Noche de Reyes.

Esta noche realmente es mágica, la noche en la que los recuerdos se agolpan. La Noche en la que los Reyes, montados en sus camellos, surcan el cielo con la carta que cada uno de nosotros les hemos enviado con la gran ilusión de que nuestros deseos se vean cumplidos.

Es la Noche en la que casi todos nos volvemos un poco niños y como escribió Miguel de Unamuno en una de las poesías de su Cancionero (1928-36): "Agranda la puerta, Padre, porque no puedo pasar. La hiciste para los niños, yo he crecido, a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame, por piedad; vuélveme a la edad aquella en que vivir es soñar."

Esta noche tenemos que sacar al niño o a la niña que aún tenemos en nuestro interior y soñar, observando con limpia mirada y llena de ilusión todo lo que nos rodea.

Deseo de corazón que los Reyes hayan pasado por vuestros hogares y os hayan dejado por lo menos la esperanza de un mañana mejor para todos; pero sobre todo para los que vienen detrás de nosotros, que son el futuro que hemos sembrado.

¡Que los Hados repartan suerte!