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La Soñadora. Pierre-Auguste Renoir.

Serás la soñadora solitaria y silenciosa, te despertará la aurora cada día más hermosa.


(Manuel Palacios)



El Museo Thyssen de Madrid presenta una retrospectiva del pintor Pierre-Auguste Renoir (del 18 de octubre al 22 de enero de 2017), en la que podemos ver 78 obras procedentes de museos de todo el mundo, y obras muy conocidas y otras no tan conocidas.


Las dos primeras salas están dedicadas a su etapa impresionista (1869-1880), y en la segunda, que lleva el título de “Impresionismo, lo público y lo privado”, podemos contemplar esta pequeña obra, que me encantó: La soñadora del Museo de Arte de San Luis.


Obra de gran colorido, realizada en el año 1879 en su taller de Montmatre (Paris). La obra pasó por varios propietarios, hasta que en el año 1929 la obra fue adquirida por la Galería de arte Knoedler de Nueva York, la cual lo vendió al Museo de arte de Saint Louis en 1935.

Representa a una joven elegantemente vestida con un traje de terciopelo azul, que mira directamente al espectador con un gesto algo picarón, llevándose el dedo a la comisura de sus labios. En los retratos de esta época, a pesar de los juegos lumínicos y de color, la figura no pierde del todo su corporeidad. Nos trae un recuerdo de la elegancia dieciochesca.


La obra irradia luz propia. Vemos una pincelada abierta y alegre, a veces con toques menudos y cortos; y en otras con pinceladas más espesas y luminosas, pero todo con una armonía general. El empleo de azules, violetas y el sillón rojo, donde apoya su brazo, hace de esta obra una obra vibrante.

Firmado en la parte superior izquierda: Renoir. 79 en azul. Detalle del papel pintado del fondo del salón. Todo parece temblar, a pesar de dar la impresión de espontaneidad, es una pintura muy meditada.



El impresionismo es uno de mis puntos débiles, y Renoir, en su etapa impresionista me encanta. La retrospectiva que podemos ver en el Thyssen no es la mejor muestra del hacer de este gran pintor. Muchos de los cuadros que en ella vemos fueron realizados cuando el artista había abandonado el impresionismo y padecía la terrible enfermedad que le aquejó en los últimos años de su vida, la artritis reumatoide; dolencia que le motivó una anquilosis del hombro izquierdo, y sus dedos y muñecas perdieron movilidad, deformándose; motivo por el cual su arte se vio profundamente afectado. Hasta tal punto que su obra, a partir de la década de los noventa del siglo XIX, no se valore de igual manera que su anterior etapa. Pero a todo aquel que Renoir le haga vibrar, le recomiendo visitar esta exposición. Es un homenaje a un gran pintor, a pesar de las carencias de su etapa final.





BIBLIOGRAFÍA:


-Web del Museo de Saint Louis: http://www.slam.org/


-Web del Museo Thyssen-Bornemisza:

http://www.museothyssen.org/thyssen/exposiciones_actuales


-Elda Fezzi: “La obra pictórica completa de Renoir”, Barcelona, Noguer y Rizzoli, 1972.

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