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Casa de "La Brigadiera". Albarracín (Teruel).

Pasear por la ciudad de Albarracín es caminar por la historia. Localidad que te envuelve y te transporta a tiempos pasados, paseando por sus callejas, contemplando las magníficas portadas decoradas con extraordinarias labores de forja. Y qué decir de sus historias y leyendas de amor y de honor, como ésta que hoy os relato: “La historia de la casa de la Brigadiera”.

Albarracín es una ciudad sorprendente, pasear por sus calles es volver a un pasado señorial, no voy a profundizar en la historia de este magnífico lugar; os remito al post que hace tiempo publiqué en el blog: www.elviajedelalibelula.com, por si queréis conocer su historia más profundamente:(http://www.elviajedelalibelula.com/single-post/2015/06/26/Albarrac%C3%ADn).


Hoy me voy a referir a una de las mansiones que podemos encontrar en la emblemática calle Azagra, la conocida como “Casa de la Brigadiera”, hoy Hotel Albarracín, situada casi enfrente de otro gran edificio: la Casa Dolz de Espejo.



Es un edificio de mampostería de tres pisos. En la parte inferior se abre la portada, de piedra, en arco de medio punto dovelado. En el segundo piso un balcón rectangular, y a la derecha un pequeño vano adintelado. En el tercero se abre la típica galería de arquillos de medio punto bajo un gran alero de madera.


Fotografía cedida por J. A. Almería.

Albarracín es una villa en la que podemos encontrar multitud de mansiones que fueron ocupadas por nobles y familias señoriales, entre ellas los Asensio de Ocón y de Marcilla. Familia que residió en la casona que hoy lleva el nº 28 de la emblemática calle Azagra. Este palacete fue construido en el siglo XVI por la familia Arganza (1502), posteriormente fue habitado por los Pérez de Santa Cruz-Arganza; heredando finalmente la propiedad los Asensio de Ocón y Marcilla.


En la fachada lateral se abren varias ventanas cuadradas y una pequeña portada adintelada con forja, que correspondía a un oratorio que, bajo la advocación de Santa Ana, se ubicaba en el edificio. Hoy en día, en el interior, aún se conservan restos de las pinturas que cubrían esta capilla. Sobre la portada se puede ver un azulejo con la imagen de la Inmaculada Concepción.

Detalle del azulejo situado encima de la portada del antiguo oratorio, con la imagen de la Inmaculada Concepción.


La parte posterior de la casa asienta sus fundamentos en los escarpes rocosos que delimitan la parte oriental de la ciudad. Son las llamadas Casas Colgantes que jalonan esta zona de Albarracín.


La última casa de la derecha, cubierta con hiedra, es la parte posterior de la llamada Casa de la Brigadiera.

Otra vista de la parte posterior de la casa, al fondo la torre de la iglesia de Santiago (siglo XVI, realizada por el maestro Alonso del Barrio).


Retomando nuestra historia, sabemos que el último descendiente de la familia Asensio de Ocón se llamó José María, el cual siendo muy joven se incorporó a los ejércitos reales. Fue condecorado y nombrado brigadier por el rey Fernando VII. Nuestro brigadier casó en segundas nupcias con su sobrina doña Joaquina Dolz del Castellar y Toyuela, dama de una de las familias nobles de Albarracín. Poco duró el matrimonio, ya que don José María Asensio murió el 27 de octubre de 1847, sin dejar descendencia. Por ese motivo su viuda heredó todas sus posesiones, entre ellas el palacete del que estamos hablando.


El brigadier fue enterrado en la capilla de la familia, bajo la advocación de Santa Ana, en la Catedral de Santa María, capilla que mandó dorar y pintar doña Joaquina en el año 1857.

Según cuentan durante la Guerra de la Independencia, en el año 1809, los franceses entraron en la ciudad, doña Joaquina se vio obligada a alojar en su palacio a varios oficiales franceses. Una noche uno de ellos intentó propasarse con ella, y el resultado fue que el francés fue arrojado por una de las ventanas que se abren a la parte posterior de la casa, cayendo por los escarpes rocosos que dan a la parte oriental de la ciudad. Desde entonces la casa de los Asensio de Ocón, fue conocida como “la Casa de la Brigadiera”.


Esta es la historia de la famosa Brigadiera de Albarracín, una mujer que, según cuenta la leyenda, defendió su honor en la ciudad de Albarracín.

BIBLIOGRAFÍA:


-JAIME ANGULO Y SAÍNZ DE VARANDA: “El archivo de los Asensio de Ocón”, Revista Teruel, 91, 2006-2007, pp.87-125.


-MANUEL FUERTES DE GILBERT ROJO: “Albarracín: linajes y testimonios heráldicos”:

http://www2.uned.es/master-der-nobiliario/Linajes%20de%20Albarracin.pdf


-Leyendas turolenses: http://www.terueltirwal.es/teruel/leyendas_turolenses.html

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