EL VALLE DE BOHÍ (Lérida).
Fue en septiembre-octubre del año 1985 cuando descubrí este fantástico lugar, las iglesias las conocía por haberlas estudiado durante la carrera, pero no imaginaba lo que iba a encontrar en este valle del Pirineo, puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes. El otoño empezaba a manifestarse, y el colorido que pudimos contemplar ya anunciaba lo que más tarde preparaba el gran espectáculo de la naturaleza. El entorno natural junto a las pequeñas aldeas que se sitúan en él representan un testimonio único de urbanismo tradicional, característico de los valles pirenaicos.
Al entrar en el valle recibí las primeras emociones de un paisaje sin igual, corroboradas en el transcurso de mi estancia. Volví en julio de 2011, pues me había prometido regresar, y aunque también fue una experiencia inolvidable, es preferible hacerlo en otoño, pues en esa estación el ambiente se vuelve mágico, indescriptible.
En el valle hay preciosos pueblecitos con pequeñas iglesias románicas, que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. El conjunto está formado por ocho iglesias: San Clemente de Tahull, Santa Maria de Tahull, San Juan de Bohí, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Feliu de Barruera, La Natividad de Durro, Santa María de Cardet, la Asunción de Cóll y la ermita de San Quirce de Durro.
Lo más representativo de estos edificios es la unidad de estilo arquitectónico. Son iglesias románicas construidas durante los siglos XI y XII, que siguen modelos procedentes del norte de Italia, el románico lombardo. Se caracterizan por el esmerado trabajo de la piedra, sus esbeltos campanarios y la decoración exterior con arcos ciegos y bandas lombardas. Por el interior fueron decoradas con magníficos frescos, que desgraciadamente el visitante no podrá contemplar in situ, pues unos han desaparecido y otros, excepcionales, fueron arrancados y trasladados a Barcelona entre los años 1919 y 1923, conservándose en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (M.N.A.C.). Para que el visitante pueda visualizar el espacio ideal de una iglesia del valle, se han realizado copias de los más importantes.
Si alguien tiene pensado acudir al valle, recomiendo ir primero al pueblecito de Erill la Vall, ya que en él se encuentra el centro de visitantes, donde informan sobre el conjunto románico y en donde se puede comprar un bono para visitar todas las iglesias. Para el que quiera más detalles os pongo el enlace del centro del románico del Valle de Bohí:
http://www.centreromanic.com/bienvenidos?set_language=es
Mapa de localización de las iglesias románicas del Valle de Bohí, provincia de Lérida.
Entrada al valle. Vista del río Noguera de Tor, principal afluente del río Noguera Ribagorzana.
Otra vista del río Noguera de Tor y de la entrada a este valle.
La carretera entre las montañas.
Siguiendo la carretera, pasamos por Durro. A la izquierda se vislumbra la iglesia de la Natividad.
Bohí se encuentra a la entrada del valle, en un promontorio, al lado del río San Martín. La iglesia de San Juan es una de las más antiguas de la zona, pues data del siglo XI. La cabecera tenía originariamente triple estructura absidial, aunque hoy sólo conserva los dos ábsides laterales, una vez desaparecido el central.
Detalle de la torre, del siglo XII. Adosada a la fachada sur, es de planta cuadrada y tres pisos de altura. Los dos primeros presentan decoración lombarda con arquerías ciegas y friso con esquinillas. El último piso es posterior.
Entrada a la iglesia, con decoración mural figurada, que podría corresponder a un Agnus Dei en mandorla, acompañado por apóstoles o profetas. Es copia de la original, en el M.N.A.C.
Planta basilical (como San Clemente y Santa María). Destaca el conjunto de pinturas murales del interior.
Los frescos con escenas como La lapidación de San Esteban, Los Juglares (en la fotografía) o el Bestiario; todas son copias de las originales, en el M.N.A. C.
Detalle del Bestiario (copia).
Erill la Val. La iglesia de Santa Eulalia, situada en la población donde estaba el señorío de los Erill, conserva uno de los mejores campanarios del valle. Es una esbelta torre de planta cuadrada, con seis pisos de altura, presentando la decoración propia del románico lombardo: arcuaciones ciegas y bandas lombardas.
Alineado con el de San Juan de Bohí y el de San Clemente de Tahul, el campanario desempeñaba funciones de comunicación y vigilancia del territorio. Delante de la puerta de acceso se encuentra el cementerio.
La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares. El central fue demolido y sustituido por una sacristía rectangular, siendo reconstruido en el siglo XX en su forma original.
Vista del pórtico, situado en el norte; tiene cuatro arcos de medio punto sostenidos por tres pilares circulares centrales y dos rectangulares en los extremos. La puerta de entrada es en arco de medio punto, sencilla.
Detalle de los arquitos ciegos de la torre.
En el interior de la iglesia podemos ver una copia del grupo escultórico del Descendimiento de la Cruz, el único que se conserva íntegro del taller de Erill. Los originales se encuentran repartidos entre dos museos: el Museo Nacional de Arte de Cataluña y el Museo Episcopal de Vic. Son siete tallas de madera de gran importancia en el contexto de la escultura románica española.
Tahull. La iglesia de San Clemente fue mandada construir por los señores de Erill, siendo consagrada el 10 de diciembre de 1123 por el obispo de Roda de Isábena, San Ramón. Levantada en dos fases, a mediados del XI y en el siglo XII.
La belleza de esta obra hay que buscarla en la armoniosa compensación de sus volúmenes y en la integración en un entorno pirenaico majestuoso.
La torre es, junto con la de Erill la Val, un ejemplar excepcional, que recuerda mucho los campaniles italianos de Lombardía. Tiene planta cuadrada y seis cuerpos con ventanales que ascienden rítmicamente desde el hueco único en el cuerpo inferior al gran vano geminado en el superior. Sus arcuaciones ciegas y bandas lombardas son de lo mejor del valle.
La cabecera está formada por tres ábsides, estando el central dividido en tres paños por columnitas. Cada paño está coronado por cuatro arquillos ciegos, y bajo el alero hay un friso de esquinillas.
Es el prototipo de iglesia románica de planta basilical, con tres naves separadas por pilares circulares, cabecera con tres ábsides y cubierta de madera a dos aguas.
El Pantocrátor de San Clemente de Tahull es la imagen más emblemática de la pintura románica en Cataluña. El original se conserva en el M.N.A.C, atribuido al llamado “Maestro de Tahull”, del siglo XII.
La iglesia de Santa María de Tahull, fue consagrada el 11 de diciembre de 1123, un día después de San Clemente, por San Ramón, obispo de Roda de Isábena (Huesca).
Situada en el centro del pueblo, el exterior es un ejemplo perfecto del románico lombardo tardío: bandas, arcuaciones ciegas, etc.
El campanario es de planta cuadrada y anterior a la iglesia, de la segunda mitad del siglo XI. Tiene cuatro pisos y ventanales que siguen el mismo ritmo ascensional que San Clemente, pero a menor escala.
Ábside central de tipo románico lombardo tardío. Son destacables los óculos ciegos entre los arquitos ciegos.
El interior es también basilical como San Clemente: tres naves, cabecera triconque y cubierta de madera.
Las pinturas murales tienen gran importancia, pero las originales no se conservan en la iglesia, sino en el M.N.AC. Estos frescos se atribuyen al llamado “Maestro de Santa María”, y son contemporáneos a los de San Clemente aunque de diferente autor.
El ábside central está presidido por la Virgen y el Niño, en mandorla, acompañados por los Reyes Magos, componiendo una Epifanía.
En el resto del templo también se pueden ver otras pinturas, aunque de distinto autor, atribuidas al Maestro del Juicio Final.
Finalmente os pongo un vídeo de todas las iglesias del valle:
CONCHAPEC
Espero qué os haya gustado. Os recomiendo la visita a este precioso valle. Hasta un próximo vuelo.
