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MONASTERIO DE GUADALUPE (Cáceres)

En el año 1996 nos embarcamos toda la familia rumbo a Portugal, país sorprendente que en otro momento comentaré; y aunque Guadalupe no estaba en la ruta de nuestro viaje,nos desviamos para ver el monasterio del que tanto habíamos oído hablar. No nos defraudó la visita, el lugar tiene el típico sabor de los pueblos cacereños, llenos de encanto, con sus calles y plazas tan características. Por su parte, el monasterio fue un grato descubrimiento. Tanto nos gustó que en octubre de 2010 organizamos un viaje a Cáceres y volvimos a visitarlo.


La localidad de Guadalupe, declarada Monumento Histórico-artístico en 1943, está situada en la Sierra de Villuercas, en la parte más oriental de la provincia de Cáceres. Creció al abrigo del Santuario-Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993. Tanto el municipio como el monasterio forman un conjunto digno de visitar.


Según cuenta la leyenda, la Virgen se apareció al vaquero Gil Cordero y le comunicó que en el lugar que encontrase una imagen suya tenía que levantar una ermita. Gil descubrió una talla de madera cerca del río Guadalupe; y en ese mismo lugar construyó un pequeño oratorio al que le dio el mismo nombre que llevaba el río. Con el tiempo, a su alrededor, surgió un asentamiento al que llamaron Puebla de Santa María de Guadalupe. En 1335 el rey Alfonso XI pasó por esa misma zona y al ver la ermita casi derruida, encargó la construcción de un monasterio. En el año 1340 tras la victoria cristiana del Salado sobre los benimerines (musulmanes del norte de África), el rey Alfonso agradecido a la Virgen por la victoria, cogió bajo su mecenazgo el pequeño monasterio; éste poco a poco fue ganando fama y prestigio por los milagros que la Virgen concedía a sus devotos, convirtiéndose en uno de los centros de peregrinación más importantes después de Santiago de Compostela.


En 1389 el rey Juan I, ya acabada la iglesia, otorgó a la orden de San Jerónimo el privilegio de cuidar del monasterio, la cual fue la encargada de esa labor hasta la Desamortización de Mendizabal en 1835, pasando entonces a ser parroquia secular de la archidiócesis de Toledo. Por último en 1908 se harán cargo del monasterio los franciscanos, que son los que en la actualidad cuidan de él.


Guadalupe fue un importante centro, no olvidemos que estuvo muy ligado al Descubrimiento de América y a los Reyes Católicos, los cuales lo visitaron a menudo.


El monasterio fue remodelándose a lo largo de los tiempos, por ello en él encontramos una mezcla de estilos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico, de los siglos XIII al XVIII.



Vista de La Puebla de Guadalupe. Con la fachada occidental del monasterio.


Fotografía:elrincondeltrotamundos.

En la fotografía (tomada de la página de www.diomedes.com) podemos ver la plaza mayor, donde se encuentra la fachada oriental del templo-basílica con su atrio; a su derecha el edificio del auditorium; detrás del templo, el claustro mudéjar; y a continuación, más al norte, el claustro gótico y la hospedería actual. La mayordomía (donde se atendía a los pobres) y la portería se encuentran junto al templo en su esquina sudoeste. A la derecha el auditorio y elevándose por encima del edificio la torre de las campanas.


Fotografía: www.diomedes.com

Detalle de las torres del monasterio. Destaca la torre de Santa Ana y la de la Portería que enmarcan la fachada del templo. La Torre de las campanas domina el conjunto.


Fotografía: Wikipedia.

El Monasterio presenta en su fachada oriental un frente monumental, precedido por una escalinata de dos tramos. La portada, del siglo XV, presenta cuatro calles con arcos apuntados. Las dos de la izquierda son las que dan entrada al interior del edificio, y las dos de la derecha son amplios ventanales calados con primorosa decoración y vidrieras. Las calles se separan por esbeltos pilares góticos rematados por pináculos.


Todo este frente se sitúa entre las dos torres llamadas del Reloj o de Santa Ana (almenada), a la derecha; y la de la portería o mayordomía, a la izquierda. Ambas pertenecen a la primitiva construcción fortificada del siglo XIV.



Detalle de las puertas de entrada al monasterio. Son dos vanos gemelos con finas arquivoltas baquetonadas que apean sobre columnillas coronadas con capiteles con decoración vegetal. Ambas puertas tienen planchas de bronce repujadas con la historia de la vida de la Virgen y del Nuevo Testamento, atribuidas a Pablo de Colonia.


Detalle de la decoración de la parte superior de la fachada realizada con ladrillo aplantillado a la manera gótico-mudéjar y recubierta de estuco policromado. Presenta cuatro paneles de crestería separados por finos pilares góticos rematados por pináculos. A la derecha se puede ver el monumental rosetón de uno de los brazos del crucero.



Parte posterior, detalle de la muralla y torreones, construcción del siglo XIV.


Fotografía: elrincondeltrotamundos


El claustro mudéjar de los Milagros es uno de los mejores de su estilo, construido entre 1389 y 1405y atribuido a fray Juan de Sevilla, autor del templete que se sitúa en el centro del jardín. Se compone de dos plantas de forma rectangular, con unos 40 metros de lado y doble número de arcos en el cuerpo alto con respecto al bajo.


Detalle del claustro mudéjar, en torno del cual se sitúan los dormitorios y el refectorio.



Lateral del claustro. Toda la obra es de ladrillo guarnecida de yeso, y puede ser que fuera obra de moriscos toledanos. Tiene doble galería que se abre al jardín por arcos de herradura apuntados.


En el claustro alto el número de los arcos es doble, todos túmidos, menos en la galería del saliente que son ocho arcos de herradura.


A lo largo del claustro se exponen una serie de lienzos relacionados con los milagros de la Virgen.


Templete del claustro mudéjar, realizado por Fray Juan de Sevilla hacia 1405, en barro cocido y ladrillo aplantillado, decorado con azulejos y yeserías. Es de planta cuadrada al exterior que se resuelve al interior en hexágono.


Corona su arquitectura una flecha con corchetes de cerámica blanca y verde, que se prolonga en una cruz de hierro.


Interior del templete con la fuente, en donde ponía que fue hecho por Fray Juan de Sevilla, bajo el priorazgo de Fran Fernánd Yáñez en el año 1405.


Bóveda de crucería del interior de la fuente del templete.


Escalera plateresca. Se abre con doble vano al claustro y por ella se sube al coro.


Nave del segundo piso del claustro mudéjar.


Intersección de las naves del segundo piso del claustro mudéjar.


Claustro Gótico, erigido entre 1519 y 1533, también denominado claustro de la enfermería o de la botica. Actualmente utilizado por la Hospedería del Monasterio. Tiene planta rectangular y fábrica de ladrillo; está formado por tres pisos: con arcos de medio punto en el inferior; apuntados de tracería gótica y pretil calado con rosetones y nervaturas, en el nivel intermedio; y arcos escarzanos sobre pilares octogonales en el tercero.


Fotografía de aeronavegante.


Nave del segundo piso del claustro gótico. Hoy Hospedería.


Fotografía: elrincondeltrotamundos.


La iglesia de estilo gótico del siglo XIV y remodelada en el siglo XVIII, tiene tres naves, crucero, ábside poligonal y coro alto a los pies (posterior). Se cubre con bóvedas de crucería. La nave central queda iluminada por los grandes ventanales góticos adornados con bellas lacerías.


El retablo fue proyectado por Juan Gómez de Mora y ejecutado por Juan Bautista Montenegro, con esculturas de Giraldo de Merlo, Jorge Manuel Theotocópuli (hijo del Greco) y Juan Muñoz. Los lienzos son de Vicente Carducho y Eugenio Cajés, con dorados de Gaspar Cerezo y Gonzalo Marín. La reja es fue realizada en 1510 por fray Francisco de Salamanca y de fray Juan de Ávila.


Fotografía de aeronavegante


La magnífica sacristía fue realizada hacia 1638. Es uno de los exponentes artísticos más importantes de España, según proyecto del carmelita Alonso de San José. Es de planta rectangular, con cinco tramos cubiertos por cinco bóvedas de medio punto asentadas sobre pilastras de orden toscano. Toda su decoración fue pintada al temple por Manuel Ruíz y Fray Juan de la Peña, con escenas de San Jerónimo.


Las paredes están cubiertas con impresionantes lienzos de Francisco de Zurbarán, realizados entre 1639 y 1645 para esta misma sacristía.


Fotografía de Miguel González Page.


El camarín de la Virgen es de estilo barroco. Se accede por una escalera de jaspe rojo y barandilla de bronce dorado situada en el muro izquierdo de la capilla de Santa Catalina. Fue construido por Francisco Rodríguez entre 1688-1696. Tiene planta tetralobulada con cuatro exedras, en cuyo interior hay nueve lienzos de gran tamño, obras de Luca Giordano (Lucas Jordán) sobre episodios de la vida de la Virgen.


Fotografía: Jose3luis.


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