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Casa Vicens (Barcelona), una obra de Gaudí en donde la "naturaleza se hace arquitectura".


"El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos" (A. Gaudí.)



Calle d' Aulèstia i Pijoan, al fondo la Casa Vicens.


Estamos en la Barcelona de la mitad del siglo XIX, una nueva burguesía había nacido gracias a la industrialización. Una burguesía que se equiparaba a la antigua nobleza, y que construían sus viviendas de recreo en lugares privilegiados. Uno de los lugares elegidos por esta nueva sociedad fue la villa de Gracia, en aquella época municipio independiente, actualmente barrio de Barcelona muy cerquita del centro de la ciudad, que ofrecía la tranquilidad de un pequeño pueblo. En el siglo XVII era un núcleo escasamente poblado, pero gracias a la industrialización, Gracia se volvió importante, ya que había mucho terreno para edificar e instalar industrias, y más cuando en 1897 la zona se anexionó a la gran capital, existiendo ya la gran arteria que la uniría al centro de Barcelona: el paseo de Gracia.


En este entorno se construyó la Casa de "verano" el corredor de bolsa y cambio Manuel Vicens i Montaner, quien contrató a un recién licenciado en arquitectura (1878), Antonio Gaudí, para realizar su casa en los solares que Vicens había heredado de su madre en 1877. Solares que se encontraban entre el convento de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl y un callejón sin salida perpendicular a la calle les Carolines (antigua de san Gervasio).


A pesar de su juventud, la originalidad de Gaudí ya era patente. El diseño de esta original vivienda anticipó los postulados estéticos del modernismo, movimiento que a finales del siglo revolucionó la arquitectura en Barcelona. La casa fue terminada con el jardín y un gran cascada en 1885.


Cuando realicé uno de mis primeros trabajos sobre la Casa Batlló, ya os comenté que Antoni Gaudí i Cornet, nació un 25 de junio de 1852 en Reus (Tarragona), y que es una de las figuras más importantes de la arquitectura universal, por sus sistemas constructivos y decorativos, y por su genialidad. En su obra encontramos desde viviendas particulares, palacios, edificios religiosos y encargos particulares, en los que su impronta ha calado muy hondo. "Barcelona es la ciudad de Gaudí", seis de los edificios que en ella construyó son parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco; en lo que respecta a la Casa Vicens, lo es desde el año 2005.


Casa Vicens antes de las últimas reformas.


El proyecto inicial realizado entre 1883 y 1885 por Gaudí, fue modificado posteriormente, la reforma más importante se realizó en 1925, cuando la casa de recreo pasó a manos del doctor Jover, como luego veremos, quien la habilitó como su residencia habitual, siendo ampliada por el arquitecto Joan Baptista Serra, con el beneplácito del propio Gaudí.


En la fotografía vemos una imagen antigua de la villa en sus orígenes. El jardín diseñado por el genial arquitecto estaba dividido en dos partes, una para huerto y otra propiamente de jardín romántico con un mirador, y una espectacular cascada (segundo edificio antes de la vivienda). En la reforma del año 1925, se agregó una capilla cercana, dedicada a santa Rita. Esta estructura se conservó hasta el año 1946 cuando se comenzó a vender terreno para construir los edificios que actualmente podemos ver al lado de la Casa Vicens; la consecuencia fue la desaparición del mirador, de la cascada y de la capilla, resultando un jardín mucho más reducido que el ideado por Gaudí.


Fachada Casa Vicens.


Situada en la calle de les Carolines 18-24, cerca de la plaza de Lesseps; en ella, como luego iremos viendo, Gaudí ya despliega su inigualable talento, y es el preludio de su obra posterior.


Se desconoce el vínculo que unía a Gaudí con Vicens, la teoría más plausible es que se conocieran en los círculos existentes en la Barcelona del último cuarto del siglo XIX, como la Renaixensa, el Centre Català, el Ateneu Barcelonès o la Associació Catalanista d'Excursions Científiques, donde se solían reunir la flor y nata de la intelectualidad catalana.


Durante la década de 1880 y 1890 Gaudí tuvo una estrecha relación con el matrimonio Vicens, con don Manuel y su esposa Dolors Giralt; incluso pasó largas temporadas en la casa que ellos poseían en la localidad de Alella (Barcelona), perdurando su amistad durante muchos años. Fallecido don Manuel en 1899, su viuda vendió el inmueble al doctor Antoni Jover i Puig, quien la vendió en 1908 a su hermano José Jover, retornando a la viuda de Antoni Jover, Ángela González Sánchez, una vez fallecido su cuñado sin descendencia.


En 1925-27, siendo propiedad del doctor Antoni Jover, como ya he comentado, se realizó la ampliación del edificio con el arquitecto recomendado por el mismo Gaudí, Joan Baptista Serra de Martínez, quien realizó una nueva crujía y una nueva fachada, con lo que la vivienda quedó exenta, ya que anteriormente la zona noreste estaba adosada a un convento contiguo, el de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl.


En 1935 el arquitecto F.V. Ortenbach Bertrán la volvió a ampliar (esta ampliación no se conserva). En 1946 la finca se segregó, derribando la cascada, y la capilla de santa Rita quedó aislada.


En 1963 se derribó el templete de santa Rita y se hicieron reformas en el sótano de la vivienda. En 1969 de declaró Monumento Histórico de Interés Nacional.


En marzo de 2014, un banco privado de propiedad familiar de Andorra, MoraBanc, adquirió a la familia Herrero Jover la casa, comenzando a restaurar el edificio (por los arquitectos Elías Torres y José A. Martínez Lapeña), que fue abierto al público el 16 de noviembre de 2017 como casa museo.


Actualmente el conjunto está formado por tres zonas: la construcción original de 1883-1885 de Gaudi; la ampliación llevada a cabo por Joan Baptista Serra de Martínez; y el jardín. Cuando visitas la casa, te das cuenta de la importancia que en ella tiene la naturaleza, el jardín se prolonga en el interior con esgrafiados, azulejos, etc., representando a la naturaleza. Es "la casa donde la naturaleza se hace arquitectura".

Fachada calle Carolines, firmada por Gaudí el 15 de enero de 1883.


El proyecto diseñado por Gaudí presentaba un edificio con cuatro plantas: el sótano, para almacén; la planta baja con la sala de estar, el comedor y la cocina; la primera planta con los dormitorios y baños; y la última planta, para el servicio. También diseñó tres fachadas (la cuarta se agregó en 1925).


El esquema constructivo primaba la línea recta sobre la curva, era una sencilla estructura, pero en cuanto al programa decorativo, el arquitecto superó las normas establecidas por el academicismo imperante, combinando elementos de inspiración naturalista y oriental, principalmente el mudéjar, persa y bizantino, pero por la importancia que le dio a las artes decorativas (forja, cerámica, vidriería, ebanistería), ya anuncia el modernismo.


Gaudí contó con la ayuda de varios artesanos: en escultura: Llorenç Matamala y Antoni Riba; en madera: Eudald Punti; forja: Joan Oñós; pintura decorativa: Francesc Torrescassana.


Fachada actual de la Casa Vicens.


En esta vivienda Gaudí tuvo la primera oportunidad para expresar sus ideas formales y decorativas. El colorido y la estructura de la vivienda refleja el deseo de desmarcarse de la arquitectura que en ese momento realizaban sus contemporáneos, y en verdad que lo consiguió, alternando el ladrillo y la mampostería con baldosas blancas y verdes, y con baldosas que representan imágenes de claveles de moro (flores amarillas).


En 1925, ya hemos comentado que se hizo una ampliación, por el entonces propietario Antoni Jover, quien contactó con Gaudí, pero al estar muy ocupado con la construcción del templo de la Sagrada Familia, aconsejó a Jover que contratara a su discípulo, el arquitecto Joan Baptista Serra de Martínez, quien la realizó, respetando el proyecto inicial, añadiendo una cuerpo en la parte posterior de la casa (parte derecha de la vivienda).


Con la mencionada reforma, la casa pasó a ser de una casa unifamiliar de verano, a ser una vivienda plurifamiliar habitual que acogía tres viviendas, una por planta. Con la ampliación la casa aumentó su superficie casi el doble, así como el jardín, que como ya hemos comentado fue perdiendo metros a lo largo de los años.


Fachada calle Carolines y reja.


En el siglo XIX surgió una gran atracción por el arte oriental y culturas exóticas. Gaudí en la casa Vicens se fijó en el arte islámico, mudéjar y oriental, que utilizó usando materiales tan diferentes como el ladrillo, la madera, el hierro y la cerámica, y como consecuencia dando a la Casa Vicens un aspecto que impresiona.


Los balcones, fruto de la reforma de 1925, con sus líneas curvas rompen con la verticalidad de la fachada principal


Reja de entrada al jardín de la casa.


Según su amigo Joan Bergós, Gaudí comentó: "Cuando fui a tomar las medidas del solar, estaba totalmente cubierto de unas florecillas amarillas, que son las que adopté como tema ornamental en la cerámica. También encontré una exuberante palma de palmito, las hojas de la cual, fundidas en hierro, llenan la cuadrícula de la verja y de la puerta de entrada a la casa".


El modelo en barro fue realizado por el escultor Llorenç Matamala, que posteriormente lo realizó en hierro fundido, el forjador Joan Oñós. En ella se representan hojas de palmito y flores de clavel, rematada con unos pinchos en forma de tridente.


En la ampliación y posteriormente, algunas partes de la verja fueron desmontadas, y recolocadas en el parque Güell y en la Casa-Museo de Gaudí.


Detalle de las hojas de palmito de la reja del jardín


Entrada al jardín por la reja de la calle Carolinas.


Farola de la reja del jardín.


Este magnífico trabajo de forja está atribuido al taller de Bonaventura Batlle, colocando en la reja dos farolas, una a cada lado de la puerta de entrada al jardín, en la reforma de 1925.


Lateral izquierdo de la fachada principal.


Esta fachada es la original realizada por Gaudí, reformada posteriormente en 1925.


Ventanas de la planta baja, lateral izquierdo fachada principal.


En esta parte se encontraba la antigua entrada a la vivienda, que fue desplazada a la fachada suroeste, en donde está la tribuna. El antiguo portal fue reconvertido en un doble ventanal con magníficas rejas de forja.


Detalle de la decoración de los azulejos.


Por toda la casa encontramos esta decoración con flores amarillas, que, como hemos comentado anteriormente, Gaudí las encontró en el solar que iba a ocupar la futura casa de la familia Vicens: "Cuando fui a tomar las medidas del solar, estaba totalmente cubierto de unas florecillas amarillas, que son las que adopté como tema ornamental en la cerámica". Son clavelones de la India o claveles del moro, más conocidos como tagetes.


La utilización de cerámica vidriada utilizada en esta obra, puede ser que proceda de la fábrica de Pujol y Bausis, de Esplugues de Llobregat.


En la última rehabilitación se ha restaurado piezas de cerámica que estaban deterioradas, llevada a cabo por el ceramista Manel Diestre. Las nuevas piezas se han realizado con la misma técnica utilizada en origen, llamada "técnica de trepa". Es decir, se hace una plantilla con un material impermeable (plástico), recortando el dibujo que se quiere representar, se coloca la plantilla sobre el esmalte y se aplica el color, pasando el color por la parte que se ha recortado.


Postigo con influencia oriental.


Alrededor del mismo podemos observar la diferencia de los azulejos realizados por Gaudí, parte izquierda; y los de Serra, parte derecha.


Galería de "arquillos", planta superior.


ventanas de la fachada original de Gaudí.


En la reforma de 1925 se "abalconó" el vano superior, siguiendo el mismo esquema que el balcón realizado en la nueva fachada (parte derecha).


Ventanas y balcón, realizados en la ampliación de 1925.


Forja de las ventanas de la fachada derecha.


El trabajo en forja es interesantísimo, coronan las rejas composiciones con motivos vegetales y formas orgánicas. También encontramos representaciones de dragones y animales mitológicos. Trabajos realizados en la reforma de 1925.


Balcón del primer piso.


El balcón fue añadido en la reforma de 1925. Interesante es el trabajo de forja de las barandillas de hierro con formas curvilíneas.


Chaflán calle Carolinas y callejón de entrada al edificio.


La parte derecha del edificio fue fruto de la ampliación llevada a cabo por Serra, con lo que surgió una nueva fachada, quedando el edificio exento. En esta esquina Serra construyó una torre en forma de templete, siguiendo las pautas que Gaudí había utilizado en el extremo opuesto.


En la parte superior, en el alfeizar de la ventana, aparecen dos amorcillos, que fueron esculpidos por Antoni Riba i García (también colaborador con Gaudí en la Sagrada Familia).


Detalle del balconcillo de la esquina.


Fachada noreste.


Esta fachada fue realizada en la ampliación de 1925 por Joan Baptista Serra de Martínez.


Fachada occidental.


Esta torre situada en la fachada que da al jardín, tiene forma de templete oriental, potenciando la verticalidad de esta fachada.


Jardín de la casa.


Gaudí en su primer proyecto rodeó la casa con un gran jardín, dividido en dos partes, una zona para huerta y otra para jardín de aire romántico con parterres, en él, se incluía una cascada y un mirador.


Posteriormente en 1927 se añadió al mencionado jardín, la capilla de santa Rita que estaba al lado de la vivienda. Años más tarde, en 1946, los entonces propietarios del inmueble, vendieron parte del jardín para construir viviendas, con lo que desaparecieron la cascada, el mirador, segregando la capilla, que finalmente fue derribada en 1963.


A la derecha vemos la escalera del fumadero, que tiene acceso directo al jardín; en el primer piso, las celosías del mirador de la salita de estar, que luego veremos; y al fondo el espacio acondicionado como cafetería.


Jarrón cerámico.


En la parte exterior del jardín, entre el fumadero y la tribuna vemos este interesante jarrón de cerámica, decorado con motivos florales, y en la parte central superior, la cabeza de un fauno.


Tribuna.


La fachada del jardín se divide en tres niveles horizontales, el inferior, en el que se ubica actualmente la tienda de la Casa; la planta baja, con la gran tribuna, que se cierra con celosías de tipo oriental, fue proyectada en 1925. Esta gran tribuna enlaza por el frente con el comedor, y en los extremos, a la izquierda el fumadero; y a la derecha, la entrada principal.


En la primera planta se abre un balcón corrido, cuya barandilla fue realizada por el taller de Joan Oñós (quien realizó los forjados de la Casa). A este balcón se abren los dormitorios principales; y en el nivel superior, que hoy encontramos salas expositivas, y era el antiguo desván, el frente está decorado con una galería y decoración cerámica. Culmina con una original chimenea que marca el eje de simetría del paño.


La tribuna es uno de los espacios más significativos de la vivienda, proyectada como un espacio semiabierto, poniendo el interior de la casa en contacto con el jardín. En origen en el gran jardín estaba presidido por la gran cascada que refrescaba el ambiente, junto con la fuente circular que se encontraba en la antigua entrada.


En la restauración de 1925 se colocó un cerramiento acristalado, que fue sustituido en la última remodelación, por estos postigos de orientación japonesa, según el proyecto inicial, diseñado por Gaudí.


Fuente de la tribuna.


El agua y la luz también tenían gran importancia para Gaudí, realizó tres puntos de agua: uno era una fuente octogonal situada en la entrada, que hoy es la calle Carolinas; el segundo era una gran cascada que fue derribada en 1946; y el tercero es en la tribuna, en cuya parte inferior de la tribuna podemos ver una fuente de inspiración renacentista, en la que el agua manaba de un surtidor y caía por una tela de araña metálica colocada sobre la fuente, de tal forma que cuando le da la luz del sol, se reflejan los colores del arco iris.


El conjunto se cierra con una serie de paneles de madera con diseño geométrico, influencia del arte japonés, muy parecidas al sistema japonés del shitomido, contraventanas muy utilizadas en las mansiones tradicionales japonesas.


En la parte superior de la tribuna vemos una serie de inscripciones, relativas al sol y a la orientación de la casa. Están escritas en catalán y decoradas con motivos florales, siguiendo la tónica de la decoración a base de claveles de las baldosas cerámicas.


Lateral de la tribuna.


Vemos que en las esquinas de los cerramientos de la tribuna, Gaudí colocó unas columnillas de hierro forjado sin apenas decoración.


También podemos observar la parte inferior de la tribuna, decorada íntegramente con baldosas cerámicas, siguiendo la influencia de la arquitectura musulmana. En este caso combinando baldosas blancas con baldosas con claveles de moro.


Inscripción lado noroeste de la parte superior de la tribuna.


Es la parte menos expuesta al sol, en ese lado se lee: "Oh, l'ombra d'istiu" (Oh, la sombra de verano).


Inscripción en el frente de la tribuna del jardín.


En el frente que da al jardín aparece la frase: "del hogar el fuego, viva el fuego del amor" (refiriéndose a la ubicación de la chimenea).


Inscripción del lado sur de la parte superior de la tribuna.


Es el sector de la casa que recibe la luz solar por la mañana, y vemos la siguiente inscripción:

"Sol solet vinam a veurer" (sol solecito ven a verme).


Entrada a la vivienda.


La entrada original de la vivienda se realizaba por la fachada de la calle Carolinas, se accedía a través de una escalera de hierro forjado, cuya barandilla superior, decorada con motivos florales, es la que ahora vemos en la entrada principal situada en el lado derecho de la fachada del jardín de la casa. El antiguo acceso fue derribado en la reforma de 1925.


También en esa reforma de 1925 se construyó una terraza frente a la nueva entrada y se amplió el vestíbulo en detrimento del porche; pero en la rehabilitación llevada a cabo entre 2016 y 2017 se eliminaron y el recibidor recuperó su forma original.


Puerta de entrada a la vivienda.


La puerta que separa el porche del vestíbulo se decora con una serie de cuadrados en los que se insertan círculos, que nos transportan al arte islámico.


Vestíbulo.


La planta baja la forma la zona de recepción de visitantes, mientras que los dos pisos superiores se han adaptado para salas de exposición.


Techo del vestíbulo.


En el vestíbulo destaca el techo de vigas decorado con molduras policromadas en tonos rojizos y los esgrafiados de los muros, con motivos vegetales.


Comedor.


En el lado sureste y orientado hacia la tribuna del jardín, con la que está comunicada a través de dos puertas que relacionan el interior de la vivienda con la naturaleza.


Conserva el mobiliario original, diseñado por Gaudí, son muebles de madera de limonero de Ceilán compuestos por un mueble trinchero en la parte central y varios armarios y espejos, entre los que destacan 32 lienzos (dos retratos, dos interiores y veintiocho paisajes), obras del pintor Francesc Torrescassana, discípulo de Ramón Martí Alsina, considerado el gran impulsor de la escuela paisajista catalana de la segunda mitad del siglo XIX , y son anteriores a la construcción de la casa, con lo que eran obras que ya poseía Vicens.


Tanto en los muros como en los techos se utilizó una decoración naturalista, como los motivos florales de la chimenea, de las ménsulas y las conchas del entrevigado.


El suelo de toda la planta baja fue realizado con la técnica grecorromana del opus tessellatum.


Comedor.


Los muros están decorados con esgrafiados (técnica realizada con estilete haciendo incisiones en las paredes y policromándolas), tan de moda en la Barcelona del siglo XVIII. En este caso, utiliza las hojas de hiedra trepadora de color verde oscuro.


Terracota de la odalisca.


En la parte superior del dintel de la puerta de entrada a la estancia, se colocó la figura de una odalisca, realizada por Antoni Riba.


Terracota de la figura masculina.


Al igual que la odalisca, tiene un aire orientalizante, también realizada por el escultor Antoni Riba.


Pinturas del comedor.


Los muebles, proyectados por Gaudí, sirven de marco a una serie de pinturas realizadas por el pintor barcelonés Francesc Torrescassana i Sellarés. En el panel central se representa un óleo con la "llegada del pescado", escena costumbrista en la costa de Cataluña.


Desde el 9 al 18 de enero de 2023 se han llevado a cabo restauraciones en las pinturas de esta sala, protegiendo los lienzos mediante "planchas de policarbonato alveolar y translúcido que reforzarán la parte trasera de las telas". Los restauradores han sido de la empresa Policromía, en colaboración con el Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat de Catalunya.


Paisaje de la costa catalana.


Son obras de una técnica ágil, algunas cercanas al impresionismo, con paisajes e incluso dos retratos de personajes desconocidos. Todo muy del gusto de la época.


Chimenea del comedor.


Se encuentra en el centro de las dos puertas con cristaleras que dan acceso a la tribuna. Los azulejos son de cuerda seca (técnica musulmana). También podemos observar en las caras interiores de las puertas de entrada a la tribuna vemos una serie de dibujos de pájaros y flamencos y hojas barridas por el viento, que nos ponen en contacto con el arte oriental, en concreto con las estampas japonesas "del género ukiyo-e", tan populares en la Europa del siglo XIX.


Ménsulas techo del comedor.


Las ménsulas de las vigas del comedor están pintadas con flores de diferentes colores, algunos han identificado la variedad como clavel del poeta.


Techumbre del comedor.


Las vigas del techo son de madera policromada, adornado el entrevigado con hojas de olivo realizadas con papel maché, procedentes de la fábrica de Hermenegildo Miralles, impresor que en el año 1892, patentó esta técnica de "papier maché", que tanto le gustaba a Gaudí.


Interior de la tribuna.


Gaudí diseñó la tribuna como un espacio para el descanso y el disfrute de la naturaleza. Pone en contacto la zona del comedor con el jardín. Está rodeada por una serie de celosías abatibles de estilo japonés.


Los muros están cubiertos con los mismos azulejos que hemos visto por toda la casa, representando la flor amarilla o clavel del moro, que fue la primera florecilla que Gaudí encontró en el solar primitivo.


Fuente de la tribuna.


Cuando Gaudí recibió el encargo de realizar esta emblemática vivienda, en su mente tuvo muy claro su deseo de que el agua y la luz formaran parte de su obra, por ese motivo en origen existía la gran cascada, situada frente a la fachada principal (derribada en 1925); también la fuente, de aire renacentista, que había colocado en la tribuna, fue eliminada (al colocar vidrieras en vez de postigos en la tribuna). Pero tras, la última restauración, ha sido recuperada en su diseño original, al igual que los "porticones abatibles". La fuente fue guardada por uno de los miembros de la familia Herrero Jover, y la parte superior de forja, fue rehecha por la empresa Forja Capellas S.L.


La parte superior de la fuente, es una malla elíptica representando una telaraña, que con la luz del sol, se reflejan los colores del arco iris. A través de un circuito cerrado cae el agua de manera uniforme por la malla de forja, cayendo al plato de la fuente, distribuyendo el agua hacia la boca de cinco ángeles, situados en la parte inferior del plato, que vierten el agua sobre la base cuadrada de la fuente, en donde hay un motor que devuelve nuevamente el agua a la parte superior. La fuente volvió a funcionar el 25 de junio de 2019.


Techo de la tribuna.


El techo es un trampantojo que representa el cielo cubierto por hojas de palmera, y esgrafiados de granadas y hortensias.


Interior del fumadero.


El fumadero es una pequeña estancia, de apenas diez metros cuadrados de superficie, llena de encanto, de estilo neoárabe. Los muros están decorados con baldosas de cartón piedra, en azules y ocres, con algunos motivos florales, representando rosas, también procedentes del taller de Miralles.


Esta sala tan peculiar fue restaurada en 2017 y posteriormente en 2019 y 2022, permitiendo recuperar la policromía original. El fumadero de la Casa Vicens, tiene su influjo en el mundo oriental que se puso de moda en la Europa del siglo XIX, muy vinculado al movimiento romántico. Estas salitas, que en Francia se conocía como "fumoir", en Inglaterra como "smoking-room", se pusieron de moda en las casas de los ricos de la Europa del siglo XIX, estrechamente vinculado al hábito de fumar, y por tanto asociado al lujo y al elitismo.


También hay una connotación masculina, ya que este espacio estaba destinado fundamentalmente al mundo masculino, una estancia exclusiva de hombres, donde podían hablar en libertad sin la presencia de las mujeres.


Techo del fumadero.


El techo está decorado con mocárabes o muqarnas de yeso policromado en azules y amarillos, que reproducen las hojas de palmera con racimos de dátiles, que recuerdan el Generalife de la Alhambra de Granada.


En la Casa Vicens la decoración está fuertemente influida por la herencia musulmana.


Escalera interior.


En la ampliación de 1925 convirtió la vivienda en tres partes independientes, una por cada piso. Por ese motivo se sustituyó la antigua escalera diseñada por Gaudí por otra escalera. En la última rehabilitación se ha construido esta nueva escalera, incorporando también un ascensor que conecta todas las plantas de la casa y llega hasta la azotea.


En la primera planta encontramos los dormitorios y baños. La nueva escalera es angulosa, proyectada por Martínez Lapeña-Torres arquitectos y Daw Ojjice en la rehabilitación del año 2016, en el mismo lugar en que se hallaba la escalera original, derribada en la reforma de 1925.


Subida a la primera planta.


En la primera planta se ubican los dormitorios, los baños y una sala de estar. Están decorados con más sobriedad, pero siempre siguiendo el estilo naturalista.


Dormitorio secundario.


Uno de los baños.


En él encontramos la bañera y enfrente el lavabo. Los baños disponían de agua corriente, algo que no era habitual en esa época.


La sala se decora con baldosas alternadas en azul y blanco, como tablero de ajedrez, con orla en color ocre, rematado todo el conjunto por un friso con representaciones de flores pintadas al óleo, motivo vegetal que no encontramos en ninguna estancia de la vivienda.


El cuarto de aseo está separado del inodoro.


Baño con el inodoro.


En donde se sitúa el retrete, vemos una serie de baldosas cerámicas con diseño de ruedas y estrellas, que nos recuerdan a los alicatados de los palacios nazaríes de la Alhambra de Granada. Gaudí remató los zócalos de estos azulejos con una serie de frisos de ascendencia medieval.


Dormitorio principal.


Las estancias del matrimonio ocupan el lugar más privilegiado del segundo piso. La estancia, la más amplia de este piso, estaba dividida en dos partes, con dos decoraciones distintas. Ya que una pared dividía la estancia, como era habitual en las casas burguesas de la época (lo podemos ver en la pared de enfrente, y en el suelo en donde una línea de baldosas separa la estancia).


Al fondo se accede a una amplia terraza que da al jardín.


Decoración de los muros del dormitorio.


También en la pared y en el techo del dormitorio podemos ver la distinta decoración que tiene la estancia, a la izquierda el muro ornamentado con una capa de estuco que representan cañas y juncos y la pared en tono rojizo; y helechos, a la derecha, cuyo muro es de tono grisáceo. Todas las plantas que vemos en la Casa Vicens las contempló Gaudí en el cercano torrente de las Cassoles.


Techo del dormitorio.


Los entrevigados del techo del dormitorio está decorado con pámpanos realizados en cerámica y policromados en verde, representando hojas y frutos de morera.


Sala de estar.


Es una pequeña estancia, cubierta con falsa cúpula. Se encuentra sobre la sala del fumadero, en el extremo oeste de la primera planta.


Son de destacar los arrimaderos que combinan baldosas de cerámica azul y ocre.


Cúpula de la estancia.


La cúpula es dorada decorada con pájaros y plantas en un espectacular trompe-l'oeil, como si la sala no tuviera techo.


Balconcito de la sala de estar.


Que nos pone en contacto con el jardín. Al estar encima de la sala del fumadero, se ha querido ver que esta pequeña estancia con su mirador, es de ámbito femenino, en contraposición al fumadero, que era masculino


Dormitorio secundario.


Orientado a la antigua zona donde se ubicaba la huerta, está decorado con motivos florales y vegetales en un tono verdoso, los muros en tonos grises.


Esgrafiados dormitorio secundario.


En ellos se representa la flor de la pasión.


A lo largo de las representaciones que Gaudí plasmó en la Casa Vicens, podríamos hacer una lectura iconográfica vinculada al ciclo de la pasión de Cristo (ya conocemos la religiosidad de Gaudí). Todas las plantas representadas pueden tener un significado simbológico religioso. El olivo, la palma, las zarzas, las moras, los juncos, las cañas, la flor de la pasión, las hojas de vid, todos ellos relacionados con la pasión de Cristo. También se sabe que el arquitecto consultaba el tratado de ornamentación "The grammar of ornament" del arquitecto británico Owen Jones, en el que encontramos los mismos motivos decorativos que utilizó en la Casa Vicens, Gaudí.


Detalle de las vigas del techo.


Segunda planta.


En origen se ubicaba el servicio. Es un espacio sencillo, en el que actualmente se utiliza para la exposición permanente de la obra de Gaudí, y la historia de la Casa Vicens. En una zona vemos los diversos azulejos que Gaudí empleó en la construcción de la vivienda.

En la ampliación de 1925 este espacio se habilitó como vivienda, recuperando su forma original en la remodelación de 2016, eliminando los tabiques que se habían levantado.


Planta segunda.


Maqueta de la Casa Vicens.


Escalera que conduce a la azotea.


azotea, lado noroeste.


Gaudí crea en Casa Vicens su primera cubierta transitable. No podemos irnos sin subir a este espacio. La cubierta está formada por cuatro planos inclinados de ladrillo, cuyos techos de la segunda planta del edificio se cubren con tejas árabes. Se puede recorrer toda la azotea, gracias a un paso que Gaudí ideó con baldosas de cerámica cocida, pudiendo acceder a la torre situada en una de las esquinas (la que vemos al fondo de la fotografía). Esta torre culmina con una cúpula de azulejos blancos y verdes, y una llama dorada, que nos recuerda a los templos asiáticos.


Aún no utiliza la técnica del trencadís, que lo utilizó por primera vez en el llamador de entrada a la finca Güell.


Chimenea y templete de la azotea.


En la azotea vemos revestimientos de baldosas cerámicas de colores, siguiendo la ornamentación de las fachadas.


Planta sótano.


Finalizamos la visita a la casa Vicens visitando el sótano, donde originariamente se localizaba la carbonera, y hoy se ubica la tienda de esta casa-museo.


Retrato de Antoni Gaudí.


La obra de Antoni Gaudí es universal y se puede palpar en sus edificios, en sus muebles, en sus dibujos; desgraciadamente el 10 de junio de 1926 un tranvía atropelló mortalmente al gran maestro, considerado uno de los grandes genios de la arquitectura, fue un artífice completo, que concibió la arquitectura como una obra de arte total, en la que todo cobraba importancia. Su obra se enmarca en el contexto del Modernismo y la Renaixença, movimientos culturales que se posicionaron en la modernidad, pero sin olvidar las tradiciones y la identidad popular.


Fotografía: Pablo Audouard Deglaire (1856 - 1919).



Hasta aquí este estudio sobre la maravillosa Casa Vicens.


Espero que os haya gustado. Hasta el próximo vuelo.




BIBLIOGRAFÍA:


-FERRÁNDEZ SANCHO, Guadalupe: el Viaje de la Libélula: la maravillosa casa Batlló: https://www.elviajedelalibelula.com/single-post/2016-1-14-la-maravillosa-casa-batll%C3%B3-barcelona


-CARDUNCHO, Daniel R. Casa Vicens. La primera gran obra de Gaudí. Barcelona, Dosdearte ediciones Sl., 2020.


- BASSEGODA NONELL, Juan. El Gran Gaudí, Sabadell, Ausa, 1989.


-ZERBST, Rainer: Gaudí. 1852-1926. Antoni Gaudí i Cornet. Una vida dedicada a la arquitectura. Colonia, Benedikt Taschen, 2013.


- Casa Vicens: https://casavicens.org/es


-https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Vicens


-Antoni Gaudí (1852-1926). Barcelona, Fundació Caixa de pensions. 1986


-BERGÓS MASSÓ, Juan: Gaudí, el hombre y la obra. Barcelona: Universidad Politécnica de Barcelona. 1974.


-Proyecto firmado por GaudÍ: Torii, Tokutoshi (1983). El mundo enigmático de Gaudí. Instituto de España, Madrid. ISBN 84-85559-34-7.


- Fotografía antigua del jardín de la vivienda: https://casavicens.org/es/casa-vicens/la-casa/

© 2015, Institut Amatller d’Art Hispànic. Foto Mas C-69752 (1932)


-Retrato de Gaudí: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gaud%C3%AD_(1878).jpg#mw-jump-to-license