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El Valle del río Isábena, en la Ribagorza.

La Ribagorza es una comarca situada en el extremo nororiental de la provincia de Huesca, tiene gran tradición histórica, pues su actual delimitación coincide prácticamente con el antiguo condado de Ribagorza, cuna, con el Sobrarbe, del reino de Aragón.


Su parte meridional es una zona tranquila con pueblecitos que aún conservan un cierto sabor medieval. En esta ocasión comentaré cinco pueblos situados en el valle del río Isábena, en la carretera que va desde Graus a Obarra: Capella, Llaguares , La Puebla de Roda, Serraduy, y Beranuy. Roda de Isábena y Obarra los dejo para otra ocasión, ya que merecen comentario aparte.


Salimos desde Zaragoza con la mochila como siempre al hombro, recordando al abuelo Labordeta. Nuestro principal objetivo era volver a visitar el Monasterio de Obarra, y la localidad de Roda de Isábena, pero por el camino fuimos parando en los lugares que nos pareció tenían más interés. Por la carretera, a la derecha, nos deleitamos la vista viendo el Embalse de Barasona-Joaquín Costa. Construido en el año 1932, al que van a parar las aguas de los ríos Ésera e Isábena. Su construcción fue algo traumática, ya que bajo sus aguas quedó sepultado el antiguo pueblo de Barasona.

El embalse se sitúa en un lugar de gran belleza, realmente parece un lago en vez de lo que es en realidad. Y qué decir de las vistas de sus montañas, sobre todo el gran macizo del Turbón, que refleja su silueta sobre las tranquilas aguas del pantano.


Cuando llegamos a Graus cogimos la A-1605, dirección a Roda de Isábena, y siguiendo el curso del río, nos adentramos en el precioso valle de Isábena. La primera parada fue para contemplar el magnífico puente de Capella, situado sobre el mencionado río. Construcción del siglo XIII fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 30 de abril de 2002, siendo restaurado en el año 2004.


El puente de Capella fue construido en sillar y sorprende por su altura en su parte central. Es del tipo llamado “lomo de asno” es decir la plataforma no es recta sino que tiene dos vertientes. Los sillares son grandes bien tallados y colocados a soga y tizón. Este puente atraviesa el río Isábena para coger el camino que cruza la sierra y conduce a Castarlenas. Hasta el año 1993 este puente era la única vía para cruzar el río, en ese año se construyó un nuevo puente.

Presenta ocho ojos en arcos de medio punto, el central mucho más elevado (12 metros); tres a cada lado que decrecen en tamaño, y uno mucho más pequeño,casi oculto en la margen derecha, que rompe la simetría.



Todos los arcos tienen impostas en el arranque de los mismos, y descargan sus empujes en machones prismáticos de sección hexagonal situados entre ellos. Entre arco y arco se intercalan tajamares que sirven para cortar la fuerza del agua y a la vez hacer la función de contrafuertes. Los arcos mayores conservan los agujeros de las cintras; en el mayor aún se ven maderos.

Ya hemos comentado que se trata de un puente de “lomo de asno”. El pretil del puente ha sido reformado muchas veces; en la actualidad está formado por grandes losas cuadrangulares en la base y otras más alargadas arriba, en el arco central la mayoría de estas últimas son completamente nuevas Hoy en día está prohibido el paso a cualquier vehículo.


El río Isábena a su paso por Capella.


Una vez visto el puente subimos al pueblo; ya que la Iglesia parroquial de San Martín de Capella está emplazada en lo más alto del lugar. El edificio está construido en piedra sillar perfectamente escuadrada. Sobre el primitivo templo del siglo XIII se han ido realizando sucesivas reformas. De época románica son el ábside, la nave y la cubierta.

La sacristía y las capillas laterales (tres al norte y dos al sur), así como la torre de la Iglesia de Capella son posteriores a la primitiva construcción. La torre campanario tiene dos cuerpos, el primero de piedra y el segundo de ladrillo con restos de azulejería, éste último construido hacia 1744, en el cual se abren vanos en todos sus lados para albergar las campanas.


El ábside de San Martín de Capella es semicircular, en cuyo centro se abre un vano aspillerado de doble derrama. En la cornisa del tejado encontramos 23 canecillos decorados y bastante deteriorados.


La portada principal de San Martín se abre al sur. Tiene tres arquivoltas bajo moldura de puntas de diamante. Las arquivoltas se apoyan en capiteles vegetales, sosteniendo éstos una imposta con entrelazados vegetales. Las columnas son actuales, ya que no hace muchos años sólo conservaba los capiteles.


En el lado oeste de la iglesia hay una portada con un crismón trinitario esculpido en la clave. Esta puerta comunicaba con el cementerio que existía en ese lugar, hoy sustituido por una plaza. En la parte superior un ojo de buey abierto posteriormente para iluminar el coro.

Una vez terminada la visita, seguimos por la A-1605 hacia Roda de Isábena, observando el paisaje característico de la Baja Ribagorza, y no muy lejos de Capella, a la izquierda nos encontramos con la Ermita románica de Nuestra Señora del Llano o del Plan, perteneciente a la localidad de Llaguares.


Es un edificio del siglo XII, que tiene una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón. En el siglo XIX se trasladó aquí el cementerio, el cual se encontraba antes junto a la iglesia parroquial en el pueblo, que se sitúa a la derecha de la carretera. La ermita fue restaurada en 1983.


La portada se sitúa a poniente y se abre en arco de medio punto, por encima del cual se abre un vano rectangular de doble derrame. La espadaña que se eleva sobre ella es posterior, en la que se abren dos vanos en arco de medio punto peraltados.


A ambos lados del ábside se abren dos capillas cuadradas, construidas posteriormente.


El ábside es semicircular y construido en sillarejo; en su parte central se abre un estrecho ventanal aspillerado al exterior pero con derrame interior. A ambos lados se sitúan las capillas cuadradas.


Siguiendo por la carretera A-1605 llegamos a La Puebla de Roda, localidad situada sobre un enclave rocoso en la margen derecha del río Isábena. Es la capital del municipio de Isábena. En la fotografía se ve perfectamente la calle mayor o central que divide el pueblo en dos. Tiene un gran puente medieval de tres ojos que cruza el río Isábena, llamado Puente de la Luz (en primer término).


Fotografía: Paula Espuña.

La Puebla de Roda es un pueblecito que te sorprende, ya que desde la carretera no se observa bien su típica arquitectura popular de estilo medieval. Tiene dos calles, la calle Baja y la calle Mayor y es sobre todo en ésta última donde encontramos una pequeña y pintoresca aldea.


En la citada calle Mayor vemos que las viviendas mantienen esquemas constructivos propios de la zona del Pirineo, pero la arquitectura de esta parte de la Ribagorza ha evolucionado hacia la arquitectura del somontano oscense, en cuanto a materiales y tipología, por ejemplo, los tejados están cubiertos con teja árabe, los muros, aunque sigue utilizando la piedra, se utiliza de manera distinta. En las fachadas predominan los pequeños vanos en las ventanas, con dintel de madera o recuadrados con piedra sillar, pero con más frecuencia se fueron abriendo balcones.


Los muros exteriores son de piedra, pero de origen calizo y arenisca. El aparejo predominante es la mampostería, unida con mortero de cal y arena; y el sillarejo. Con seguridad en su momento las paredes fueron encaladas y enlucidas, hoy en día restauradas, viéndose el sillarejo. Muchas puertas y ventanas están rodeadas de cantoneras de sillar.

Las calles son lineales y las viviendas siguen la línea de fachada sin quiebros ni rupturas. En la calle Mayor encontramos tres arcos, sobre los que apoyan viviendas. Unos son de medio punto y otros apuntados.


Vivienda bajo la cual se abre un arco apuntado. Al fondo se vislumbra otro arco, éste de medio punto, el cual es el más cercano a la plaza de la iglesia.

Arco de medio punto que da entrada a la plaza de la iglesia. Las casas de nueva construcción, a la izquierda, siguen el estilo del resto de las edificaciones antiguas. En esta fotografía vemos el sistema de construcción del sillarejo y en la parte derecha sobre él, restos del enlucido que lo cubría.

La iglesia parroquial está dedicada a Santiago. Tiene una sola nave con capillas laterales de menor altura, cabecera poligonal (tres lados), y pórtico a los pies, sobre el que se eleva la torre. Ésta construida en sillarejo con refuerzo de sillares en las esquinas. Por encima del gran arco del pórtico se abre un óculo que ilumina el coro; y por encima de éste, el cuerpo de campanas con dos vanos de medio punto al sur, uno al este y otro al oeste (éste casi oculto).

Esta es una fotografía curiosa, en el nº 38 de la calle Mayor, enfrente de la iglesia , nos encontramos una antigua cabina telefónica.

Vivienda situada al final de la calle Mayor; es una de las más altura de la localidad.


Tras visitar este precioso lugar seguimos nuestra ruta llegando al pintoresco pueblo de Serraduy del Pon. Situado a orillas del río Isábena. Pueblo que está situado encima de una gran roca, bajo la cual pasa apacible el río Isábena formando un bello paisaje natural.

Para acceder al centro del pueblo hay que cruzar un puente románico de piedra situado sobre el río. Cronológicamente es del siglo XII y está formado por tres arcadas de medio punto, la central de mayor tamaño. En el año 2007 se reformó haciendo las barandillas más altas.

Entre el arco occidental y el central hay un tajamar hacia el norte para romper las aguas. También conservan los agujeros de las cintras.


El puente conduce directamente a la sencilla iglesia parroquial de San Lorenzo.


Tras Serraduy encontramos la villa de Beranuy, Este municipio se formó en los años 1960 por la unión de los antiguos de Beranuy y Calvera. La localidad se divide en dos barrios, el barrio bajo y el barrio alto. En el barrio alto se localiza la ermita de Santa Eulalia de Mérida, construida bajo la llamada “roca de Forat (agujero)”.

La ermita de Santa Eulalia es románica, aunque fue muy remodelada en el siglo XV. En el siglo XX sus bóvedas se hundieron y no será hasta el 2005 cuando se restauró toda la ermita.


La torre es de planta cuadrada, de finales del siglo XI. Su campanario está abierto por los cuatro lados. Sobre el vano de campanas se abren arcos geminados separados por un parteluz.


Detalle del pórtico y del antiguo recinto abacial a la izquierda. Al fondo la puerta del cementerio.


Portada que da acceso al pórtico donde se encuentra la portada en sencillo arco de medio punto.


El ábside fue reformado en el siglo XVI, de ahí su forma poligonal.


Parte en la que se situaban las antiguas dependencias de la abadía. Sólo queda parte del muro sur y la portada adovelada.




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