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San Jorge de Capadocia. La leyenda hecha historia.




San Jorge. Sillería. Museo Diocesano de Huesca (Aragón. España).


El 23 de abril se conmemora el día de san Jorge, por considerarlo el día que en el año 303 murió el santo. San Jorge es muy popular, patrón de diversos países, regiones y ciudades: Palestina, donde murió, Inglaterra, Portugal, Bulgaria, Etiopía, Georgia, Cáceres, Aragón, Cataluña, Mallorca, etc. El mismo día también se celebra el día mundial del libro, instituido a nivel mundial por la Unesco en 1988, día que murieron William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega.


LA LEYENDA de San Jorge, forjada en Oriente y difundida en Occidente de forma amplia, a raíz de las Cruzadas, aúna la descripción del martirio del santo y el mito pagano de la victoria sobre el dragón, cristianizado a su vez por las fuentes medievales. No obstante la popularización de San Jorge vino definitivamente con la difusión de La Leyenda Dorada de Santiago de La Vorágine a mediados del siglo XIII.


San Jorge habría nacido en Capadocia (actual Turquía) hacia el año 270, siendo instruido en el cristianismo por su madre, Policronia, con la que marchó a Palestina, tras la muerte del padre, Geroncio. Por su origen noble fue nombrado tribuno militar (de ahí el ser representado con coraza, casco y capa). Rico heredero, al morir su madre, entró al servicio del emperador romano. Pero cuando vio las crueldades a que eran sometidos los cristianos, repartió su riqueza y se enfrentó a las autoridades y al propio emperador, motivo por el cual fue martirizado en tiempos de Daciano (o Diocleciano), hacia el siglo IV.


En la imagen el respaldo de una silla del coro de la catedral oscense, realizada entre los años 1577 y 1591 por Nicolás de Beraztegui y Juan de Berroeta, en colaboración con Juan de Alí y Juan de Liébana. Es un interesante ejemplo de iconografía renacentista. El santo aparece de pie, vestido como un soldado romano. Lleva en su cabeza casco con penacho; tiene el torso vuelto hacia el lado derecho mientras la cabeza la tiene girada hacia su izquierda. Sujeta con sus dos manos una gran lanza. A sus pies, un dragón alado abatido.


En lo alto del respaldo, dentro de un semicírculo a modo de tímpano, se representa la lucha del santo contra el dragón ante la presencia de la princesa de Silene.




Tabla del retablo de la cárcel de Manifestados. Museo Zaragoza.


A finales del primer milenio se forjó la leyenda que narra que en la ciudad libia de Silca, la comunidad estaba aterrorizada por un dragón que devoraba a las personas y al ganado, para tenerlo contento se realizaba un sorteo entre la gente del lugar y la persona elegida era ofrecida en sacrificio al dragón. Un día le tocó a la hija del rey, la princesa Cleodolinda; la casualidad hizo que llegase al lugar san Jorge, montado en un blanco corcel, enfrentándose al dragón, lo mató, salvando a la princesa, con lo que los habitantes agradecidos se convirtieron al cristianismo: "No temáis, porque el Señor me ha permitido liberaros de este monstruo. Creed, recibid el bautismo y yo mataré a vuestro perseguidor", afirma el santo en la Leyenda Dorada.


En la imagen, una de las tablas del retablo de la capilla de la antigua cárcel de la Manifestación en Zaragoza, hoy conservado en el Museo Provincial, en la que se representa a san Jorge. Retablo realizado en 1569 por el pintor Jerónimo Cosida, uno de los pintores más influyentes del Renacimiento en Aragón. En ella vemos al santo lanceando al dragón, en presencia de la princesa, que se sitúa al fondo sobre una colina.




San Jorge y el dragón. Capilla san Vicente. La Seo. Zaragoza.


En lo que respecta a Aragón, y según las palabras del historiador Guillermo Redondo Veintemillas:

"Esta afición de la realeza aragonesa por el mártir capadocio y el cúmulo de virtudes atribuidas al mismo -vencedor sobre el mal–, además de ayudante de la caballería, llevaron a su adopción por parte de las oligarquías de los distintos territorios de la Corona de Aragón. Finalmente, en las Cortes de 1461 se habían ocupado los sectores dirigentes del Reino de hacer oficial el patronazgo de San Jorge".


En la capilla de san Vicente de La Seo zaragozana, llama la atención la magnífica portada, labrada en estuco y mármol negro. Decoradas sus pilastras, la de la derecha representando a san Mauricio; y la de la izquierda con un relieve en yeso endurecido, sin pintar, que representa a san Jorge dando muerte al dragón (finales del siglo XVII).




Cruz de san Jorge. Retablo de san Jorge. Iglesia san Salvador de la Merced. Teruel.


La fuente más antigua conservada sobre el santo es la llamada Passio Georgii (juzgada apócrifa por el Decreto Gelasianum (496), un documento atribuido al papa Gelasio), cuya primera redacción se encuentra en el códice Palimsesto griego 954 de la Biblioteca Nacional de Viena. Aunque el testimonio escrito más antiguo que se conserva, en relación a la tumba de san Jorge, es anterior al 530, debido a Teodosio Periegeta, quien escribió: "in Diospolim, ubi sanctus Georgius martyrizatus est, ibi et corpus eius est et multa mirabilia fiunt". Según la tradición san Jorge murió en el siglo IV (por decapitación) y fue enterrado en la ciudad de Lydda (Diospoli), Palestina, extendiéndose su culto por todo el mundo desde fecha muy temprana; primero en Oriente y posteriormente en Occidente sobre todo con las cruzadas, que fue cuando el culto del santo alcanzó su máxima difusión, al ser nombrado patrón de los caballeros y militares.


Desde entonces la cruz de san Jorge se convirtió en el símbolo de los cruzados, posteriormente de Inglaterra, cuyo rey Eduardo III introdujo el grito de batalla: "Saint George for England", convirtiéndose en su patrón. Su patronazgo en la Corona de Aragón proviene de la Batalla de Alcoraz en 1096, cuando acudió en ayuda del ejército de Pedro I de Aragón y Navarra y de su hijo, el infante don Alonso, en su conquista de la ciudad de Huesca.


Una de sus primeras apariciones en batalla fue en junio de 1063, en la batalla de Cerami, en la conquista de la isla de Sicilia ocupada por los musulmanes, ya que los cristianos fueron ayudados por un misterioso jinete montado en un corcel blanco, armado con una lanza en cuyo extremo llevaba un pendón blanco con una cruz.


En la imagen una serie de caballeros presentan las cabezas de los reyes moros ante el rey Pedro I de Aragón tras la batalla de Alcoraz. Es una de las escenas del retablo de Jerónimo Martínez de 1524, de la iglesia de san Salvador de la Merced en Teruel, que narra la vida de san Jorge. Zurita afirma que desde entonces el rey aragonés "tomó por sus armas y divisas la cruz de san Jorge y las cuatro cabezas de los adalíes musulmanes".




Batalla del Puig de Enesa. Col Victoria and Albert. Londres.


Pero la leyenda se extiende mucho más, ya que también cuenta que el santo se apareció en la conquista de Mallorca por Jaime I, y en la batalla del Puig de Enesa, entre otras muchas. La Crónica de Pedro IV dice que San Jorge fue siempre abogado de las batallas de la Casa de Aragón, siendo motor de la reconquista del país.


La tabla que vemos en la fotografía, perteneciente al retablo del Centenar de la Ploma, joya del estilo gótico internacional valenciano (perteneciente a la Corona de Aragón), representa la batalla del Puig, el 18 de octubre de 1237, en la que el rey Jaime I, consiguió un gran avance para la conquista de la ciudad de Valencia en 1238. En la escena vemos al rey aragonés, vestido con el Señal de Aragón, sometiendo al último rey musulmán de Valencia: Zayyan; mientras, a su lado, san Jorge, que según cuenta la leyenda ayudó al ejército cristiano; aparece vestido con saya con la cruz, casco y la pluma de garza, hundiendo su espada en la cabeza de otro adalid musulmán.




San Jorge. Retablo Real Capilla de santa Isabel. Zaragoza.


San Jorge fue proclamado santo patrón del Reino de Aragón, en las Cortes de Aragón ya en 1461: “E assimesmo ordenamos que la fiesta del glorioso Martyr Señor Sant Jorge, que caye a XXIII dias de Abril, sia en el dito Regno inviolablemente é perpetua, guardada, observada, e celebrada solemnement: bien assi como los dias del Domingo e otras fiestas mandadas guardar. E todos los Prelados del dito Regno sian tenidos aquellas mandar guardar, e observar, jus aquellas penas mesmas, que deven, e son tenidos facer observar, e guardar los Domingos, e otras fiestas".


El retablo mayor de la iglesia de santa Isabel es atribuido al escultor José Ramírez de Arellano y taller, entre 1750-1760. Culmina el mismo con la escultura de san Jorge dando muerte al dragón, una escultura muy viajera ya que en el año 1955 se instaló en el Palacio Provincial de Zaragoza; volviendo al retablo en 1974; posteriormente, en 1980, fue llevada de nuevo al Palacio Provincial; y en 1998, con motivo de la restauración de la iglesia, ha sido por fin devuelta a su lugar de origen.


Hasta aquí un pequeño vuelo por alguna de las representaciones de san Jorge en la Corona de Aragón, espero que os haya gustado. Hasta el próximo vuelo.



BIBLIOGRAFÍA:


-Fuero de las Cortes de Aragón. Calatayud, 1461.


-DE LA VORAGINE, Jácopo: La leyenda dorada. Tomo II. Madrid. Ed. Biblioteca Hispania, 1914.


-SEBASTIÁN, Santiago: Iconografía e iconología en el arte de Aragón, Zaragoza, Guara Editorial, 1980.


-ROMERO, A.; y RINCÓN, Wifredo: Iconografía de los santos aragoneses I. Zaragoza, Librería General, Col. "Aragón", 1982.


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