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LA CASA NEOMUDÉJAR DE DON JUAN DE ARAGÓN Nº 21. ZARAGOZA


Este es uno de los edificios que podemos contemplar en la calle San Vicente de Paúl de Zaragoza, calle de mis correrías infantiles y adolescentes. Esta casa siempre, ya desde muy pequeña, me llamaba la atención, al levantar la mirada hacia este edificio tan peculiar las irisaciones que la luz provocaba al incidir en sus pequeños azulejos (en aquellos años no sabía ni lo que era eso), me gustaban. Son recuerdos que con la edad (aún siendo actualmente muy joven todavía) se acentúan, y hoy quiero compartir con vosotros.

La calle San Vicente de Paúl se urbanizó en los años 40 del siglo XX para conectar el Coso Bajo con la Avenida del Ebro (actual Paseo de Echegaray y Caballero) a la altura del Puente de Hierro. En 1936 el arquitecto Regino Borobio redactó las normas de construcción en la nueva calle que se iba a abrir, que luego se llamó San Vicente de Paúl. En estas normativas se establecía que las casas de nueva construcción tenían que ser de ladrillo y siguiendo los modelos que ya existían en la zona, realizados en los siglos XVI y XVII.


“Los paramentos exteriores de las fachadas debían realizarse en piedra de sillería, ladrillo a cara vista o revocos pétreos de colores permanentes. A fin de que la nueva calle tenga carácter en consonancia con el del barrio, las fachadas exteriores de los edificios habrán de responder en sus líneas generales a las de las edificaciones de los siglos XVI y XVII próximas a la calle reformada”.


Si recorremos la calle San Vicente nos daremos cuenta que las casas guardan cierto orden estructural y decorativo.


La casa que nos ocupa, aunque su fachada principal da a la calle San Vicente de Paúl, tiene su entrada por la de Don Juan de Aragón nº 21. Fue diseñada en 1946 por el arquitecto Enrique Vicenti Bravo y por el aparejador Gil Luis González Marcilla, pero se tardó más de veinte años en terminarla. En ella, aunque se dan todas las normativas anteriormente citadas, la decoración está influida por la tradición mudéjar.

Detalle de la portada de entrada a la casa, en la calle Don Juan de Aragón nº 21. Es de gran sencillez.

Se trata de un edificio de planta baja y entreplanta, en donde se abren grandes vanos adintelados para uso comercial. Sobre ellas se elevan seis alturas, acabando la última en un torreón, que asimismo, es vivienda.

En el muro vemos el uso del aparejo dispuesto a tizón en resalte, así como la utilización de la cerámica policromada en verde y azul con formas geométricas, novedad dentro del regionalismo neomudéjar imperante en esos años.

En la fachada que da a la calle Don Juan de Aragón se abren vanos adintelados y recercados. El chaflán es poligonal, con el muro realizado con ladrillo dispuesto a tizón en resalte combinado con placas de cerámica irisada en las esquinas.


La fachada que da a San Vicente de Paúl nº 25 tiene un tratamiento diferente. En cada planta nos ofrece un tipo de decoración distinta y vanos variados en su estructura.

En el primer piso un balcón adintelado remarcado, cuyo frente está adornado con motivos geométricos; sobre éste dos ventanas adinteladas, en cuyo centro se abre una hornacina, todos ellos remarcados.

En el tercer piso un vano adintelado corrido; en el cuarto nivel un mirador cerrado con pequeñas pilastras que soportan arcos de medio punto de diferentes tamaños; y ya en el último piso un balcón corrido con un arco moldurado, a cuyos lados se abren dos pequeñas ventanas, una de ellas abierta al exterior.


Detalle de la decoración que podemos ver debajo de los alzados.



BIBLIOGRAFÍA:


-Mª Pilar Biel; y Ascensión Hernández: "La arquitectura neomudéjar en Aragón", Zaragpza. Rolde de Estudios Aragoneses, 2005.


-Ficha del ayuntamiento de Zaragoza:

http://www.zaragoza.es/pgou/edih/juandearagon21.pdf

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