Santiago Ramón y Cajal bajo la mirada del escultor valenciano Mariano Benlliure. Paraninfo. Zaragoza
La primera piedra del futuro edificio que iba a albergar la Universidad de Medicina y de Ciencias de Zaragoza la colocó a las once de la mañana del 21 de marzo de 1887 el director General de Instrucción Publica don Julián Calleja en nombre de la reina regente doña Cristina, ante la presencia del obispo auxiliar don Vicente Alda y de todas las autoridades zaragozanas. El proyecto fue realizado por el arquitecto Ricardo Magdalena; siendo la empresa constructora: Juan Pruneda y García la encargada de llevarlo a cabo. Para conocer la historia del edificio os remito al artículo que hice sobre él (ver bibliografía).
La obra, dentro de un estilo historicista inspirado en los palacios renacentistas y el mudéjar aragonés, fue terminada en la primavera de 1892 e inaugurada finalmente por el ministro de Fomento don Segismundo Moret y Prendergast, diputado a Cortes por Zaragoza, el 18 de octubre de 1893, ante la presencia del cardenal Sr. Benavides, el obispo de Huesca Sr. Alda y demás personalidades de la Zaragoza de la época.
Alineada con la puerta de entrada al edificio encontramos el pie de la escalera imperial, y a izquierda y derecha a través de las puertas acristaladas de colores se baja a lo que hoy es el Museo de Ciencias Naturales.
A la Escalera Imperial se accede a través de un arco de medio punto que descansa en dos columnas acanaladas y anilladas, típicas del renacimiento aragonés. En lo alto de la escalera se vislumbra la escultura del insigne médico y científico aragonés don Santiago Ramón y Cajal, alumno y profesor de esta Universidad, que recibió el premio Nobel de Medicina en 1906 (para saber la biografía del sabio aragonés os remito al artículo sobre el retrato realizado por Sorolla, lo podéis ver en la bibliografía).
La escultura del sabio aragonés está situada en el primer descansillo de la escalera, donde ésta se bifurca en dos tramos y nos conduce a la segunda planta en donde encontramos, frente a la escultura de Cajal, la puerta que da acceso al gran Salón de Actos o Paraninfo.
En la parte posterior de la escultura podemos ver una de las vidrieras realizadas por la Empresa Quintana. En la época en la que se realizó este edificio, el taller de León Quintana Bianchi se encontraba en la calle Ramón Pignatelli nº 9 (antigua calle de La Paja). El arquitecto Magdalena encargó a este maestro vidriero la decoración de buena parte de las vidrieras de este edificio y así como el proyecto del Rosario de Cristal (en este caso encomendado en 1890 por la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario al mismo arquitecto).
Cuando cumplió setenta años, en 1922, Cajal se jubiló, comenzando a recibir homenajes que no había esperado ni reclamado. En Madrid, en el Parque del Retiro, se le erigió un monumento en 1926 esculpido por el escultor Victorio Macho, que lo representaba vestido como un filósofo griego. Cajal horrorizado por semejante escultura se negó a ir a su inauguración a pesar de estar presente el rey; incluso afirman que una vez inaugurada la escultura, Cajal no volvió a entrar en su parque favorito. En Zaragoza también se le rindieron honores. Por iniciativa del rector Ricardo Royo Villanova, se encargó al afamado escultor valenciano Mariano Benlliure una escultura para presidir la gran escalera del Paraninfo zaragozano, acordando su pago por suscripción popular.
El autor de la misma, Mariano Benlliure Gil, nació en Valencia en 1862, y es considerado el último escultor del realismo del siglo XIX. Tuvo gran reconocimiento en vida, codeándose con lo “más florido de la sociedad decimonónica del momento”. Por su finca de Collado Villalba, (hoy colegio de los Hermanos Maristas), pasaron los personajes más ilustres de la época, como Santiago Ramón y Cajal y Joaquín Sorolla entre otros. En este lugar de la Sierra de Guadarrama tenía taller abierto y para realizar la escultura que hoy estamos comentando, Cajal acudía a la vivienda del escultor para posar.
El sabio aragonés residía por aquél entonces en Madrid, pero su pasión por la montaña era patente. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se convirtió en un importante foco turístico de personajes ilustres que buscaban “los aires de la montaña” tan de moda por aquellos tiempos, gracias a la corriente higienista y el impulso del “guadarramismo” (un grupo de personas que pusieron en alza esta preciosa Sierra, haciendo excursiones, encuentros, conferencias, etc).
Para Cajal la naturaleza, el ejercicio al aire libre y el montañismo fueron esenciales en su vida. Y cuando le destinaron a Madrid, siguió la estela del “guadarramismo”, visitando la Sierra en cuanto tenía ocasión. Veraneó en Miraflores de la Sierra. También nuestro científico residió en la cercana localidad de Cercedilla, en donde encontraron su lugar de descanso: el presidente del Gobierno José Canalejas; el pedagogo y ensayista Francisco Giner de los Ríos; el pintor Joaquín Sorolla (lugar en el que murió en 1923); el poeta Luis Rosales, entre otros muchos personajes ilustres. Según opinión del propio Cajal: “Señal inequívoca de estulticia, frivolidad e ignorancia es aburrirse en el campo. Allí, entre árboles, flores e insectos, se nos revela el encanto de la vida. Y cuando de noche gira sobre nuestras cabezas el cielo estrellado, el infinito abre ante nosotros perspectivas inacabables. Sólo en el campo comulgamos con los actos y nuestra imaginación se complace en recordar soles y planetas, nebulosas y estrellas apagadas. La vía láctea se constituye nuestro pequeño universo, está envuelta en otros universos apenas concebibles. Para el reactivo soberano del ignorante es la noche estrellada. Se aburre, luego es un imbécil”.
En Cercedilla ejercía como médico su yerno Ángel Cañada, casado con su hija Pabla. Desde la localidad de Cercedilla acudía a la cercana Villalba, lugar donde tenía su estudio el escultor valenciano para posar para la escultura que estamos comentando. Como Cajal no conducía, Benlliure iba a buscarlo y lo llevaba y lo traía los días que posaba para el escultor. En el verano de 1922 al regresar de Villalba tuvieron un aparatoso accidente de automóvil, Benlliure chocó contra un poste de telégrafo, dándose el escultor un fuerte golpe en la cabeza. Esta anécdota, fue reflejada en la prensa de la época.
El escultor y el sabio mantenían una larga y estrecha amistad; ambos se tenían gran respeto y admiración, que se incrementó al realizar Benlliure varios retratos a Cajal. Lo podemos ver en la carta que Benlliure escribió al rector de la Universidad zaragozana, Royo Villanova hablando de esta obra: “En la estatua del gran Cajal he puesto toda mi alma de artista para hacer una obra digna de la gran figura que representa”, describiendo al sabio como un magnífico colaborador y muy entusiasta con todo lo que hacía. El científico fue representado por Benlliure en casi medio centenar de obras (estatuas, medallas, placas conmemorativas y bocetos, muy del gusto de Cajal).
Fotografía realizada por Ramón y Cajal: Legado Cajal-CSIC (fotografía realizada en la Exposición del Paraninfo).
El 1 de mayo se invitó al Nobel a Zaragoza, aún no estando acabada la escultura. Cajal estaba delicado de salud y envió a su hermano Pedro para leer un discurso en su nombre, aquí os pongo un pequeño fragmento: "...porque Zaragoza es algo mío, muy íntimo, que llevo embebido en el corazón, en mi espíritu y palpita en mi carácter y en mis actos […] Jamás olvidaré que Zaragoza fue el magnífico escenario de mis ensueños de mozo y de mis ilusiones y esperanzas de hombre […] La Universidad cesaraugustana formó mi intelecto y sació, no obstante mis distracciones y devaneos, mi curiosidad de saber, ¡Oh vieja Facultad de Medicina y cuán agradables recuerdos guarda para mi!…"
Fotografía realizada por Ramón y Cajal: Legado Cajal-CSIC (fotografía hecha en la Exposición del Paraninfo).
El rector Royo volvió a invitar a Cajal en un nuevo homenaje el 1 de octubre del mismo año, pero su delicado estado de salud tampoco se lo permitió, enviando un discurso que fue leído por el decano de la Facultad don Patricio Borobio. Ese día, también se verificó la inauguración del curso académico, y como la escultura de Benlliure no estaba aún terminada, se instaló en el mismo lugar un modelo en yeso, que una vez acabada la obra en mármol, se retiró, colocándose ésta en el lugar donde había sido ideada y donde hoy la podemos admirar.
La obra fue terminada en 1923, inaugurándose el 26 de febrero de 1925 sin la presencia del sabio, pero con la asistencia del rey Alfonso XIII. El discurso de agradecimiento del histólogo lo volvió a leer su hermano Pedro: En él Cajal lamentaba el no poder asistir y expresaba su opinión sobre el hecho de que le dedicaran la estatua: "No soy partidario de las estatuas y menos de las erigidas en vida de los originales. Para apreciar el valor de un hombre se necesita la perspectiva de los siglos. En todo caso la verdadera estatua está esculpida por nuestras acciones e ideas..."
Fotografía realizada por Ramón y Cajal: Legado Cajal-CSIC (fotografía hecha en la Exposición del Paraninfo). Boceto de la escultura.
La escultura está realizada en mármol sin pulir. Y se representa al sabio vestido con toga de catedrático y sosteniendo un libro sobre la pierna izquierda, mirando fijamente al espectador.
En el frente del pedestal podemos leer la siguiente inscripción: “Cajal-MCMXXIV”; y M. Benlliure 1923, en el lateral izquierdo.
El escultor hizo un retrato muy realista, en el que representa a Cajal con gesto serio, mirando al frente. En esta obra, como en todos sus retratos, Benlliure muestra un profundo estudio psicológico del personaje. Su estilo refleja un naturalismo detallista y minucioso.
La escalera es de gran impacto visual. En los extremos superiores podemos ver dos esculturas, flanqueando la vidriera central y al sabio aragonés. A la derecha la de Arquímedes, famoso matemático, esculpida por Lasuén; a la izquierda la de Hipócrates, padre de la Medicina, obra de Lluch, realizadas en mármol y cobijadas en hornacinas.
Santiago Ramón y Cajal murió en Madrid, en su casa del madrileño barrio de Cuatro Caminos, el 17 de octubre de 1934, a la edad de ochenta y dos años de edad. Sinceramente hay personas que no deberían morir nunca, por su labor en beneficio de la humanidad. “La ceremonia de su entierro pasó casi sin que lo notasen las muchedumbres, lo mismo que no había llegado a ellas su obra, sino la resonancia de una gloria que en las mentes sencillas tenía algo de valor mítico. Fue un acto sencillo, modesto, recogido, sin oropel, como había sido su vida ejemplar”.
No hay palabras para expresar mi profunda admiración por don Santiago Ramón y Cajal, hombre, que como bien dijo su amigo el zaragozano Francisco Tello Valdivieso, médico neumólogo: "aparte de su labor histológica, que fue inconmensurable, su postura humana de humildad y rectitud, despertaba admiración y cariño entre la gente”.
Espero que os haya gustado. Hasta el próximo vuelo.
BIBLIOGRAFÍA:
-El viaje de la libélula.com. El Palacio de la Ciencia y el Saber: https://www.elviajedelalibelula.com/single-post/2018/06/23/EL-%E2%80%9CPALACIO-DE-LA-CIENCIA-Y-DEL-SABER%E2%80%9D-EL-PARANINFO-MAGN%C3%8DFICA-OBRA-DEL-ARQUITECTO-RICARDO-MAGDALENA-ZARAGOZA.
-El viaje de la libélula.com. Santiago Ramón y Cajal bajo la mirada del pintor Joaquín Sorolla. Museo Provincial. Zaragoza: https://www.elviajedelalibelula.com/single-post/2019/11/30/Santiago-Ram%C3%B3n-y-Cajal-bajo-la-mirada-del-pintor-Joaqu%C3%ADn-Sorolla-Museo-Provincial-Zaragoza.
-VIUDAS CAMARASA, Antonio: Los testamentos del nobel Santiago Ramón y Cajal y Silveria Fañanás García: https://dialectus.es/los-testamentos-del-nobel-santiago-ramon-y-cajal-y-silveria-cajal-fananas/
-RAMON Y CAJAL, Santiago: Centro Virtual Cervantes. https://cvc.cervantes.es/ciencia/cajal/default.htm
-Monográfico sobre SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL, en la Gran Enciclopedia Aragonesa.
-LÓPEZ PIÑERO, José María: Santiago Ramón y Cajal, Universidad de Valencia, 2006.
-VV.AA.: Santiago Ramón y Cajal. Trabajo, saberes y arte en la investigación científica. Fundación Tejerina. Ed. Ademas comunicación gráfica s.l., 2012. https://www.cpm-tejerina.com/Data/Attachment/application/monografia_ramon_y_cajal_web950.pdf
- GARRIDO, Eduardo: Cajal y la naturaleza. Madrid, Ed. Desnivel, 2016.
-ALMERÍA GARCÍA, José A., GIMÉNEZ NAVARRO, Cristina, LOMBA SERRANO, Concepción, RÁBANOS FACI, Carmen, Exposición del Patrimonio Artístico de la Universidad de Zaragoza (catálogo), Zaragoza, Universidad, 1983
-ALMERÍA GARCÍA, José A., GIMÉNEZ NAVARRO, Cristina, LOMBA SERRANO, Concepción, RÁBANOS FACI, Carmen, “El patrimonio artístico de la Universidad de Zaragoza”, en Historia de la Universidad de Zaragoza, Madrid, Editorial Nacional, 1983
-VV.AA.: Santiago Ramón y Cajal un siglo después del premio Nobel, Fundación Marcelino Botín, Ed. El Viso, Madrid, 2006. https://studylib.es/doc/5994080/santiago-ram%C3%B3n-y-cajal---pedrogarciabarreno.es.