a Madrid; y en el año 1968 la empresa pasó el 51% de su capital a la empresa francesa Saint Gobain.
Es muy curioso este escudo, ya que no está timbrado (coronado), sino que está representada la llamada “corona mural”, lo que significa que este vitral se realizó en tiempos de la República, ya que en esa época los escudos no iban timbrados o coronados con la corona de la monarquía. El escudo tiene cinco cuarteles tradicionales: el de Castilla, en el cuartel superior izquierdo representado por el castillo; el de Aragón, en el cuartel inferior con las barras de Aragón; el de León, en el cuartel superior derecho vemos el león; el de Navarra, en el cuartel inferior derecho las cadenas de Navarra; y en la parte inferior central la granada, representando el antiguo reino de Granada.
En las esquinas y laterales del lucernario una serie de grecas unidas entre sí forman el escudo de Aragón, con una decoración neorrenacentista. En esta esquina podemos ver la cruz de Iñigo Arista (primer rey de Pamplona), de color plateado sobre fondo añil. Esta cruz patada aparece por vez primera en el escudo de Aragón con Pedro IV el Ceremonioso; y es considerada desde el siglo XIV como blasón del Aragón antiguo. El emblema está enmarcado por dos putti sentados en grandes volutas.
Detalle de una de las grecas que unen dos carteles del escudo de Aragón. En el centro el símbolo de correos (un sobre lacrado) timbrado.
En otra esquina las barras de Aragón, o “Señal de Aragón”, en las que representa cinco franjas verticales amarillas y cuatro de color rojo, a ambos lados dos putti que, como en el resto de los cuarteles, enmarcan el escudo.
En otra greca se representa un caballero con casco.
Esquina con la representación de la Cruz de San Jorge cantonada con cuatro “cabezas de moro” (la llamada “Cruz de Alcoraz”), que recuerda la ayuda que brindó San Jorge a las tropas aragonesas en la batalla de Alcoraz (1096), en la conquista de Huesca en el siglo XI a los musulmanes.
En otro lado de la greca, se representa el símbolo de telégrafos, con unos rayos unidos por una lazada, y timbrado.
En esta esquina, y siguiendo el mismo esquema que en los cuarteles anteriores, se representa el árbol del Sobrarbe (la encina), que conmemora el legendario Reino del Sobrarbe; y sobre éste la cruz patada de Iñigo Arista. En esta esquina se ve la firma del vidriero: “S.A. J.H./MVME JEAN Hos/ MADRID.
Subida al piso superior, por una sencilla escalera de madera.
Descansillo con un arco escarzano.
Galería interior del segundo piso vista desde la caja de la escalera.
Detalle del segundo piso y escalera que comunica con el tercer piso, no reflejado en el patio.
Arquería del patio central, desde la galería del segundo piso.
Subida a la planta tercera. A lo largo de toda la caja de escalera podemos observar la decoración con el “cordón franciscano”. Este elemento decorativo ¿Puede ser un reconocimiento a la orden de los Franciscanos, que junto a los dominicos fueron los que acompañaron a los conquistadores al Nuevo Mundo llevando su mensaje "evangelizador"? Lo ignoro, es pura teoría.
Detalle de la decoración de la parte alta de la escalera.
Tercer piso, que no queda reflejado en el patio interior central.
Hasta aquí un pequeño estudio sobre este precioso edificio de nuestra ciudad.
Quiero agradecer la ayuda prestada por José A. Almería García; y la amabilidad por parte de Isabel Rodríguez, encargada de la sección de Comunicación del GrupoCorreos, por facilitarme el poder realizar el estudio fotográfico del edificio. Muchas gracias.
BIBLIOGRAFÍA:
-VV.AA.: “Guía Histórico Artística”. Zaragoza, 1991.
- CARMEN RABANOS FACI: “Historia crítica de la arquitectura aragonesa del siglo XX”. Zaragoza. Seminario de Arte Aragonés, nº XLVII, 1995.
- JOSÉ LABORDA YNEVA: “Zaragoza. Guía de Arquitectura”. Zaragoza 1995.
-JESÚS MARTÍNEZ VERÓN: “Zaragoza. Arquitectura. Siglo XX. Tipologías”, 2015.
-Restauración vidrieras Correos Zaragoza:
http://cristacolor.blogspot.com.es/2012/06/edificio-principal-de-correos-en.html.
-Noticia en el periódico de Aragón sobre la restauración de la vidriera de Correos: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/escenarios/la-vidriera-de-correos-ya-luce-como-nueva_761801.html