El Parque del Agua Luis Buñuel. Zaragoza.
“El Ebro es un río bello, el Ebro es un río viejo, siempre tiene cosas nuevas que contarte. Como viene de lejos todo lo conoce… A orillas del río Ebro sigue caminando la niña que fui…” (Como canta Montse Castellá).
Mi vida fluye por el cauce de este querido río.
¿Cuándo encontraré el mar?
El atardecer cae sobre el Parque del Agua de Zaragoza, en un día caluroso en el que vamos buscando una brisa fresca que difícilmente encontraremos. Nos acompaña Chusco, nuestra mascota, que alegre trota y juega por doquier.
“Sólo es un perro” dicen muchos. Sinceramente me da pena que no conozcan el sentimiento tan profundo que se siente por “Sólo es un perro”. La compañía, el cariño, la fidelidad, la ternura”, todo eso y mucho más.
No “sólo es un perro”, su nombre es Chusco, porque es un pedazo de pan, tierno y cariñoso. Mi hijo peludo: Chusco. Disfrutando como un enano en la playa de Zaragoza; en el recinto apto para hijos peludos (y son muchos). Él sí que se pudo refrescar.
Poco a poco la oscuridad nos fue envolviendo y paseando lentamente nos encaminamos hacia el aparcamiento, donde nos esperaba el fresquito aire acondicionado del coche.
“…Yo no sé lo que dicen los cuadros ni los libros (no todos los cuadros ni todos los libros, sólo algunos), pero sé lo que dicen todos los ríos. Tienen el mismo idioma que yo tengo…”
Fragmento de “El río” de Pablo Neruda
El precioso atardecer se fue dibujando en el horizonte. Y el parque del Agua se fue tiñendo de una gama de colores grises, azulados, rojizos, anaranjados… La magia de la noche comenzaba su reinado.
“En el pasado fluye el río, la lluvia balbucea. El ayer es una envoltura de sucesos, de nunca más y todavía. Cuántos puentes habremos cruzado entre el descanso y el cansancio, entre el misterio y la revelación. Dicen que en el pasado crecen las semillas del futuro, pero en qué jardín, en qué cantero, si el futuro es cada vez más corto, más mezquino, más gravamen de rocas imbatibles. Lo pasado, pisado, dicen los pesimistas. Después suspiran y a veces expiran.”
Fragmento de la obra “Vivir adrede” de Mario Benedetti.
A nuestra espalda dejamos el Parque del Agua, una preciosa zona; desgraciadamente poco frecuentada por los zaragozanos, y que realmente merece la pena visitar.
Quiero llegar al mar y liberarme. Quiero llegar al mar que reconozco y escapar de este cierzo, de esta sed y de esta herida. Quiero llegar al mar impenetrable. Quiero llegar al mar como navío ausente. Quiero llegar al mar como llegan los ríos con el recuerdo abierto de sus montes perdidos.
(El abuelo Labordeta, no hay colofón mejor).
Os pongo un vídeo del Parque del Agua Luis Buñuel, desgraciadamente no está así en estos momentos (el vídeo es del año 2012). Fue una gran idea en su momento, pero que no se ha querido o sabido llevar a la práctica. Pero es precioso y una verdadera pena que no sea más aprovechado. A veces los milagros existen, esperemos alguno se pierda por aquí.